A la mañana siguiente desperté temprano y fui corriendo con mi familia hasta la choza donde ellos dormían.
"Sempul" dije al verlo a la orilla del suelo arreglando algo.
"Kaltxì, Na'ok; ayúdame aquí" pidió y me agaché para ver en lo que necesitaba ayuda; sólo eran unos cuantos nudos para tensar las redes.
"Yo lo hago" tomé las cuerdas y jalé de ellas lo más fuerte posible para tensar las y luego hacer nudos. "Listo" avisé en cuanto terminé de hacerlo.
"Te haz vuelto muy fuerte" el cumplido me hizo sonreír.
"Irayo, padre" agradecí antes de que ambos nos fuéramos por otro camino.
"¡Na'ok!" Tsireya me llamó de la nada justo cuando iba pasando por otras chozas en busca de algo que hacer. Me acerqué a donde estaba mi hermana y vi que estaba tejiendo una red.
"Madre" saludé al verla sentada junto a Tsireya tejiendo la misma red.
"Ma'ite, ven a ayudarnos para terminar esta red, por favor" me pidió y aunque yo no era muy buena tejiendo aún así las ayudé con lo poco que quedaba por hacer.
"Deberíamos poner un poco de color" sugerí entre murmullos; de cierta forma extrañaba el colorido que tenía mi clan ya que esto representaba los colores infinitos de cada Ikran.
"Con los patrones del tejido es suficiente, Na'ok; ya podrás hacer lo que tu quieres en otro momento" Madre dijo de forma suave y sólo asentí con la cabeza.
Por años me enseñaron a ser como ellos pero mi clan seguía en mi corazón, muchas veces intenté ir al bosque de regreso pero mis padres siempre terminaban deteniéndome así que mi vida ahora se concentraba en el océano, Miät encontró un buen lugar dentro de la isla dónde anidar así que no había tanto problema por ese lado, los demás del pueblo siempre intentaban mantenerse alejados de ella porque le tenían temor; ella nunca hizo algo para lastimarlos pero ellos no lo entendían así que se alejaban por la paz y seguridad de ambos. Pude escoger a mi hermana espiritual, una Tulkun que al verme supe que sería compañera mía por toda la vida, ella llevaba tatuajes en su cuerpo que después yo tatué en mi rostro y cuerpo, mi apariencia había cambiado desde que llegué al clan; aunque aún portaba los coloridos adornos en mi cabello y collares en mi cuello, las únicas evidencias de que alguna vez pertenecí al clan Kekunan; expandí y perforé mis orejas, mis ropas habían cambiado mucho e incluso dejé de pintar mi cuerpo con colores llamativos como lo hacía en la aldea.
"Na'ok, nunca nos haz contado como es la vida en el bosque" Tsireya me dijo cuando estábamos todos reunidos en las piletas naturales que se creaban en las rocas.
"Es como el océano pero si haces un paso en falso caerás al suelo, no voy a mentir; a veces extraño andar por las lianas y los troncos de los árboles pero no es para todos. Mis reflejos son muy buenos y más desarrollados que los demás Na'vi pero mi conexión con el bosque es muy poca" todos me escuchaban con atención y curiosidad. "También hay muchos peligros, en el aire está Toruk; siempre tienes que estar alerta y mirando hacia arriba, en la selva hay muchos depredadores, Thanator es el más peligroso de todos; es una criatura completamente negra de seis patas y no descansa hasta verte muerto; la cicatriz que tengo en la pierna fue causada por uno de ellos que me persiguió un día cuando era pequeña y había perdido al grupo con el que estábamos cazando" señalé los tres rasguños que tenía ahora tatuados de por vida en forma de cicatriz en mi pierna izquierda. "Algún día talvez podré llevarlos; si Madre y Padre nos lo permiten" reí por lo último. Pronto nos quedamos sin tema para hablar y se volvió aburrido, aún era muy temprano como para regresar a la aldea a no hacer nada.
"Vamos a pescar un rato para distraernos" Ao'nung sugirió a lo que nosotras no nos negamos en lo absoluto; llamamos a nuestros Ilu para que nos acompañasen y comenzamos con la caza.
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Una Nueva Estrella
FanfictionPandora dicta las reglas y a veces éstas no son tan buenas como se esperan; cuando el bosque o el océano reclama algo como suyo no hay manera de cambiar su parecer. Eywa protege el equilibrio, pero no de la forma que todos los esperan; a veces es cr...