Capitulo VI

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Todo estaba pensado, solo teníamos que ver el momento justo para ejecutar todo, estaba tan concentrada buscando las señales que podría haberme dado mi padre, pero no descubría nada. Me quedé analizando un punto fijo en la pared y solo pensaba, no se cuanto tiempo estube así pero el sonido de un ronquido me saco de aquel transe, era Mauro que se había dormido.
Mire la hora en mi teléfono y me di cuenta de lo tarde que era, pero nadie estaba preocupado por lo que podría pasarme, le escribí una nota para habisarle que me había ido, que cuando llegará le escribía.
Junte un poco el desastre que habia de la forma más silenciosa posible y salí de aquel lugar, era de noche y estaba un poco asustada, pero no quería pensar mucho en eso así que solo pensé en cosas lindas como mi mascota.
Hice un par de cuadras y aunque trataba no pensar nada malo no podía, sentía una presencia mirándome, estaba asustada, pensaba en mis opciones, mi vista vagaba rápidamente por las calles solitarias a esta hora de la madrugada, no había nadie, solo yo, mi cabeza y esa presencia.

Sentía pasos acercarse, pensé en volver con lit, pero sería imposible, si quiero volver tendría que hacerle frente a aquella persona y eso estaba muy lejos de lo que quería hacer, seguí caminando hasta que logre divisar una silueta, quizá sea bueno, corrí hasta esa sombra y para mi suerte era un policía.

-hola oficial, me están siguiendo, estoy sola y asustada- el me miro preocupado, se presentó e intento tranquilizarme.

-hola señorita, tranquila ya está en buenas manos, quiere que la lleve a casa? - solo asenti aliviada de que aquella situación terminara.

Al llegar a casa mi padre estaba mirándome, muy serio, en su mano había un cuchillo y en la otra un vaso con algo transparente.

-buenas noches hija, se puede saber que hacías en el auto de un policía y porque carajos lo trajiste hasta esta casa- se paro efusivo del sillón y me miro- contestame!.

-papá- esa noche no se que me paso, pero fue la primera vez que estaba feliz de estar en casa, de volver a verlo, corrí a sus brazos y llore en su abdomen, no esperaba que me lo correspondiera.

-que paso?- me soltó y solto el cuchillo, fue a la cocina y me trajo agua, entre llantos le conte  y por primera vez en mucho tiempo sentí el amor de mi padre, un padre preocupado. Tiempo después supe que el solo quería una buena mercancía.
Estaba tan sensible que al acostarme solo me podía sentir como cuando camine por aquella calle solitaria. Estaba tan sensible y me sentía tan sola que le mande un mensaje a mis dos amigos mas especiales. tengo que contarte algo
Pero lit estaba más que dormido, no contaba con que me conteste pero si con que al dia siguiente contaba con el para hablar, deje mi celular cargando y me límite a cerrar mis ojos abrazando a mi perro, su respiración tranquila y su suave pelaje me calmaron un poco, con el me sentía más que segura, cuando estaba intentando conciliar el sueño mi  celular sonó sobresaltandome, lo tome con cuidado de no tirarlo al suelo, lo desenchufe y al apretar el botón para encender la pantalla su brillo me encandiló, mire bien y al leer su nombre en la pantalla no podía evitar sonreír como una tonta.
recién llegó del trabajo, que paso bonita, no quería molestarlo, seguro estaba cansado. seguro estas cansado, mañana te cuento que descanses
Deje el teléfono en su lugar con un sentimiento de desilusión, su mensaje me había puesto feliz, pero sabía que por más que necesitará hablar con alguien y el ers perfecto para ello, el tenía su vida y estaba ocupado con cosas realmente importantes.

Me acomode nuevamente en la cama acurrucandome con mi fiel amigo, pero mi celular no quería permanecer en silencio, comenzó a sonar, esta vez era una llamada, lo agarre y ví su nombre ahí nuevamente, sin dudarlo le conteste.

-hola gotti, no quería molestarte con mis cosas- podía sentir su respiración suave e imaginarme esa hermosa sonrisa.
-hola Nat, no me molestas, después de lo que ví ahí, lo mejor que me puede pasar es hablar con vos, me haces olvidar de todo lo malo- sus palabras eran tan mágicas para mi en ese momento, me sentía realmente especial. -contame, que paso, porque vos no te dormis tarde nunca, siempre que te habló a esta hora me respondes a las 7 de la mañana, así que decime, que pasa por esa cabecita que no podes dormir.

-jajaj como me conoces, en poco tiempo me conoces mucho, espero que no seas un acosador- el emitió una risa, me lo imaginaba con esos hoyuelos y su lindo rostro, cuanta razón tenía en lo que decía, quizá mi error fue permitirle que me conozca tanto- me paso algo Tiago, estaba en la casa de un amigo y... -me quedé callada, me hacia sentir perseguida el recordarlo.

-te hizo algo tu amigo? - si solo me hubiera quedado con el, ahora no estaría contándole nada de esto.

-no Tiago, no me hizo nada, fue lo que paso despues, me fui de su casa cuando el dormía, entonces salí y ya era de noche, estaba todo obscuro y estaba sola, me estaban siguiendo, estaba tan asustada.

-ay no, porque no te quedaste con el- no lo se, pero tendría que haberlo hecho. - y que paso?

-por suerte encontre un policía que me trajo a casa, pero hay algo que no te conte de mi padre, eso te lo tengo que contar en persona.

Me colgó el teléfono, no sabía si se había enojado o algo le había pasado, pensando en el me quedé dormida, sentí unos golpes en mi ventana y me asome a ella, no sabía si era un sueño o estaba pasando realmente, me resfregue los ojos y me asome agarrando las blancas cortinas. Y ahí lo ví, con esa sonrisa que tanto me gustaba imaginar.

Instintos criminales (Tiago pzk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora