-¡Vaamooos Rebeca, animate!- Me decía Emma por décima vez.
-Ya te he dicho que no, no es negociable- Le contesté poniendo mi almohada en la cabeza.
Después de que Emma y yo vinieramos de nuestro primer día de instituto nos encontramos con la casa sola, así que nos tocó organizar todas las tareas por nuestra cuenta.
Trabajo que fue muy difícil, ya que se podría decir que Emma y yo no teníamos los conocimientos básicos ni de cocina ni de limpieza.
Así que una vez que recogimos toda la casa de la mejor forma posible decidimos salir al patio trasero para disfrutar del clima, que en ese momento era fantástico, ya que el sol irradiaba a más no poder, se estaba muy bien. Ya que no hacía mucho calor y el cielo se encontraba precioso.
-¿Hay algo que pueda hacer para que cambies de idea?- preguntó Emma mientras acariciaba el lomo de Max con ambas manos.
-Ya te he dicho que no, no es negociable- contesté mientras le lanzaba una mirada de pocos amigos.
Una de las cosas que menos me gustaban de Emma era su forma tan repetitiva de decirme las cosas, era la típica persona que no aceptaba un no como respuesta, y eso me molestaba bastante, ya que eso hace que me replantee las cosas y dejar de lado mis sentimientos y pensamientos.
-¿Pero por qué no? Nos lo pasaremos bien, confía en mí.
-Eso dijiste la otra vez y mira como salió- respondí rememorando el horrible recuerdo de mi primera fiesta aquí, aún me sigue atormentando lo que hubiera pasado si Dereck no hubiera estado allí.
-Eso fue un caso puntual, porque te recuerdo, que antes de la llamada estabas disfrutando mucho de la fiesta.
Y eso era cierto.
Pero le he cogido algo de trauma, supongo que tengo miedo a que se vuelva a repetir una situación parecida a esa. Además aún sigo recordando mi ruptura con Marc, sinceramente creía que estaría peor, porque dos años no se pueden olvidar fácilmente, sobre todo recordando todas las palabras y promesas que hicimos en un pasado y que nunca se llegarán a cumplir. Además, añadiendo el motivo de nuestra ruptura y su forma tan fácil de poder cambiarme no ayuda demasiado, pero teniendo en cuenta el estilo de vida que tengo actualmente, no me ha dado mucho tiempo a reflexionar del tema.
Sinceramente Emma me ha ayudado mucho desde ese día, siempre me mantenía ocupada para no tener que pensar mucho en eso y estuvo para presentarme a todos sus amigos para no que no me sintiera sola, algo que como amiga y casi hermana valoro muchísimo.
-Ya lo sé... Pero no quiero rememorar lo vivido en la fiesta, ya no solo por lo de Marc sino ya por lo que pasó después- Susurré mientras apreciaba como Max movía la cola de forma energética.
Emma me miró apenada, y de una forma muy dulce, me respondió:
-Deberías haberlo dicho antes, no te hubiera insistido tanto- Dijo mientras me tocaba el hombro en forma de apoyo- Entiendo que estés aún mal y eso es hasta normal, si quieres me puedo quedar contigo y hacemos noche de chicas.
-Ni se te ocurra pensarlo Emma, tú sí que irás, eres el alma de la fiesta y por supuesto que debes ir.
-Me da cosa dejarte aquí sola mientras estoy de fiesta, sobre todo porque mis padres volverán muy tarde y no tengo ni idea de donde está Dereck.
-No te preocupes por mí, prácticamente no estaría sola, tendría la mejor compañía- Dije mientras acariciaba divertidamente el lomo de Max-Además Crystal reclama tu presencia- Contesté riendo a carcajadas.
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Storge
RomanceRebeca ha esperado toda su vida para cumplir su mayor sueño. El residir en Estados Unidos y vivir todas aquellas cosas con las que había fantaseado de niña. En la casa donde vive, conoce a Dereck, el hijo de los padres que habían acogido a Rebeca d...