16. ¿Una niña en la pizzería?

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Foxy seguía mirando a la pequeña hasta que esta se dio cuenta y vio que su madre estaba a lado de un hombre alto y pelirrojo, la pequeña corrió donde su madre acercándose al zorro.
-¿Este es mi papi?- preguntó la pequeña lo más tierna posible y mirando al zorro.
-Sí hija- respondió Stela sonriéndole a su pequeña hija. -Su nombre es Frank-
-¿Papi Frank?- Max miraba al pelirrojo.
-S...Sí...- la voz de Foxy temblaba, prosiguió a coger a la pequeña para levantarla y abrazarla.
-Foxy...- Bonnie seguía llorando, pero ya no era de tristeza, era de enojo combinado con un poco de felicidad.
-Me alegro que os llevéis bien- Stela sonrió.
-¡Foxy!- otro grito femenino se escuchó.
-¿Mangle?- Foxy dirigió su mirada a donde provenía el grito, es decir, del techo. -¿Que pasa?-
-¿Esa pequeña niña está perdida?- preguntó bajando.
-No... Es... Mi hija- respondió abrazando a la pequeña.
-¿¡¿¡HIJA!?!?- gritó Chica quién iba pasando por ahí.
-Eh...-
-Sí, es NUESTRA hija- respondió Stela con autoridad. Eso hizo que Bonnie reventase en llanto.
-¡Bonnie!- el pelirrojo se acercó a su amado.
-¡No me toques!- gritó desesperado.
-Papi... ¿Que le pasa?- preguntó Max mientras veía como Bonnie se alejaba rápidamente.
-Stela, tengo que hablar con él- dijo el pelirrojo mirando a la pelilavanda.
-Vale... Mañana te traeré a Max, al fin podré ganar dinero para comprarle todo lo que quiere- dijo la pelilavanda.
Foxy bajó a Max de sus brazos y salió disparado en dirección a donde se había ido Bonnie. Una sonrisa maliciosa se formó en el rostro de Stela.
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Foxy no encontró a Bonnie por ningún lado, estuvo toda la tarde buscándole pero ni rastro había del conejo.
-Maldición- se dijo a sí mismo.
-¿Necesitas mi ayuda?-
-Pancrasio... No gracias-
-¿Foxy?-
-¿Huh?- el zorro volteó sin ver nada.
-Aquí arriba-
-Man... ¿Mari?- exclamó el pelirrojo.
-¿Porque no nos habías dicho que tienes una hija pequeña?- preguntó la peliblanca bajando con cuidado.
-Tampoco lo sabía- respondió con la voz un poco temblorosa.
-Puedes contarme todo, confía en mí- dijo en tono maternal la peliblanca.
-¿Sabes Mari? Pienso que te conozco desde hace mucho tiempo atrás- el zorro se dejó caer al piso de afuera de los baños.
-La verdad, haz crecido mucho... Frank- la peliblanca lo miró detenidamente. -Doce años y sigues siendo igual-
-Mari...- el pelirrojo comenzó a recordar algunas cosas. -Tú... ¡¿Como no pude reconocerte?!- gritó el pelirrojo mirando de pies a cabeza a la peliblanca. -Tú cabello era más largo y tenías otro peinado-
-Estoy más vieja, por eso- rió.
-No lo estas, ¡eres joven aún! Pero bueno... ¿Haz visto a Bonnie?- preguntó preocupado.
-Debe estar en el Parts and Services- respondió la peliblanca.
-¡Gracias Mari!- el pelirrojo comenzó a correr hacia Parts/Services.
Cuando llegó no se encontró con nada, ningún rastro de vida... A excepción de la araña que pisó cuando entró, quién de hecho ya había muerto. Miró a todos lados y recorrió la pequeña habitación, pero seguía sin haber nada; de seguro estaba en su cuarto ya que era bastante tarde.
-Sí que se fue rápido el tiempo-
-Pancrasio no interrumpas-

Por otro lado, Bonnie estaba en el cuarto que compartía con Foxy, habían dos camas así que no le traería mucho dolor, pero aún así dolía, sus ojos estaban rojos de tanto llorar y a cada momento se le venía a la mente Foxy junto a Stela y su hija.
-¿Porque sigues sufriendo?
-No es fácil enamorarte, siempre hay obstáculos...-
-No sigas con esas mariconadas, el dolor está en tú mente ¡NO EN TÚ CORAZÓN!-
-Lo sé Ancleto... Lo sé...-
-Ahora quiero que te levantes, vayas al baño a lavarte la cara y luego vayas a comer algo porque pareces un pinche desnutrido-
Bonnie se levantó de su cama y se dirigió al baño, lavó su cara y ordenó un poco su cabello, no tenía sentido volver a recogerlo en una coleta así que lo dejó suelto. Salió del baño y se colocó unas calcetas para bajar, a penas salió de su cuarto pudo notar la soledad que había, todo estaba silencioso MUY silencioso... Caminó por el pasillo a paso lento mientras que su estómago rugía de hambre; por un momento, pensó en como sería estar embarazado.
-Los hombres no se embarazan que yo sepa...-
-C...Calla... Sólo fue un pensamiento involuntario...- las mejillas del pelimorado se tornaron de un leve color rojo cuando pensó como sería tener un bebé de Foxy.
Bajó cuidadosamente los escalones tratando de no resbalar pero estaba demasiado oscuro, aún no se acostumbraba a esta pizzería, palpó la pared pero no encontró el interruptor. Siguió caminando hasta que de un momento a otro sus pies le fallaron y lo hicieron caer sobre algo más menos blando.
-¿¡Eh!?- las mejillas del pelimorado se encendieron nuevamente al notar; con la poca luz que había; sobre quién había caído.
-Bon...- pronunció el zorro aún bajo del conejo.
-Lo... Lo siento- el conejo quiso levantarse pero el pelirrojo lo detuvo abrazándole fuerte pero sin aplastarle mucho. -Foxy... S... Suéltame- sus mejillas se encendieron un poco más.
-Sólo un minuto más...- el zorro estaba disfrutando ese abrazo, necesitaba que alguien le diese un abrazo lleno de amor. Estuvo un minuto justo abrazándole y luego le soltó, levantándose y ayudando a Bonnie a levantarse.
-Foxy... Lo siento...-
-Yo debí decirte mí pasado, pero juro que no sabía que tengo una hija- el zorro bajó sus orejas arrepentido.
-A... Amor....- el conejo se sonrojó a más no poder, observó el ojo brillante de Foxy en la oscuridad sonriendo un poco.
-Bonnie, yo en verdad lo siento, te grité y no te dije sobre Stela; un "perdóname" no es mucho pero es todo lo que puedo hacer por el momento... ¿Puedes perdonarme?- el zorro se acercó al pelimorado y le acarició la mejilla con ternura.
-Yo debería de pedirte perdón... No quiero perderte- el conejo lo miró directamente a su ojo.
-Conejito, eres lo más importante en mí vida, no podría estar enojado contigo- respondió el zorro sonrojándose un poco. Se acercó al conejo hasta poder sentir su respiración, unió sus labios en un ardiente y apasionado beso mientras su lengua se adentró en la boca del otro atrapando su lengua y explorando cada rincón de la cavidad del pelimorado. Estuvieron así por unos momentos hasta que tuvieron que separarse por falta de aire, ambos jadeando y con sus rostros rojos como tomate.
-No me haz dado lo que me prometiste conejito- dijo el pelirrojo sonriendo pervertidamente.
-Ven...- el pelimorado cogió al zorro de la mano y lo llevó corriendo arriba parando justo delante de la habitación de ambos. Bonnie deslizó su mano por el pomo de la puerta girándolo y entrando con Foxy de la mano; cerró la puerta con seguro y sentó al zorro en la cama sentándose sobre él.
-Bonn...- fue callado con un beso, corto pero dulce.
-Foxy... Hágamoslo- las mejillas de Bonnie estaban completamente rojas, el zorro, al ver la expresión de este, comenzó a besarle el cuello.
-Ah...- el conejo se retorció un poco al sentir los carnosos labios del zorro en su cuello.
El pelirrojo siguió con los besos, rápidamente rompió la camisa del pelimorado con su garfio y bajó donde se encontraban los erectos pezones del conejo, comenzó a lamerlos en círculos mordisqueándolos un poco. Los gemidos del conejo inundaron la silenciosa habitación, eran música para los oídos del zorro.
-Foxy...- el conejo sintió el duro miembro del pelirrojo rozando su entrada. El pelirrojo bajó los pantalones y el bóxer del pelimorado dejando a la vista el erecto miembro de este, empezó por masturbarlo sacando varios gemidos involuntarios del conejo.
Le enseñó tres dedos al conejo acercándolos a su boca y este sin pensarlo los lamió como si fuesen una paleta, cuando el zorro sintió que estaban listos, los sacó de la boca del pelimorado y lo empujó hacia atrás recostándole en la cama, acercó sus dedos a la entrada el pelimorado y metió los tres dedos de una sola.
-¡Agh!- Bonnie dejó escapar un grito de dolor mientras era embestido por los dedos de Foxy. Prontamente los quejidos comenzaron a convertirse en gemidos de placer.
-Voy a entrar- dicho esto, el pelirrojo retiró sus dedos bajando sus ropas y acercando su miembro a la entrada dilatada del pelimorado, comenzó a embestirlo más menos despacio aunque por dentro sólo quería desgarrarle y hacerlo suyo.
-¡F...Foxy! ¡Mgh aah!- el conejo movía sus caderas al ritmo de las embestidas aferrándose a las sábanas. -¡Duele!-
-Bonnie... Eres muy... Estrecho...- el zorro estaba jadeando mientras seguía embistiendo al pelimorado. Dejó las embestidas suaves para comenzar a penetrar fuertemente golpeando un punto delicioso dentro del pelimorado haciendo que este diese gemidos mucho más fuertes que los anteriores, el interior de Bonnie apretaba el miembro de Foxy sacándole uno que otro gemido de placer mientras embestía rápidamente.
-¡M...Más!- gritó el conejo soltando las sábanas y abrazando al pelirrojo clavando sus uñas en la espalda de este.
Ambos estaban casi en su límite, jadeando en busca de más y a pesar del dolor esa pasaría a ser una de las mejores noches de sus vidas.
-¡Foxy... Me vengo!- el pelimorado se corrió manchando el pecho de ambos.
-¿Puedo... Hacerlo dentro?- preguntó jadeante el pelirrojo embistiendo más rápido.
-Hazlo- el conejo comprimió el miembro del zorro sintiendo como un líquido espeso y caliente recorría su interior. -Haaa...- el zorro besó apasionadamente al conejo haciendo lucha de lenguas mientras se retiraba del cuerpo del menor, se tuvieron que separar por falta de aire.
-Finalmente soy tuyo...- dijo Bonnie acomodándose.
-Te amo, mi conejito- Foxy sonrió abrazando al menor y recostándolo en su pecho.
-También te amo, pirata- respondió Bonnie abrazando de igual manera al mayor.
Ambos se dieron un último beso apasionado antes de caer dormidos.
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Un poco de luz golpeaba el rostro pálido de Bonnie logrando que este se despertase fregándose los ojos, trató de levantarse pero algo que lo rodeaba por la cintura se lo impidió, miró hacia su lado y vio a su bello pirata durmiendo... O más bien, roncando. Trató de zafarse de sus brazos sin despertarle, pero este le tenía bien agarrado. Se apoyó quedando sobre él y depositó un dulce beso en sus labios; luego cuando estaba a punto de separarse, la lengua del zorro se introdujo en su boca provocando que este soltase un pequeño gemido, cuando pudo liberarse escondió su rostro en el pecho de Foxy.
-Buenos días conejito- el pelirrojo sonrió amablemente.
-B...Buen...os... Dí... as...- el pelimorado hablaba entrecortado por la vergüenza.
-Me gustaría seguir así tooooda la mañana- dijo el zorro relajándose.
-A... A mí tam....bien....- el pelimorado subió su mirada encontrándose con la mirada del pirata. -Creí que no te gustaba sacarte tú parche- dijo sonriendo.
-¿Sacarme el...?- Foxy palpó su ojo derecho sin encontrar su parche. -¿Donde está?-
-Hey, no me culpes a mí, yo no lo saqué- dijo haciendo pucheros.
-¡No puedo resistirme!- gritó Foxy volteándose y quedando sobre el conejo dejándole sin escapatoria.
-F...Foxy no...- el pelimorado se sonrojó a más no poder mientras que el pelirrojo le lamía el cuello.
-¡¡¡DESPERTAD YA PEDAZOS DE MIERDA!!!- se escuchó un grito masculino seguido de golpes a la puerta del cuarto de ambos.
-¿Que hora es?- preguntó calmado el zorro.
-¿Crees que yo lo sé?- dijo en broma el conejo.
-Idiota- el zorro le dio un beso en la nariz al pelimorado.
-Soy tú idio-
-¡APURAOS! ¡SON LAS 12!-
-¡CÁLLATE YA FAZMIERDA!- gritó Foxy enojado.
-¡HAY ALGUIEN ESPERÁNDOTE!- gritó Freddy del otro lado.
-¿Alguien...?- el zorro se puso a pensar. -¡MIERDA!- se levantó bruscamente de la cama tropezando con todo.
-Foxy cálmate- Bonnie se sentó en la cama pero un dolor punzante en su baja espalda lo obligó a acostarse otra vez.
-¡No puedo! ¡Hoy viene esa niña!- gritó mientras se colocaba los pantalones.
-Niña...- el pelimorado se deprimió un poco. -TÚ hija...-
El pelirrojo volteó y vio al conejo con la mirada perdida en la nada.
-Hey, ahora que estará aquí... Mm... Esto puede sonar raro... ¿Quieres que sea como nuestra hija?- preguntó el zorro mirándole.
-Eh... ¡Sí!- gritó el pelimorado sonriendo alegremente.
-Creí que no aceptaría...-
-Calla Pancrasio-
El zorro terminó de ponerse ropa normal y se acercó al conejo.
-Bonnie, ¿quieres acompañarme?- la cola del zorro se movía de lado a lado.
-Está bien, ¿Me ayudas a pararme?- dijo sonriendo el conejo. -Aún me duele-
-Eh... Por eso, lo siento- dijo el zorro y ayudó al pelimorado a levantarse.
Luego de unos minutos, ambos estuvieron listos y salieron de su cuarto tomados de las manos.
-Ya era hora- se encontraron con un Freddy con el ceño fruncido.
-¡Corre!- gritó Foxy y salió disparado con Bonnie, llegaron abajo algo cansados por el susto que se habían dado con Freddy enojado.
-¡Buenas!- gritó Chica desde la cocina.
-¡Hey!- Foxy se asomó por la entrada a la cocina y la saludó sonriendo.
-¡Hola Chica!- respondió animado el conejo.
-¡Papi!- Max salió de donde se encontraba escondida.
-¡Hey pequeña!- Foxy se agachó y estiró los brazos hacia su hija.
Max se abalanzó hacia los brazos de su padre abrazándole, el zorro la elevó al aire dándole vueltas.
-¡Es muy mona como para ser tú hija!- chilló Chica.
-Ella tiene razón- Toy Chica apareció por la entrada.
-¡Incluso se parece a Bonnie!- chilló Chica.
-Yo no... Chicas...- respondió Bonnie apenado.
-Pero ahora será hija de Bonnie y mía- dijo Foxy. -Por cierto... ¿Donde está Stela?-
-Ella se fue apenas dejó a Max- dijo Toy Chica frunciendo el ceño. -Es una puta...-
-Una puta que se embarazó de Foxy...- Freddy entró y le dio un golpe a Foxy en el hombro.
-Papi ¿Que es puta?- preguntó la pequeña inocentemente.
-Lo sabrás cuando crezcas y sepas en que trabaja tú madre- respondió Chica con una sonrisa.
-Vale, parad- Bonnie intervino antes de que hablasen cosas peores.
-¡La verdadera mami de Max!- gritaron ambas chicas.
-No soy su madre...- el pelimorado se defendió.
-Me lo prometiste- el zorro fingió estar dolido.
-¡Mami!- Max comenzó a jugar con las orejas de Bonnie, siguiendo el juego a los demás.
-¿Sí pequeña?- el conejo le dedicó una amable sonrisa.
-¡¿¡LO VEIS!?!- gritó Chica tapando su nariz.
-¡ES MUY PASIVA!- gritó Toy Chica imitando los movimientos de su contraria.
-Pero es sólo mío- Foxy abrazó a Bonnie con su brazo libre.
-Ahora debéis aprender a ser padres- dijo Freddy sonriendo.

Del Odio Al Amor 「Fonnie AU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora