Capitulo V

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Esa fue de las últimas tardes agradables con el, vimos una película y se fue a acostar, agarre una botella, plata y mis llaves, abrí esa pesada puerta y me fui al parque de siempre, ahí en mi árbol estaba el, con su mirada en la Copa del árbol, llevaba unos lentes obscuros, un buzo grande, aunque le faltaba algo que lo caracterizaba, su hermosa sonrisa. Me acerque a él y me senté a su lado, el me miro y me dio su mano.


-como estas hoy- a pesar de su ánimo distinto, su preocupación persistía, le Conte que mi papá estaba actuando distinto, pero no estaba del todo segura, fue mucho lo que me hizo y es mucho lo que se, el me quiere hacer daño, aunque eso no se lo dije a el. -a vos te pasa algo, ¿me queres contar? - me miro y negó con su cabeza, no le iba a insistir- por lo menos quítate esos lentes, quiero ver tus hermosos ojos sin ellos. -no me los quiero quitar-su tono era serio.


-pero ni siquiera hay sol, dale sácatelos- le agarre los lentes para sacárselos, antes de eso el me agarro la mano y murmura un leve "no", al quitárselos, ahí lo vi, tenía un Corte en el pómulo y el ojo lo tenía todo rojo por el impacto de un golpe- pero que te paso?, quien fue el que te hizo eso?- se limitó a mirarme triste.


-hay un hombre que quiere que haga algo muy malo a una persona que no se lo merece, me ofreció un buen pago, al principio acepte, pero cuando la conocí y hable con la persona a la tenía que lastimar, ni quise. Me negué a hacer lo que me pidieron, ese hombre me pego, pero no me importa un golpe más en mi vida, no quiero lastimar a nadie más. Sus palabras eran fuertes, pero admirables, ese sentido de asumir que nadie merece beneficiarse a costa del dolor de otro.


-voy a conseguir el dinero que necesito, de forma honesta- eso era lo que admiraba de su parte, que tuviera valores, aunque esos valores son los que me llevaron a mi destrucción, nadie vale más que su familia, lo dejó muy en claro.


-tranquilo que todo llega, sos muy bueno para este mundo, su mirada era muy profunda, su silencio me intimidaba un poco, hasta que se perdió en el celular. -que paso- me miro nervioso y preocupado, sus ojos expresaban furia y el silencio se quebró por su voz, que es hermosa, pero odie escucharlo así.


Tiene a mi hermana, el puto la secuestro y me esta amenazando, el la tiene Nat- se paro y le dio un puñetazo al árbol mientras su rostro se humedeció con sus lágrimas, un golpe tras otro hasta que su mano comenzó a sangrar- perdón Nat, pero tengo que hacer lo que el me pida, voy a hablar con el. Agarro sus cosas y se fue, yo no lo sabia, no tenía idea de que el estaba relacionado con todos esos hombres, sin saberlo cada día una parte de mi moría, Hacho tras hecho me consumían, pero tenía un plan, si mi padre me quería matar el alma yo destruiría la suya, el iría al funeral de su segunda esposa y yo la mataría.

Como el se había ido hace rato ya, yo no tenía nada más que hacer allí. Junte mis cosas (mi celular y auriculares), para encaminarse a mi casa, en el camino no podía parar de pensar en el y lo que le estaba pasando. Que cruel podían ser algunas personas al jugar con las necesidades de las personas, yo quería ayudarlo, ese fue mi error confiar ciegamente en el.

Al llegar a mi casa di un último suspiro, abri la puerta enorme y pesada de color negro, era una puerta antigua de arquitectura romana, mi mamá la había mandado a hacer a medida para asemejarse a las puertas de un Palacio.
Salude a mi perro, no había nadie en casa, mientras me sentaba en el sillón sonó mi teléfono, lo agarre introduje la contraseña y espere a ver de quien era el mensaje, era Tiago llegue al lugar, perdoname lo que estoy por hacer, pero es mi hermana y le jure a mi mamá que nunca la voy a dejar sola
Ese mensaje fue algo que no esperaba, pero lo entendía, aunque tenía miedo por el.

Tome mi teléfono y le escribí cuidate, cuando termines, su queres nos vemos, mande otro mensaje solo que no era para el. tenemos que hablar, te espero en el lugar de la otra vez  y eso hice, deje una nota y fui a la casa de Mauro, cuando estaba llegando ví a una persona muy conocida para mi gusto.

Ahí estaba ella, vestía un traje elegante, llevaba un escote muy vistoso y aquel hombre la sujetaba de la cintura mientras la miraba sin pudor alguno, frente a esa puerta estaba Tamara abrazando y besando a aquel hombre, les tome una foto desde lejos mientras me escondía.

-a quien espiamos?- al sentir su voz mientras me tocaba el hombro, me hizo pegar un salto, lo mire enojada y le di un pequeño golpe en el brazo, el solo dejó escapar una risa sus intentos de hacerse el enojado no sirvieron.

-sos pelotudo, no se asusta asi a la gente- me abrazo y rio- respondiendo a tu pregunta, a ella, Tamara esta con ese hombre, engaña a mi papá con ese, es joven para ella- su cara era sorpresiva, pero no abandono su aire sorpresivo.

- es mi hermano, miralo no sabía que le gustaban las viejas, sabes como lo voy a joder ahora- me soltó, pero cuando ví lo que quería hacer le pegue un tirón Asia mi.

-quédate acá, no tienen que saber que sabemos, por lo menos no ahora. Voy a usar muy bien esta foto- le mostré la foto comprometedora, el nego con la cabeza, pero me abrazo mientras murmuraba un casi inaudible esta bien mi pequeño Sherlock- gracias por la ayuda mi querido Watson.

Cuando la pareja de amantes se fueron, nosotros entramos a la casa, nos sentamos, pero el inquieto de lit quería café, así que fue hasta la cocina mientras yo me encontraba impaciente por contarle todo lo relacionado al comportamiento extraño de mi progenitor. Cuando volvió con su taza y una para mi, se sentó y fijo su mirada en mi, empezó a hacer preguntas de porque lo llame para vernos acá, le respondi una por una.

Pero el verdadero motivo de nuestra pequeña reunión era para trazar un plan, quería descubrir que quería hacerme mi padre, necesitaba ir un paso adelante.

Instintos criminales (Tiago pzk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora