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"¿Nervioso?" Susurré en el oído de mi pareja antes de tomar su brazo con delicadeza. Hoy sería la ceremonia para convertirse en guerrero; Ao'nung, Rotxo, Tsireya, Lo'ak y Neteyam lo habían logrado después de un buen tiempo entrenando. Hoy recibirían sus tatuajes iguales a los de sus Tulkun.

"Sólo un poco" me respondió al tiempo que arreglaba sus muñequeras. Había pasado un tiempo desde la guerra con las personas del cielo y hasta ahora todo estaba en paz.

"Déjame hacerlo" alcancé sus manos y apreté los cordones un poco antes de amarrar los. "Ya estas listo" le sonreí poniéndome frente a él. Neteyam tomó mi rostro y se acercó para besarme lentamente. "Estoy muy orgullosa de tí" susurré en cuanto nos separamos.

"Todo es gracias a tí" sonreí ante la confesión; habían pasado tres años desde que la familia Sully había llegado al clan y ahora sus hijos se estaban convirtiendo en guerreros y parte del pueblo.

"Vamos, antes de que vengan a buscarte" la relación de Lo'ak y mi hermano no era la mejor pero había mejorado mucho desde la primera vez que pelearon cuando eran unos niños inmaduros. Tuk había crecido bastante, seguía siendo la chica dulce y enérgica de siempre pero ahora un poco más madura, Kiri aún tenía esa extraña conexión con todo su alrededor y muchas veces nos mostraba todo lo que podía hacer. El humano iba y venía del clan cuando quería; a decir verdad seguía sin agradarme. Neteyam me llevó un día a un lugar donde sólo había personas del cielo; al principio intenté matar a una de ellas pero él me explicó que estaban de nuestro lado, que ellos habían ayudado en la guerra de hacía 18 años.

Caminamos hasta la playa donde sería la ceremonia, al llegar todo el clan ya estaba ahí reunido. Dejé a Neteyam con su hermano y los míos antes de ir con mis padres, yo dirigiría la ceremonia.

"Hoy, después de mucho tiempo de entrenamiento" inicié diciendo llamando la atención de todos. "Estos jóvenes buceadores se convertirán en adultos, guerreros y miembros de este clan" luego de eso mi madre se acercó a Tsireya, mi padre a Ao'nung y Rotxo, por último yo me acerqué a los hermanos Sully. "Estas tres cuentas irán añadidas a sus cuerdas musicales representando las tres tareas más importantes que un joven nacido en el clan Metkayina debe cumplir para convertirse en un adulto" expliqué lentamente tomando una de las cuentas que sería para Neteyam. "La primera, vincularse a un Tulkun, la segunda, volverlo su hermana o hermano y terminar numerosas tareas con él o ella" tomé la cuerda musical de mi pareja y añadí dos de las cuentas; luego hice lo mismo con Lo'ak. "Y la última representa el haberse vinculado con un tsurak y aprender a montarlo" tomé la última cuenta y la inserté en la cuerda antes de dejarla caer y mirar a los ojos al nuevo integrante del clan; Lo'ak también se había convertido en uno y esto me llenaba de alegría.

Pasamos a la parte de los tatuajes, definitivamente era la más dolorosa pero todos los recibían en un punto; yo sólo tenía dos en ambos brazos que representaban mi unión al clan y recientemente mi adultez en él, había aprendido mucho más rápido que los demás y por eso mi ceremonia había sido antes que la de ellos. Neteyam sólo hizo unas cuantas muecas mientras mi padre golpeaba su piel con la tinta y la punta de coral, el tatuaje recorría su brazo; desde el codo hasta el hombro, ciertamente se miraba muy atractivo con él.
Cada tatuaje era único en su clase, marcaban sucesos importantes de la vida del Na'vi pero también representaban la posición en la que se encontraban entre los demás.

"Bienvenidos al clan" padre dijo en voz alta hacia todos, yo sonreí al verlos ya con sus tatuajes hechos; el pueblo comenzó a festejar con gritos y luego música alrededor de una fogata comunitaria que sólo se utilizaba para ceremonias y eventos parecidos.

Todo el clan se concentró en bailar, cantar y festejar a los nuevos integrantes del clan, en un momento de la noche Ao'nung se acercó a mí y me jaló para bailar conmigo, hacía mucho tiempo que no lo hacíamos y ciertamente me llenó de alegría tener la oportunidad de verlo tan feliz.

Una Nueva EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora