Malas decisiones

Capitulo 29

"El adiós"

Cinco meses después...

— ¿Me puedes dejar tu habitación cuando te vayas? —me pregunta Marcus ayudándome a empacar mis cosas de la habitación.

— Claro que no —le contesto—. ¡Y ni se te ocurra despegar mis vinilos y mover mis cd!

— Que aburrida eres Asti —me dice Zac mientras me pone todas mis almohadas en una caja.

Termino de empacar todos mis libros que me llevare en una caja y la cierro con ayuda de Zas. Finn decidió irse conmigo debido a que tomo una beca en la escuela de música para emprender mejor su camino hacia la música.

— ¿Empacaste toda tu ropa? —me pregunta mi padre entrando a la habitación.

— Creo que se me olvida algo —le respondo dudosa.

— Tu vestido lila preferido —me contesta mi madre apareciendo en la habitación con él.

Sonrió satisfecha y todos me ayudan a bajar mis cosas hacia abajo. Toda la casa estaba patas hacia arriba debido a mi mudanza a Italia y la mudanza de Zac a Londres. Él se había decidido irse a estudiar economía allí y mi tío Matt lo ayudo a buscar un departamento por la zona.

Bajo mis maletas en ambos brazos debido a que ambas están totalmente pesadas. Hoy sería mi viaje para ya instalarme allí y comenzar mi nuevo comienzo. Zac se iría a Londres mañana y Finn se iría conmigo hoy.

— Llego por quien lloraban ­—anuncia la tía Max entrando a la casa junto a Mia, Brit y Alice.

— ¿Dónde está Finn? —pregunto extrañada.

— Está tratando de luchar con las maletas para que quepan adentro del auto con su padre —me responde Max.

Me rio imaginándomelo y acomodo todas mi cosas en el auto con ayuda de todos. Cuando estábamos por salir veo que en frente estaba Nate con una chica y cruza mirada conmigo y luego enciende su motocicleta y se van rápidamente.

Todos nos dirigimos hacia un restaurante de comida italiana para realizar una cena de despedida para mí y Finn.

***

— Lo dijiste por teléfono Maxine y yo quede en shock —le dice mi madre riéndose.

Ambas estaban contando como la tía Max se enteró que estaba embarazada de Finn. Todos ríen al escuchar a mi madre contar como Brandon casi se desmaya al enterarse pero todos formulan un aww cuando le pidió matrimonio luego.

— Todos sabíamos que el inglés candente iba a terminar con nuestra bicho feo —nos dice Brit haciéndonos reír.

— Más cuando Emma nos decía que solo eran amigos —le recuerda Max.

— ¿Acaso son mis mejores amigas o mis enemigas? —le cuestiona mi madre.

Todos sueltan una carcajada y veo como Brit las abraza a ambas. Observo a Alice y a Finn y espero ser como ellas cuando seamos adultos. Noto que Alice esta con semblante triste y con la cabeza gacha así que decido acercarme a ella.

— ¿Qué sucede Alice? —le pregunto.

— ¿Qué pasara si encuentras una nueva mejor amiga italiana? —me cuestiona y yo rio.

— Tu siempre serás mi mejor amiga Alice —le respondo con lo obvio.

— ¿Por qué yo seré mucho más genial que ellas? —vuelve a preguntar y asiento.

— Lo dudo —le responde Finn haciéndola enojar—. Mentira castaña siempre estás en una partecita de mi corazón.

­— Los voy a extrañar idiotas —nos dice a ambos abrazándonos de lado.

Pasamos toda la cena así hasta que llega el momento de ir al aeropuerto. Cuando llegamos mi madre me abraza y no me suelta mientras siento como llora en mi brazo y acaricio su espalda para consolarla.

— Vendré a visitarlos siempre cuando pueda —les digo a toda mi familia.

— Mejor no regreses me gustara ser hijo único —me dice Marcus restándole importancia y yo lo abrazo—. Quítate encima de mi bichito feo —me dice con asco y yo rio.

— Te voy a extrañar pequeñín —le digo y me mira ofendido por llamarlo así.

— ¿A mí no me extrañaras adoptada? —me pregunta Zac llegando a mi lado y abrazándome.

— Claro que si pequeñín mayor —le respondo.

— No tiene sentido tus apodos Astrid —me dice con aburrimiento Marcus.

Le saco el dedo del medio y el me saca su lengua. Mi madre llega a nuestro lado con los brazos cruzados y ambos reímos. Me despido de Alice y de Brit y Max junto a Mia. En los parlantes anuncian que nuestro vuelo ya estará por salir así que emprendemos camino hacia al avión.

Ya casi llegando me doy vuelta con la esperanza de que esa persona aparezca pero al darme cuenta que no aparecerá más sonrió por mi tonta imaginación y entro engancha del brazo de Finn sin mirar atrás dejando así a la Astrid con malas decisiones atrás.