Mi Limbo

¿Quién soy?

Caminaba por el pueblo con la compañía de Sam y su prima Katia realmente me agradaba su prima era todo lo contrario a Sam ella no dejaba que influyeran en sus pensamientos . Siempre decía lo que opinaba sobre ciertos temas sin temor a un rechazo.

Ese día peculiarmente íbamos hablando de los idiotas que jugaron con Sam y el problema que tuvo con Abel , la opinión de Katia era que ese tipo de personas a veces era mejor tenerlas alejadas puede que este pasando por momentos difíciles pero eso no justifica que alguien te trate de esa manera.

Sam se adelanto y yo quede platicando con Katia de la escuela , el periódico cuando escuchamos gritar a Sam.

-¡Mierda! - soltó Katia a mi lado

Ambas corrimos a la dirección de Sam y encontramos a Abel totalmente golpeado , la sangre caía en pequeñas gotas de su boca.

-¿Qué paso? - me acerque a el intentando ayudarlo.

-Mi .. mi - intentaba poder hablar pero las palabras no podían salir de su boca- mi papá.

Sam lo sostuvo entre sus brazos mientras que yo y Katia solo intercambiábamos miradas sin saber que hacer o decir.

-¿Cuanto tiempo tienes aquí? - le pregunto Sam con los ojos cristalizados.

- Tenemos que llevarlo a al hospital - sugerí

-¡No! - dijo Abel aun tirado en aquella banqueta

- Y que se supone que hagamos tres chicas en medio del atardecer - lo miro Katia

-Si regreso al hospital , levantaran una carpeta de investigación a mi papá - soltó Abel mientras intentaba ponerse de pie.

-Pero te golpeo Abel , ¿Cómo puedes defenderlo? - dijo incrédula Katia

-Es lo único que me queda , mi madre murió y el es mi padre ,podrá odiarme o intentar cambiarme pero eso no cambia el hecho de que lo quiera - nos miro con los ojos cristalizados

- Bien - tome una botella de agua que traía y se la extendí - ponte a hacer gárgaras para que limpies la sangre - lo mire

El me dio una sonrisa de agradecimiento y tomo la botella haciendo lo que le dije, Sam por su parte estaba buscando entre sus cosas para limpiarle el rostro que tenia tierra y algo de sangre.

- ¿Por qué te hizo esto? - pregunte sentándome a un lado de el.

- Sam debió contarte ya la patética y triste historia de Abel Collins - soltó una leve risa - nunca tendré a mi padre contento salimos a comprar algo para comer y se me olvido que no estaba con Sam o alguna de ustedes- soltó un suspiro pesado - es muy difícil esconder tu verdadera personalidad , tus sentimientos , lo que eres Maya , pero el punto es que mi padre vio a un grupo de chicas y me insinuó que debería ir a hablar con ellas ya sabes para sacar mi macho interior- lagrimas comenzaron a rodar sus mejillas - me negué a ir por que creí que podía por fin aceptarme y lo confronte diciéndole que me gustan los chicos y pues termine aquí , en una banqueta golpeado , sin un lugar a donde ir y con tres chicas mirándome con lastima.

- Creí que las personas ya aceptaban esto - soltó Katia con la voz cortada

-No la religión , personas exteriores ya pero es donde me pregunto si un dios realmente existe por que dejaría que nos hicieran daño - miro Abel a Katia - digo como lo dice en la biblia somos sus hijos por que si yo amo a alguien de mi mismo sexo tiene que ser satanizado , a veces solo quisiera salir y gritar quien soy.

-Hazlo - solté sin pensarlo , eso provoco que todos me miraran confundidos- ¡SOY MAYA ,LA PERSONA MAS CURIOSA DE ESTE PLANETA , A VECES NO SUELO CALLARME CUANDO ES NECESARIO , MI RELACION CON MI PADRE ES UNA MIERDA Y LA VIDA EN GENERAL LO ES! - solté un grito que estoy segura que se escucho hasta mi casa.