La semana siguiente supe que se había acabado, ella no volvió a ser molestada por las chicas de la clase, y aunque yo me sentaba junto a ella, continuaba sin mirarme, como si no existiera a partir de ese día en la veterinaria.
¿Ni siquiera un "gracias" vas a darme?
Probablemente no me molestaría si fuera otra persona, pero yo no podía comprender que si fuí bueno con ella porque diablos me evitaba con tanta persistencia.
- Es que ya te dije que das miedo.
Chifuyu y yo estábamos a mitad de un receso, comíamos nuestro respectivo almuerzo mientras yo le contaba mis problemas con la dichosa mujer.
- No es que yo le dé miedo, simplemente no dice ni un puto gracias o algo así, me estoy mostrando algo interesado ¿No les gusta eso a las chicas?
-Deberías de dejar de pluralizar, Baji, tal vez no le agradas, el que muestres un poco de interés no significa que va a caer a tus pies como si fueras un Dios.
Miré a Chifuyu y el solo me dedicó una sonrisa, joder, resoplé un tanto iriitado, darle vueltas al asunto me hacia molestar sin que me diera cuenta.
-Solo debería olvidarlo.
-Que yo sepa a ti no te interesa nadie que no sea Kazutora.
Miré al rubio y este solo se alzó de hombros, no podía decir que no me interesaba Kazutora, era mi amigo, y más que ello podría decir que mi hermano, tal vez él tenía razón y solo veía el espejismo de mi amigo en una chica.
-Bien, ya hice lo que tenía que hacer y ya no hay más, al carajo, no planeo pensar más en esa mierda.
Seguimos comiendo un tanto callados mientras veíamos a la gente de nuestro alrededor, sorpresivamente durante este mes nadie se había metido con nosotros ni por un momento, incluso si chocábamos con alguien se disculpaban de inmediato. A estas alturas yo ya no era tan explosivo como antes, pero si que me daba rabia el que se cruzaran en mi camino, sin embargo una promesa es una promesa y no me meteré en líos para continuar viviendo por mi cuenta y no terminar en la correccional.
- Ese tipo...
Chifuyu habló bajo pero lo escuché claramente, miré a la dirección que él también observaba, y ahí estaba, el tal Takahiro junto a otros cuatro tipos, tenían pinta de ser pandilleros.
-¿Qué?
- El otro día hablaba de Hanako con otros chicos de grados menores, decía que era bonita y otra tanta basura, la describía con un montón de extraños detalles, no pude escuchar todo pero me huele mal.
Claro que es bonita, pero me molestaba que fuera tan grosera.
Alcé los hombros fingiendo que no era de mi interés, aunque la verdad estaba algo confundido respecto a la relación de esos dos, en ocasiones los veía caminar uno junto al otro, Takahiro parecía comportarse un tanto cariñoso, sin embargo Hanako se quedaba quieta y seria sin decir palabra, no creía que fueran novios ya que cualquier novio se molestaría si lastimaran a su chica, sin embargo tenía razones para creer que era un jodido violento y puso a Hanako en esa situación para castigarla por algo que no le gustó.
-Tal vez esté atrapada en su relación.
-¿Son novios?
-No lo sé, y no me interesa, dije que no volvería a involucrarme, cualquier cosa que tenga que ver con esa mocosa de mierda no es asunto mío.
Aunque estaba hablando con mi compañero no dejé de ver al sujeto, de lejos era un tanto parecido a Hanma, tenía esa complexión y altura, sin embargo el cabello era oscuro y no tenía algún tatuaje a la vista; uno de sus compañeros notó nuestra vista sobre ellos y de inmediato informó a Takahiro que parecía ser el líder. Desde lo lejos pude ver como nos examinaba con la mirada y sonreía para avanzar hacía nosotros bastante confiado.