ETAPA UNO "EL COMIENZO"

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Empujé mi maleta con lentitud adentrándome en aquel enorme aeropuerto, sintiendo una rara sensación en el pecho, una sensación que nunca había sentido, unos sentimientos que sin lugar a dudas eran muy contrapuestos, me sentía mal, no paraba de pensar que en tan solo unas horas iba a dejar a mi familia para irme un año a estudiar fuera.

Y después por otro lado, me siento muy apoyada por todos, por mi familia, mis amigos y por supuesto mi novio, Marc, que en ese momento de terror me agarraba la mano para transmitirme tranquilidad, una tranquilidad que sin lugar a dudas agradecía, ya que, como siguiera así, se me saldría el corazón del pecho, Marc se giró cogiéndome de la cintura para girarme, y con las mismas acariciarme la mejilla con su mano libre.

- ¿Estás bien? - Me preguntó con un semblante preocupado.

Siempre había intentado no transmitir miedo, ni mucho menos arrepentimiento. No quería que mis padres se preocuparan por mí, ellos me habían apoyado desde el principio, y habían dejado todo para que mi futuro fuera el mejor, Marc en ese tiempo fue mi mayor apoyo, me escuchó y me consoló en todo momento desde que se enteró de la noticia, y era algo de lo que agradecía, ya que sabía que podía contar siempre con él, tanto en las buenas, como en las malas, y eso hacía que cada día estuviera más enamorada de él.

Le abracé aspirando su característico olor. Un olor dulce, como el caramelo. Tenía que aprovechar eso, ya que en unas horas ya no podría sentirlo hasta dentro de mucho tiempo.

- Sí, estoy bien- Le contesté.

El me miro y me besó tiernamente los labios.

- Me alegro, sé que para tí esto es difícil, pero lo superaremos juntos- Me dijo con una sonrisa, mi sonrisa favorita.

-Lo sé, y gracias por eso- Le dije devolviéndole la sonrisa.

-De momento no intentemos pensar en eso ¿vale?, A ver, estamos en el aeropuerto, pero embarcas en dos horas y aún nos queda la última comida con tu familia- Dijo soltándome la cintura, para después volver a cogerme la mano, para ir juntos hacia donde estaba mi familia, que se hallaba sentada en un banco.

Eso que había dicho de "la última comida con tu familia" me había dejado peor de lo que estaba, pero recordaba que tanto el cómo mi familia me apoyaban y estaban orgullosos de mí, así que no me hizo falta nada más, sabía que esto lo íbamos a superar juntos. Así que, solo con pensar en eso todo lo malo se me pasó, ya que estaba más relajada que antes.

Cuando llegamos frente a mis padres y mi hermana, Marc y yo tomamos la misma iniciativa que ellos, así que con las mismas nos sentamos y empezamos a hablar de manera animada con ellos, para hacer tiempo para la hora de la comida.

Al pasar media hora mi padre se levantó y dijo:

- Deberíamos ir ya a comer, queda una hora y media para que tu avión salga Becca – Dijo cogiendo mi pequeña mochila.

Mi madre y mi hermana me miraron con tristeza para levantarse y dirigirse hacia mi padre.

- ¿Dónde vamos a comer? – Preguntó Eva, mi hermana.

Eva tenía catorce años, nos llevábamos tres años, y sin lugar a dudas era la persona que más le iba a afectar mi ausencia. Iba a tener la casa sola, sin nadie más que mis padres y nuestra perrita llamada Ginny, tampoco iba a tener a nadie con quien hablar de sus problemas y tampoco a nadie quien le anime para cuando ella estuviera mal.

Eva era lo opuesto a mí, era introvertida, pero con una personalidad fuerte.  Justo lo contrario a mí, que era extrovertida, pero en su comparación muy tranquila.

-Pues podemos ir a aquel restaurante de allí, tiene buena pinta- Señaló mi padre al restaurante que teníamos justamente detrás.

Después de comer quedaba media hora para irme, pero tendría que subir quince minutos antes para asegurarnos de que todo estuviera bien.

Llegó el peor momento.

Las despedidas.

Sin lugar a dudas la peor parte.

El primero que se despidió de mi fue mi padre, que con paso firme se acercó a mí y me abrazó, el típico abrazo que transmite calor y apoyo, era justo lo que necesitaba, en un susurro me dijo:

-No sabes lo increíblemente orgulloso que estoy de tí- Al terminar la frase besó mi cabeza, y dió un paso para atrás, a mi padre le costaba mucho mostrar sus sentimientos, pero yo sé que me echaría de menos y que esto no sería nada fácil para él.

Llegó el turno de mi madre, que con lágrimas en los ojos me dio el abrazo más grande que me habían dado nunca, se separó de mí para cogerme de los hombros con el fin de que la mirara:

- Eras tan pequeña cuando me dijiste que querías estudiar fuera y jamás me lo hubiera creído, pero mira ahora, apunto de irte, mi niña ya es una mujer- Dijo con la voz entrecortada y con lágrimas en los ojos.

- Becca, aprovecha esta oportunidad y vívelo por todos nosotros, y que no se te olvide cariño, te quiero, todos lo hacemos, y siempre te apoyaremos- Dijo separándose de mi yendo a abrazar a mi padre, se notaba que los dos estaban mal, cosa que me rompía por dentro.

Pero esto no había terminado.

Faltaba lo más duro.

Despedirme de Marc y Eva.

Eva no aguantó más y me dió un fuerte abrazo, el cual respondí aún más fuerte, no quería separarme de ella.

Eva me miró a los ojos, sus ojos estaban húmedos, tomó aire para decirme:

- Aunque te vayas a estudiar fuera dime que al menos me echarás de menos- Me dijo con la voz cortada.

La miré a los ojos y le dije:

- Eva, siempre te echaré de menos, te quiero más que nadie en el mundo- Le dije con las lágrimas que estaba reteniendo

-Yo también te quiero Becca- Dijo besando mis mejillas.

Al separarse, Eva dijo:

- Me escribirás todos los días ¿no? - Me dijo con un tono triste.

- Todos y cada uno de los días- Le dije con una voz firme y segura.

Me dio un último abrazo y se volvió junto a mis padres.

Ahora tocaba lo más duro de todo.

Despedirme de Marc.

Marc se encontraba con un semblante triste, estaba mirando al suelo y parecía muy pensativo, cuando vio que era su turno se acercó a mí y me dio un fuerte abrazo, teniendo su cabeza enterrada en mi cuello.

Podía notar sus lágrimas, cosa que me terminó de romper por completo.

Cuando me quise dar cuenta.

Yo también estaba llorando.

Lo primero que hizo al despegarse fue estampar sus labios con los míos, sus labios estaban desesperados, ya que sabían que era uno de los últimos besos que me iba a dar antes de irme.

Al concluir el beso, Marc me miró con el rostro serio:

-Te voy a echar mucho de menos Beca – Dijo mientras ponía su mano en mi rostro

- Y yo a ti Pumpking- Dije intentando sonreírle.

Río ante el apodo que le puse, le llamo así porque nuestro primer beso fue en una fiesta de Halloween y él iba disfrazado de calabaza.

Me atrajo más a él para volver a besarme.

Al separarse Marc dijo:

- Disfruta mientras puedas de tu libertad Rebeca Balcells, porque cuando vuelvas no pienso dejar que te vuelvas a ir- Me dijo riéndose mientras me miraba

-Jamás podría cansarme de ti Marc- Contesté volviéndole a abrazar.

Me di cuenta que tenía que irme ya, para poder embarcar a tiempo.

Así que besé a Marc una última vez y fui directa hacia mis padres y hermana para darles un último abrazo de despedida.

Al terminar cogí mi maleta y me dirigí a la puerta de embarque viendo como mis padres, hermana y novio me hacían gestos de despedida con las manos.

Les devolví los gestos y con paso decidido entré en la puerta de embarque pensando en que me iba a deparar el futuro.

StorgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora