"¿Ya llego el intruso?"
— Jones —susurran en mi oído pero me doy vuelta adormecida nuevamente—. Levante ahora rubia.
Abro los ojos lentamente cuando siento que pican mi mejilla. Cuando los abro completamente me encuentro con un par de ojos verdes y allí es donde recuerdo que Nate se había colado a mi habitación sin que mis padres se enteren.
Miro mi ventana y me doy cuenta de que esta amaneciendo. Me paro automáticamente y coloco mis pantuflas en mis pies.
— Esta amaneciendo debes irte —tiro de su mano y salimos de la habitación lentamente.
Íbamos bajando poco a poco sin hacer ningún tipo de ruido. El sale de la casa por el patio trasero no sin antes robarme un beso. Cierro la puerta a mi espaldas y suelto un suspiro pero cuando levanto la mirada ahogo un grito.
— ¿Qué hacías con Nate a estas horas Asti? —me pregunta Zac dejando su chaqueta en el perchero de la sala.
— Yo... emm... yo... —tartamudeo por los nervios.
Mi hermano ríe y saca un vaso para servirse agua del refrigerador.
— ¿Están saliendo? —pregunta sin inmutarse y yo me atraganto con mi saliva—. No tienes que tener vergüenza Asti, aunque Nate sea mi mejor amigo puedes salir con él.
— No estoy saliendo con el —le respondo y el frunce su ceño—, es complicado.
— Como tú digas hermanita —me concede.
Lo miro detenidamente y es allí cuando me doy cuenta de que el también recién llega a la casa porque esta vestido con ropa de calle. Lo miro con detención hasta que encuentra mi mirada a la vez que le da un mordisco a una tostada.
— ¿Qué? —pregunta con la boca llena.
— ¿De dónde vienes Zac? —le pregunto con curiosidad.
Él se sonroja al instante y se pasa sus manos por el pelo.
— También es complicado —responde y entiendo al instante.
— Espero que lo complicado lo presentes pronto hermanito —le digo dándole un palmadita en su hombro para subir de nuevo a mi habitación y poder dormir.
****
Mis padres habían tenido la pésima idea de venir a un parque a correr los cuatro juntos menos Zac. Así que ahora me encontraba sentada en una banca tratando que mi respiración se tranquilice.
Marcus pasa por mi lado riéndose de mi estado y le saco el dedo del medio. Estuve sentada hasta que mi padre me levanta dándome ánimos de que siga corriendo.
Cuando volvemos a la casa debo atar mi cabello en todo un moño despeinado y mi cara estaba totalmente roja. Abro la puerta con cansancio y al instante escucho risas en la sala. Giro mi cabeza y veo a todos los amigos de mi hermano en mi sala mirando películas.
Trato de pasar sin que me vean pero Marcus me empuja para poder entrar haciendo que suelte un grito desprevenido. De un momento a otro todas las cabezas giran a vernos y yo golpeo a Marcus quien se ríe de mí.
— ¡Hola chicos! —saluda animadamente mi madre.
Ellos comienzan a saludarla a ella y a Marcus mientras yo me quedo en una esquina mi padre llega y choca los cinco con cada uno.
— Astrid Jones no seas grosera y saluda —me regaña mi madre.
— Ah sí, hola —los saludo con mi mano pero al ver la mirada de reproche de ella saludo a uno por uno con un beso en la mejilla.

ESTÁS LEYENDO
Malas decisiones
Romance[COMPLETA] Astrid Jones tiene todo en su vida: una grandiosa familia, buenos amigos y calificaciones esplendidas. Nate Myers era todo lo contrario: malos hábitos, malas calificaciones, peleas y alcohol. Astrid odia de por vida a Nate. Nate quiere ha...