Del Odio Al Amor 「Fonnie AU」

Final Bueno [Good Ending]

-¡Ayu...da!- gritó el pelimorado sollozando mientras que con cada moviento perdía mas aire, este salía pero no entraba. Estaba desesperado y al borde de la muerte.
-Muere... Muere... ¡Muere!- la pelilavanda ejerció mas fuerza sobre el delicado cuello del conejo, mientras lo veía retorcerse esbozó una sonrisa; pero sus planes se arruinaron cuando la puerta se abrió de golpe, la pelilavanda miró hacia la puerta y algo fue a estrellarse en sus ojos haciendo que sus manos soltasen el cuello del pelimorado y se fuesen directamente al lugar dañado.
-Con el no te metas, perra-
-¡Mis ojos!- la chica chilló de dolor.
-¿Bonnie?- los amigos del pelimorado comenzaron a entrar, la rubia mas baja entró corriendo junto al castaño y se acercaron al pelimorado asustados, este recuperaba el aire lo que decía que aún estaba consciente.
-¡Llamen a un doctor!- gritó el castaño asustado. -Todo saldrá bien Bonnie, respira y no cierres los ojos-
-Con el novio de senpai nadie se mete- dijo la peliblanca acercando la pistola con la que había apuntado a los ojos de la pelilavanda hace unos instantes.
-¡Me las pagarás!- gritó la pelilavanda al recuperar la visión, se abalanzó sobre la peliblanca pero esta volvió a disparar las pequeñas bolas de plástico que tenia el arma de juguete, estas nuevamente dieron en los ojos de Stela haciendo que esta vez, chocase bruscamente con el ventanal que estaba en el cuarto de Bonnie, con el fuerte golpe que la chica se dio en la espalda, el vidrio de la ventana se quebró en mil pedazos, los cuales se incrustaron en su espalda. El estruendo llamó la atención del zorro quien salió corriendo de la habitación de a lado y entró en la de su novio. Pudo ver al menor recuperando aire, a Mangle con dos pistolas en sus manos y a Stela chorreando sangre, no se veía grave y se merecía lo que estaba pasándole. El pelirrojo corrió hacia donde estaba su novio y comenzó a llorar sobre el pecho de este.
-F...Foxy...- se escuchó el débil susurro del pelimorado.
-No hables amor...- susurró el pelirrojo besando la frente del menor.
El pelimorado obedeció y sólo sonrió, a los segundos entraron los doctores con una de esas típicas máquinas para respirar y conectaron al menor a ésta; sacaron a todos los presentes y a Stela la llevaron a una de las salas para poder quitar los cristales y desinfectar sus heridas, obviamente eso no sería gratis pero los de la pizzería no se ocuparían de pagar los daños hacia su persona.
El pelirrojo comenzó a caminar de un lado a otro por el pasillo esperando a que el doctor saliese y le dijese que podía pasar a ver a su novio, le importaba una mísera mierda lo que le hubiese pasado a Stela, era increíble cómo alguien que alguna vez había sido importante para él ahora trataba de cagarle la vida... Y de la peor manera, atacando a su novio.
Agarró su cabello con su única mano y lo tiró fuertemente mientras maldecía por lo bajo a la pelilavanda.
-Calmate Foxy...- el rubio colocó su mano en el hombro del pelirrojo tratando de calmarle.
-¡Es que no puedo!- chilló. -¡Si hubiese sido Fred tu también estarías así!-
-No peleeis...- susurró el ojiverde sentado en uno de los asientos mientras miraba al suelo con tristeza. -Bonnie-senpai está ahí dentro luchado por su vida y vosotros os poneis literalmente a pelear cómo dos niños pequeños-
-BonBon tiene razón- opinó el castaño claro. -Calmaos...-
Ambos chicos no dijeron nada más, finalmente salió el doctor, el pelirrojo se acercó a él rápidamente preguntando cómo estaba su novio sin éxito ya que el nerviosismo le impedía pronunciar bien.
-Lo que mi amigo quiere decir es si Bastián se encuentra bien- tradujo el castaño acercándose al pelirrojo, llevó su mano hasta la oreja del mas alto y tirándola fuertemente.
-¡¡¡AAAAAY!!!- chilló el zorro hasta que el castaño soltó su oreja.
-Ehhh... Pasad, el está sedado así que en unos minutos mas se dormirá- dijo el doctor un poco impresionado por la actitud de ambos chicos.
Todos entraron y pudieron ver al conejo con una mascarilla en su rostro, tenia una sonrisa en esta la que calmó un poco al zorro. Platicaron durante varios minutos hasta que los sedantes hicieron efecto en el cuerpo del menor dejándole profundamente dormido.

Dos meses después...

La recuperación del menor fue bastante lenta, su débil cuerpo debía de ser sedado cada vez que le daba una punzada, su cicatriz era bastante notoria. El pelirrojo estaba bastante preocupado por el menor, lo cuidaba cómo si fuese un tesoro; aunque realmente, era su mas grande tesoro.
Al menor le habían dado un mes mas de vacaciones para que su cicatriz sanase bien porque si hacia algún movimiento brusco esta podía abrirse nuevamente. Durante ese tiempo el zorro le mimó cómo si fuese uno de esos típicos niños millonarios que abusaban de su dinero. Eso le molestaba un poco al menor pero también le gustaba ver lo preocupado que estaba el mayor por él. Cuando era pequeño nadie se había preocupado tanto por él, todos sus amigos le cuidaban cómo si por un pequeño movimiento se fuese a quebrar en mil pedazos.
Ahora mismo estaba platicando con la peliblanca menor, este aún estaba agradecido con ella por haberle hecho tal cosa a Stela.
-Sigo sin creerlo ¿Cómo supiste que tu plan funcionaría?- preguntó el conejo por enésima vez.
-Yo las llevé porque siempre me aburro en los viajes- dijo mientras reía al recordar la reacción de la pelilavanda cuando los pequeños balines se incrustaron en los ojos de ella. -Además las llevaba en mi bolso y cuando escuché tu grito supuse que no era senpai quien estaba jugando contigo por lo que reaccioné y disparé a todos lados... Aunque- pausó ya que la risa le impidió seguir por unos segundos. -Nunca creí que llegarían justo a los ojos de la puta- se secó las lágrimas que habían comenzado a caer por la risa.
La puerta se abrió dejando ver al pelirrojo con una bandeja en sus manos, la peliblanca se levantó de la cama despidiéndose del conejo y de paso del pelirrojo y salió de la habitación dejándoles completamente solos.
-¿Te encuentras mejor amor?- preguntó el zorro dejando la bandeja a lado del menor.
-Si, estoy mejor...- dijo el menor mirando la comida. -Gracias por estar a mi lado...-
-Nunca te dejaré solo...- el pelirrojo se acercó a los labios del menor y depositó un apasionado beso en estos disfrutando la sensación.