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Abrí los ojos de par en par cuando lo ví, sonriéndome suavemente; estaba vivo, la Gran Madre me había escuchado, el mar lo había devuelto. Sin embargo, la falta de aire hizo que comenzara a desvanecerme, Neteyam notó esto y nos jaló hasta la superficie con ayuda de mi Ilu.

"Na'ok, Na'ok" me llamó varías veces mientras yo tosía en busca de llenar mis pulmones de aire, cuando por fin me recuperé no pude evitar lanzarme sobre él.

"¡Neteyam!" Exclamé entre feliz y asustada hasta que comencé a llorar con tanta fuerza que pude sentir como se preocupaba.

"Ssh, ssh, mawey, estoy bien" dijo sin atreverse a alejarme de sus brazos.

"Te veo, Neteyam" balbucee entre el llanto.

"Te veo, Na'ok" él me respondió antes de tomarme por los brazos y besarme. Lloré aún más ante el sentimiento de tranquilidad y felicidad que me invadió; ahora todo estaba bien. "Gracias" Neteyam susurró sobre mis labios cuando nos separamos levemente. "Me salvaste" no pude evitar volver a llorar con fuerza mientras lo abrazaba; en ese momento recordé su herida y me separé de él pero al mirarlo, el orificio ya no estaba; se había desvanecido como si nunca hubiera existido.

"Tu herida... no está" lo miré a los ojos por un momento y él me sonrió suavemente antes de mover una trenza que había caido en mi rostro.

"Tu y la Gran Madre pudieron curarla" mi corazón se saltó un latido al escuchar aquello, había tantas emociones en mi cuerpo que no sabía cuál sentir primero.

"No podía dejarte ir, no así" susurré al borde del llanto otra vez pero ahora quería llorar de felicidad y no por tristeza.

"Juré que no me iría de tu lado" ambos juntamos nuestros labios en un beso profundo y lleno de sentimientos; justo en ese momento el árbol emitió de nuevo ese extraño pulso que atravesó nuestros cuerpos haciéndolos estremecerse. "Volvamos" Neteyam susurró en mi oreja antes de besarla también; yo asentí con la cabeza antes de ponernos en marcha de regreso a la aldea, todo estaba tan tranquilo que por un momento mi mente pareció escaparse de mi cuerpo. "Cuando lleguemos, le diré a tus padres que somos una pareja" su voz logró hacer que regresara a la realidad.

"Falta poco para la última ceremonia, es mejor que lo hagas después de eso" lo detuve, habían pasado muchas cosas y no podíamos agregar otro problema.

"Está bien, sólo porque tú lo dices" aceptó para después besar mi mejilla y luego seguir con mi cuello creando un pequeño camino hasta la cicatriz de mi hombro. "Ahora no necesitaremos tener tatuajes iguales" bromeó tocando mi piel. Gracias al comentario me di cuenta de lo que decía; ambos habíamos sobrevivido a un disparo en el mismo lado y ahora la marca quedaría ahí para siempre.

"Tienes razón, nos salvamos mutuamente" dije antes de mirar al frente y darme cuenta que ya habíamos llegado, nos acercamos a la orilla y en poco tiempo todo el clan ya estaba reunido alrededor de nosotros; ambos fuimos abrazados por nuestras familias en cuanto bajamos de mi Ilu.

"¡Na'ok!" Ao'nung fue el primero en envolverme con sus brazos, jamás lo había visto tan asustado, luego se sumó mi hermana y también mis padres; los cinco caímos de rodillas sobre la arena.

"¡Neteyam!" Pude escuchar el llanto de Neytiri, de toda la familia Sully en realidad.

"Perdóname bro, en serio perdóname; fue mi culpa que te dispararan, la bala debía recibirla yo" Lo'ak lloró con fuerza sobre el pecho de su hermano. Mi corazón se estrujó al ver la escena pero pronto bajé las orejas al ver al humano ahí parado cerca de ellos, quería correr y alejarlo de Neteyam, matarlo; él era el que no merecía vivir.

"Hija mía" Padre me sacó de los brazos de mi hermano para envolverme en los suyos. "Me alegra tanto que estés bien" dijo sin poder soltarme; en cuanto lo hizo mi madre no tardó ni un segundo en abrazarme con fuerza mientras lloraba.

Una Nueva EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora