Dereck:
Todo estaba yendo tan rápido que ni siquiera era consciente de lo que estaba pasando.
Estaba besando a Rebeca.
En cuanto la sujeté para que no se cayera noté una extraña conexión, un conexión que no había sentido nunca. Y todo mi ser me pedía a gritos que la besara.
Ella parecía estar pensando en lo mismo que yo, ya que lentamente fue acercando su boca a la mía, y al notar lo que intentaba hacer yo también me sumé a la causa.
Fue una acción tan mutua que incluso me daba miedo, toda esa conexión y tensión que habíamos tenido desde que nos conocemos ahora se estaba fundiendo en un beso .
En un largo y apasionado beso.
No pude evitar estrecharla más contra mí e intentar profundizarlo lo máximo posible, ella en respuesta enredó su mano en mi pelo, aceptando todo lo que estaba haciendo.
No voy a negarlo, me gustó mucho, estaba prácticamente en el cielo, embriagado por su aroma y todas las sensaciones que se estaban despertando en aquel momento.
Pero no pude evitar ignorar mis sentimientos, porque sinceramente, estaba hecho un puto lío.
Nunca había sentido nada parecido, ni siquiera con Evolet.
Nunca había conocido a una chica que me interesara tanto como ella.
Y eso me daba pavor, ya que no quería sentir nada por ella, nada más allá de una amistad, pero cada vez se hace más complicado, y más en esta situación.
Sobre todo, porque era incapaz de soltarla.
Pasaron unos cortos segundos, que para mí se me hicieron eternos, cuando Rebeca separó su cara de la mía, mirándome expectante ante lo que acabamos de hacer.
-Eh... Lo siento mucho... No debería haber...-Empezó a decir mientras separaba su cuerpo del mío, echando unos pasos más para atrás mientras se llevaba la mano a la cabeza.
-No te preocupes-La corté yo-Yo también lo sentí.
Esperaba con todas mis fuerzas que ella también sintiera esa gran necesidad de besarme, porque de ser el único, estaría realmente jodido.
Rebeca no dijo nada más, y se volvió a sentar en la silla.
Parecía que estaba inmersa en sus pensamientos, asique pude confirmar que no era el único que se sentía confundido.
A la media hora nos encontrábamos en el coche de regreso a casa, ella no volvió a decir ninguna palabra, estaba seria, con la mirada fija en la ventanilla.
En una situación normal le hubiera preguntado lo que le perturbaba, pero en esta ocasión la dejé pensar, ya que yo también lo necesitaba.
Necesitaba pensar en toda esta situación, y todo lo que sentía en este momento.
No puedo negar que conocer a Rebeca fue un auténtico vuelco en mi vida, y que desde luego nuestra relación en un principio empezó muy mal.
Sobre todo por mi culpa, eso estaba claro.
Le dejé claro desde el principio que no quería saber nada de ella, y en cierta parte, era así. Pero conforme pasarón los días y fuí viendo como era ella, solo tenía curiosidad en conocerla más. Con el tiempo me volví sobreprotector con ella sin darme cuenta. Y para intentar pasar más tiempo con ella y conocerla más le propuse arreglar el coche.
Porque en ningún momento quise hacerlo con Evolet o Marcus, solo quería hacerlo con ella.
No pude evitar comparar mi sentimientos por ella a mis sentimientos por Evolet.
ESTÁS LEYENDO
Storge
RomanceRebeca ha esperado toda su vida para cumplir su mayor sueño. El residir en Estados Unidos y vivir todas aquellas cosas con las que había fantaseado de niña. En la casa donde vive, conoce a Dereck, el hijo de los padres que habían acogido a Rebeca d...