La cena

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Habían pasado unas cuantas horas desde que había conocido a los Carter, además de conocer mi nueva casa.

Y con eso ocurrió un acontecimiento que llevaba mucho tiempo esperando.

La primera comida que iba a tener con ellos.

Melissa había cocinado dos comidas típicas de Estados Unidos.

Una ensalada de col con zanahorias y unas costillas de cerdo con barbacoa.

El ambiente de la mesa era agradable, siempre intentaban sacarme tema de conversación y poco a poco fui cogiendo un poco más de confianza.

En un momento dado Emma mencionó a Dereck, que en ese momento no se encontraba allí, ya que tenía que entrenar para su equipo de Rugby.

El silencio en la mesa se hizo presente hasta que Phillip dio un suspiro y cambió rápidamente de tema, era como si les incomodara hablar de su hijo.

Al terminar de comer Emma me cogió del brazo y me arrastró hasta su habitación.

Entramos en su habitación y comenzamos una animada conversación:

-Bueno Rebeca... ¡Cuéntame algo sobre ti! - Dijo  entusiasmada.

- De acuerdo, pues... Soy de Barcelona, una ciudad bastante grande de España... Tengo una hermana llamada Eva... Y una perrita llamada Ginny.

- ¿De qué raza es tu perrita? - Dijo mientras se sentaba en su cama.

- Es un Beagle -

- ¡Esos perros son adorables!

Me reí y le contesté:

- Sí... sí que lo son-

-¡Dime por favor que le pusiste Ginny por Ginny Weasley!

-Claro que lo hice por eso- Carcajeé 

-¿¡Te gusta Harry Potter?!- Gritó sorprendida.

-Me encanta- Me reí - Son mis películas favoritas,  de hecho, todas las navidades mi familia y yo tenemos la tradición de verlas.

-Suena increíble, yo las ví con Dereck y mis padres, aunque Dereck nos abandonó a los pocos minutos de empezar la primera, ya que según él "La magia no tiene ningún sentido".

-Si a una persona no le gusta Harry Potter esa persona no es de fiar- Bromeé. 

-Y que lo digas... - Afirmó Emma.

Seguimos hablando,  le conté prácticamente toda mi vida, desde donde me críe, donde estudié, mis antiguos amigos, mi familia, lo que aspiraba en un futuro...

Prácticamente todo

Emma me daba mucha confianza.

Y eso me encantaba.

De un momento a otro salió la conversación de...

- ¿Tienes novio? –

Sin saber por qué mis mejillas se tornaron de un color carmesí, cogí aire y contesté:

-Sí... Tengo novio-

- ¿Enserio?- Dijo riéndose - ¡Me lo tienes que contar todo!

- ¡Vale vale! – Dije entre carcajadas.

Le conté todo sobre mi relación con Marc, quedó maravillada.

- Todo lo que me has contado es muy romántico- Me dijo

Le sonreí mientras asentía con la cabeza.

- ¿Me enseñas alguna foto suya? - Me preguntó.

- Claro – Dije mientras me dirigía al escritorio para coger mi teléfono y enseñarle las fotos.

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