Capítulo Siete

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Johan y yo nos quedamos solos. Estamos en una piscina a las 10:48 de la noche y no se oye nada.
-Bueno... Pues aquí estamos, solos -le digo.
-Sí.
-Tú tienes novia,¿verdad?
-No - me dice.
-¿Y por que no?
-Es que estoy esperando a la chica que quiero. Bueno, se cómo es la chica perfecta.
-¿Y cómo es? -me he quedado un poco perpleja al decir que tiene a la chica perfecta en mente, ¿y si no se parece nada a mi?
-Es morena, de pelo corto, es más pequeña que yo y tiene los ojos más bonitos del mundo ya que son color chocolate.
No me lo puedo creer. Me ha descrito al pie de la letra.
Me acerco a él, él me mira, yo le miro. Me agarro a su cuello y él rodea mi cintura agarrándome la espalda lentamente. Apollo mi frente contra la suya y él me empuja acia arriba haciendo que mis piernas se agarren a su cintura, y cuándo ya no puedo aguantar más. Junta sus labios con los mios.
Cuándo nos separamos, él va a hablar, pero yo lo interrumpo y ahora soy yo la que junta mis labios con los suyos. Y cuando nuestros labios se separan nos miramos y él me empuja un poco más a su cuerpo (con facilidad, ya que estamos en el agua).
-Vaya -me susurra.
-Vaya -le susurro yo.
-Te quiero Lynn. Te quiero desde hacía ya tiempo.
-Y yo a ti. Te quiero Johan.
Me bajo de su cuerpo, aunque me gustaría quedarme encima.
De repente suena mi teléfono. Salgo de la piscina y respondo. Es mi madre.
-Mi madre dice que me tengo que ir ya -le digo poniendo carita triste.
-Que pena. Mañana seguimos -me dice guiñandome un ojo. Sorío y me enrollo la toalla en mi cuerpo.
Salimos del recinto y cierro con llave la puerta.
-Buenas noches. Que sueñes con los angelitos -me despido.
-Entonces nos vemos en mis sueños dulce angelito -me responde.
(...)
Me dirijo a mi casa sonriendo y pensando en lo que acaba de pasar. ¡Nos hemos besado!
Al llegar a mi casa mis padres ya han vuelto.
-Hola, ¿que tal ha ido la cena? -les pregunto para que no les de tiempo a preguntarme a mi.
-Bien,¿y eso que estás tan feliz? -me pregunta mi madre.
-Nada -digo intentando hacer que mi sonrisa desaparezca. No lo consigo- Me voy a acostar ya, que estoy cansada.
-Vale. Buenas noches -dicen al unísono.
Subo las escaleras lo más rápido que puedo. Me quito el bañador y me pongo ropa interior. Me seco el pelo como puedo, porque estoy temblando, y me pongo una camiseta que me llega por el final de la cintura.
Cuando me meto en la cama mi móvil bibra. ¡Es Johan!
Me dice por WhatsApp que le gusta mi bikini. Me pongo colorada, pero lo bueno es que él no me puede ver.
Él llevaba un bañador azul, así que le digo que a mi me gusta el suyo y lo llamo "Mi príncipe azul".
Me envia un corazón gigante que late, y el latido se une al de mi corazón.

Soñando despiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora