❝Seungmin nunca creyó tener que cuidar de un lobo, que para variar era un híbrido. Su vida daría un gran giro al momento de haber dejado aquella puerta trasera abierta❞.
☽ Gracias a @Dan_o_nino por permitirme la adaptación de esta hermosa historia...
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Lee Jongsuk, un alfa respetado por su manada, conocido por su gran y asombroso liderazgo que ha desarrollado desde que era un cachorro.
Era conocido también bajo el nombre de Jongsuk, siendo el más utilizado desde el momento en que su padre lo nombró el nuevo alfa de la manada hacia ya veintitrés años, cuando recién había cumplido sus veinte años su padre decidió nombrarlo como el nuevo líder, reconociendo sus capacidades y expandiendo los años de liderazgo bajo el apellido Lee.
De igual forma, se sabe muy bien que Lee Jongsuk no era alguien muy gentil a la hora de castigar a aquellos traidores que perjudicaban la seguridad de su aldea.
Su personalidad siempre fue una muy seria y dura de tratar, anteriormente no acostumbraba a sonreír, eso hasta que conoció a un omega pelinegro, quien lo hacía sacar de quicio con cada respuesta que le daba a la hora de reprenderlo por X o Y motivo, si, Park Hyungsik logró enamorar al alfa serio con sus respuestas sarcásticas.
Tres años después de su nombramiento como líder, dos años de su matrimonio y llegada de su primer hijo, llegó el nacimiento de su hijo menor, Lee Christopher Chan, quien desde niño, había mostrado personalidad y madera de alfa, tal como su hermano, Lee Minho, más conocido como Lee Know.
Ambos hermanos eran inseparables, entrenaban juntos, estudiaban juntos e inclusive disfrutaban de molestar a sus padres, juntos.
Haciendo pensar a Jongsuk que sus dos hermosos y fuertes hijos serían el futuro de la manada, siendo leales y estando dispuestos a protegerla a cualquier costo.
Eso hasta la inesperada noticia de que su hijo menor, después de días desaparecido y dado por muerto, regresa a casa y anuncia su amistad con un humano, un asqueroso humano, miembro de la raza que se ocupaba de cazar a los suyos, de aquella raza que se adentraba al bosque solo para comprobar que aquellas criaturas mágicas –como lo eran los híbridos– existían, y si tenían suerte, cazar unos cuantos para vender sus pieles o venderlos a ellos mismos como juguetes sexuales.
Le repugnaba la idea de que aquella amistad pusiera en riesgo la protección de su manada, su hijo había decidido vivir con aquel humano antes de con su familia, prefirió a un chico cualquiera que a su manada, pero para terminar de joder la situación, su mensajero, Lee Felix, le había mencionado un niño, no estaba seguro si era un bebé o un niño mayor, lo que le preocupaba era pensar que tal vez su hijo ya conocía al tal Seungmin y posiblemente aquel niño era producto de aquella relación.
— Te dije que no jugaras con fuego Christopher...
El hombre miró por su ventana, mirando a las familias bajo su cuidado caminar por las calles de su aldea.
— O podrías quemarte
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Seungmin caminaba con una sonrisa en su rostro, tomando de la mano al pequeño Choi quien al igual que su profesor llevaba una gran sonrisa, feliz de llegar con alguien que no lo reprendía por todo. A su lado izquierdo venía Chris tomando su otra mano, solo que este no traía una sonrisa, en cambio llevaba una nueva seria.
