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— Lo siento, lo siento tanto -dijo apenado- Juro que no te vi

— Está bien, le pudo haber pasado a cualquiera -contestó mientras limpiaba su camisa con una servilleta.

— Déjame pagarte la misma bebida como disculpas

— Dije que está bien. Además, la bebida no era mía, simplemente estaba levantando las cosas sobrantes de una mesa

— Bien -sonrió- Por cierto, soy Jisung

— Minho -una voz grave sonó detrás de ellos- ¿Acaso te pagamos para que hagas amigos?

— No señor

— Entonces muévete, porque mucha gente está esperando en la barra

Sin decir nada, el anterior nombrado siguió haciendo su trabajo.

(🌧)

— Perdón si te causé problemas

— Solo dime qué pedirás

— ¿Qué me recomiendas?

— Ese de ahí es el trago más famoso -señaló uno que estaba preparado su compañero.

— Entonces dame ese -dijo confiado.

Uno, dos y hasta tres tragos había tomado él esa noche.
A eso de las 05:00 a.m, cuando ya no había nadie en el bar, se encontraba Minho limpiando y acomodando el lugar.
Al terminar, salió de ahí para, por fin, ir a descansar. Mientras cerraba la puerta con los seguros correspondientes, una voz le habló en medio de la nada.

— E-es un poco tarde, ¿no crees?

Al voltear, se encontró con el chico que había manchado su uniforme.

— ¿Qué haces aquí? -dijo poniendo el último seguro- Pareces un vagabundo

— No es mi culpa, tú me recomendaste ese trago

Claramente él no estaba en sus cinco sentidos.

— Lo hice, pero tú decidiste pedirlo, así que la culpa no es mía. Ahora vete porque la policía monitorea estos lugares, y si te ven así por la vía pública estarás en problemas

Minho, sin importarle, comenzó el camino hacia su casa, pero un fuerte llanto llamaría su atención, haciendo que voltee y se vuelva a acercar al ebrio chico.

— ¿Qué diablos te pasa?

— La extraño, Minho, la extraño tanto -siguió su llanto.

— No sé de quién me hablas y tampoco creo que tenga algo que ver. Te lo repito, vuelve a tu casa

— Si mis padres me ven así me matarán

— Yo no fui el que tomó, aprende a ser responsable y así tus padres no te harán nada

— Es la primera vez que hago algo fuera de lugar, por favor ayúdame, o al menos acompáñame

— ¿Estás loco?

— Te lo suplico, necesito a alguien que me escuche

— No soy tu psicólogo como para hacerlo

— No te pareces en nada al Minho amable que conocí en el bar, maleducado

Minho suspiró y se sentó junto a él.

— En cinco minutos me voy

— ¿Alguna vez te han roto el corazón?

— No. Prefiero concentrarme en otras cosas, el amor es una pérdida de tiempo

— De seguro dices eso porque nunca te enamoraste

— ¿Acaso es obligación hacerlo?

— No, solo decía

— Yo solo diré que te ves ridículo llorando por una chica que te lastimó. Antes de amar a alguien, aprende a amarte, Jisung

— ¿A qué te refieres? -miró a Minho.

— Olvídalo, no creo que lo entiendas estando en ese estado

~Minho.

Vi como Jisung empezaba a bostezar y cabecear, dando a entender lo cansado que estaba.
Tenía que irme, mis horas de sueño se hacían cada vez menos.

— Nos vemos -dije levantándome del suelo.

Agarré mis cosas que había dejado a un lado y nuevamente empecé a caminar. En el trayecto, pensaba en Jisung. Si algo le pasa, será mi culpa por dejarlo en ese estado, por más que no haya estado a cargo de él. Pero por parte, él ya es mayor... creo. ¿Y si no lo es? ¿y si se filtró en el bar?
Con molestia, me volteé y fui con él nuevamente.

— Dijiste que no tenías a dónde ir, ¿no?

Él asintió.
Suspiré y lo ayudé a pararse. No pensaba caminar tantas cuadras con él colgado de mis hombros, así que tomé un taxi hasta mi casa.
Una vez ahí, lo recosté en el sofá y empecé a revisar sus cosas.

— Así que eres un ladrón -dijo Jisung, casi incomprensible.

No le tomé importancia y seguí buscando su documentación, hasta que la encontré. Tiene 22 años. Sentí un alivio al ver su edad, porque si fuese menor estaría en problemas, no solo él, sino yo también por venderle alcohol.
Por buscar su edad, pude ver su nombre completo; Han JiSung. Por el apellido, él venía de una de las familias más estables económicamente.

— Respondiéndote, no soy un ladrón -dije mientras volvía a guardar sus cosas- Me educaron bien y no me importa trabajar todo el día para poder mantenerme, pero creo que no lo entenderías puesto a que tú tienes todo en tus manos

Al levantar la vista, vi que él ya estaba dormido.
Ya eran las 06:00 a.m, en una hora tenía que levantarme así que fui a dormir.

~Jisung.

Me levanté por un fuerte dolor de cabeza. No sabía qué había pasado anoche, y ni siquiera sabía dónde estaba.
Al levantarme, vi como un papel cayó al suelo. Era una nota.

"Vivo solo, por lo tanto tengo una sola llave, así que vas a esperar aquí hasta que regrese.
Puedes comer la comida que quieras, pero luego lo devolverás, al igual que el taxi, puesto a que gasté todo lo que había ganado anoche solo para traerte.

Atte: Minho".

Estaba tratando de recordar, pero las puntadas en mi cabeza no ayudaban. ¿Minho? Minho... ya sé, el chico de la barra.

Sorry, I love you // Stray Kids; MinSung. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora