Capitulo 21

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"Londres Parte 2"

Nos bajamos del auto y veo como una chica y tres chicos comienzan a saludar a mis primos. Notan nuestra presencia y cada uno nos saluda animadamente como si nos conociéramos de toda la vida.

Nick lidera el grupo y todos nos adentramos a la discoteca. Mi hermano y los chicos se separan para ir por tragos y me quedo junto a Grace y su amiga Leah quien me agrado mucho.

Bailábamos al ritmo de la música hasta que los chicos se agregan a la ronda para bailar con nosotras. Chase otro amigo de mis primos el cual es rubio al igual que yo baila conmigo entre risas. Estuvimos así por un buen rato hasta que el alcohol hace efecto sobre mí y decido alejarme del grupo para ir a tomar un poco de aire.

Cuando llego a un balcón y por la situación decido hacer algo que me arrepentiré. Tomo mi móvil y marco el primer número de mi lista.

¿Hola? —dice su voz adormecida.

— Sabias que eres muy lindo —le digo sin pensarlo mucho.

¿Astrid eres tú? ¿Estás ebria? —pregunta a la vez.

— Te extraño Nate, ven aquí —evito su pregunta—, baile con un chico pero no es lo mismo que contigo.

¿Bailaste con un chico? —pregunta más despierto y yo rio—. No te rías Jones te estoy escuchando.

— No te pongas celoso Myers sabes que no hice nada con el —le respondo divertida.

No estoy celoso solo que no me gusta que coqueteen con mi chica —me dice y yo me derrito por dentro.

Grace aparece diciendo que debemos irnos y yo asiento y señalo mi móvil y ella asiente para volver a irse.

— Debo irme Nate, mañana por la noche volveré a casa —le digo despidiéndome—. Ah y Nate te quiero.

Cuelgo el móvil antes de que el me responda y al instante de decirlo me arrepiento. Aquel te quiero salió de mi sin pensarlo y todo gracias a ala platica que Grace anteriormente me hizo replantear lo que en verdad sentía por Nate y ahora es cuando más claro lo tengo.

***

A mis tíos les dio la gran idea de ir los tres a desayunar juntos. Zac no nos acompaña debido a la gran resaca que lo acompaña al igual que mis primos.

Pedimos nuestra orden y cuando llega comenzamos a comerla mientras conversamos de mi futuro con el arte. Ellos me dicen que me apoyaran al igual de mis padres si me aceptan el año que viene en aquel instituto de Europa.

Holly aparece en la cafetería para raptarme de mis tíos y llevarme de compramos para pasar un rato juntas. Ella entra a una tienda de vinilos y yo la acompaño así compraba unos para Finn de regalo.

Caminamos durante horas por todo el centro comercial y cuando nuestros pies ya no dieron más decidimos ir por un helado y sentarnos un rato para descansar.

— ¿Por qué tienes tu móvil apagado desde anoche? —me pregunta intrigada.

— Solo es para poder disfrutar sin interrupciones estas últimas horas ­—miento.

La verdad es desde aquella llamada donde le dije te quiero a Nate lo apague para huir de la situación incómoda que voy a vivir cuando llegue a casa.

— Mientes igual de malo que tu madre ­—me dice riéndose—, suelta la verdad Astrid soy todo oídos.

Suelto un gran suspiro y vuelvo a hablar.

— Un chico me gusta y sé que dijimos de empezar de cero pero no sé qué es lo que siento por el realmente —le confieso—, y tal vez anoche un poco ebria le confesé que lo quería por llamada.

—Voy a ignorar el hecho de lo de ebria y te diré lo que pasa realmente —me dice y yo asiento sonrojada—. Cuando quieres a una persona en verdad haces todo por él y a veces las palabras y sentimientos salen sin que uno se lo espere y eso es lo que está bien.

— ¿Quedar como una tonta? —pregunto y ella rueda sus ojos.

— No Astrid —me regaña—, lo que quiero decir es que no debes pensar muchas las cosas porque los sentimientos son mucho más fuerte que las acciones y es allí cuando haces cosas sin pensarlo.

Sonrió al escuchar sus palabras de ánimo.

— ¿Y qué debo hacer con él? —pregunto confundida.

— Debes hacer lo que tu corazón te mande —responde—. Si en verdad lo quieres Astrid lucha por el, enfréntate a aquella barrera que tú misma te pones contra él y disfruten de lo más lindo que un ser humano puede hacer y es amar —me dice con una sonrisa.

— Gracias por tu consejo Holly no sé lo que haría sin ti —le digo y ella ríe.

— Esta conversación me recuerda a una que tuve hace unos años con una chica —me dice con nostalgia.

— ¿Y aquella chica pudo estar con el chico? —le cuestiono intrigada.

— Aquella chica es tu madre y el chico tu padre —me responde y yo agrando mi sonrisa.

Saber que mis padres pasaron por baches en su relación me hace creer que aunque todo este cabeza arriba siempre vas a poder encontrar aquella persona que te ponga los pies en la tierra. Y mis padres son el claro ejemplo de que las almas gemelas existen.

Malas decisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora