La preparación

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A la mañana siguiente me levanté por el ruido de mi despertador, programado para levantarme a las diez de la mañana.

Ese día tenía bastantes cosas que hacer, una de ellas y la más importante era ir a mi nuevo instituto, hoy era el día en donde me iban a hacer un tour por el instituto, además de tener que entregar mi matrícula y mi expediente académico para poder empezar el curso correctamente.

Además, esta noche tenía una fiesta en casa de una amiga de Emma, llamada Crystal, aún me sigue sorprendiendo la rapidez en la que van las cosas, pero supongo que será normal, cuanto antes empiece antes me acostumbraré a vivir aquí.

Así que, sin perder más tiempo me levanté de la cama y me dirigí al baño a asearme y a cambiarme de ropa, para después hacerme una coleta alta y dirigirme la puerta de la habitación para encaminarme a la cocina a desayunar.

Al bajar las escaleras y llegar a la cocina, me dí cuenta de que no había nadie, por lo cual decidí empezar a desayunar yo sola, no tenía tiempo que perder.

Abrí el armario que había en la parte de arriba de la cocina y cogí un tazón, para después ir al frigorífico y coger una gran botella de leche.

Al tenerlo todo listo cogí unos cereales y una cuchara para sentarme en unas de las sillas de la barra americana.

Empecé a desayunar mientras hablaba con Marc por teléfono, habían pasado casi dos días de no verlo y le echaba mucho de menos, aunque no quería demostrárselo, ya que no quería que se preocupara.

Estuvimos hablando durante un rato bastante largo, me tire más tiempo del necesario para tomarme los cereales, pero le estuve contando a mi novio sobre mi nueva casa y mi nueva familia, y lo que iba a hacer hoy, con lo cual no me importaba mucho.

Lo único que no le conté a Marc era lo de la fiesta en casa de Crystal, no sabía si decírselo o no, ya que no quería que pensara alguna cosa errónea de mí, como por ejemplo el hecho de que yo he venido aquí para estudiar y no para ir a fiestas con gente que ni él conoce.

Marc no era una persona tóxica, pero para estos temas era muy exigente, no le gustaba que fuera a fiestas sin él, ya que según decía "podría ser peligroso", así que siempre iba acompañado por él, aunque luego nos llegábamos a separar por temas de amistades.

Al terminar de desayunar dejé el cuenco en el fregadero para poder lavarme las manos en el grifo.

En el momento en el que me estaba secando las manos con un trapo oigo pasos detrás de mí.

Recé para que no fuera Dereck, por favor que no sea Dereck.

Desde mi última conversación con él lo último que quería era verlo, me incomodaba bastante su presencia.

Al girarme me di cuenta de quién era la silueta que se escondía detrás de aquellos pasos.

Dios, definitivamente era gafe.

Aquel Dereck que se presentó en mi habitación sin permiso se encontraba como la última vez que lo ví, con el torso desnudo y unos pantalones de pijama grises, tenía el pelo despeinado y unos ojos azules brillantes.

Al llegar junto donde yo estaba se paró en seco y me miró fijamente durante unos segundos, que se hicieron eternos.

-Buenos días intrusa – Dijo mientras se dirigía al armario donde se encontraban los vasos.

Vaya, me sorprendía mucho que se dignara a saludarme.

- Buenos días Dereck – Dije mientras cogía mi móvil para dirigirme de regreso a mi habitación.

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