O N C E

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Camine con pasos desganados en cuanto me sentí lo suficientemente cansado para correr, con cada pisada mi corazón se sentía más y más roto, en mis manos estaba la cajita con Gyu dentro totalmente frío e inerte,en mi cabeza sólo daba vueltas la frase "Me lo merezco" conseguí llegar a la casa de mi madre, Chifuyu había llamado varias veces mientras estaba de camino pero no contesté, incluso había apagado el teléfono para que dejara de molestarme, solo caminé y caminé en la fría noche hasta que finalmente me encontré aquí.

Subí las escaleras de el complejo, me quedé parado justo en el lugar donde Chifuyu y yo solíamos hablar, de seguro su madre también estaba justo ahora en casa durmiendo, continué subiendo lentamente, había parado de llover justo cuando había llegado al lugar en donde me refugiaría, sonreí con sarcasmo, ahora todo me hacía ver que ciertamente estaba pagando todas las que hice antes e incluso las que hice ahora.

Paré justo frente a la puerta de mi casa, no sabía que le diría a mamá, pero sabía que necesitaba verla, toque la puerta una vez, las luces estaban apagadas, probablemente ya estaba dormida, mi labio tembló y sentí que estaba en mi límite, había aguantado por un rato el llanto, volví a tocar pero ahora con fuerza desesperado por que me abriera, no quería que alguien pasara y me viera, mi corazón se sentía muy frágil y sabía que en cualquier momento el sentimiento me haría ceder, y fue así, escuché los apresurados pasos y sin más la puerta se abrió.

-Keisuke...¿Qué haces aquí cariño?.-Mamá estaba con su pijama, al verme su cara de preocupación la delató.

Mi boca dejo salir un sollozo, caí de rodillas dejando la caja de Gyu justo a un lado y abracé las piernas de mi madre como cuando era un niño pequeño, entonces el llanto ya no pudo parar.

- Keisuke, ¿Qué pasa cielo?.- Se agachó a mi altura y me abrazo mientras sobaba mi espalda, solo pude esconder mi cara en su hombro mientras continuaba llorando.

- Baji...- La voz de Chifuyu estaba justo tras de mí, voltee a mirarlo, estaba mojado y por su respiración agitada supe que había corrido a buscarme, el se acercó y me abrazo también.

Estaba destrozado, no sabía cómo asimilar todo al mismo tiempo, Hanako era un ángel, el ángel más bello del mundo y yo no pude hacer nada por ella, no sabía cómo mirarla, no sabía ni siquiera como podría acercarme, esa noche yo casi la orillé a hacerlo conmigo también, estaba asustada, casi lloraba y yo como un idiota no pensé claramente, me porte como un idiota todo este tiempo, y ahora tampoco había cuidado lo suficientemente bien a Gyu, lo había perdido, le había fallado una vez tras otra.

Lloré aún más fuerte de lo que creí que podría llorar, sentí que me quedaría sin fuerza y el nudo en mi garganta se formó sintiéndose casi imposible de zafar.

Ya no lo soporto, no quiero esto para ella, no debió ser así.

- Lo eche a perder mamá, lo siento, de verdad perdón, no podré traerla a que nos des tu bendición, fui un idiota, no conseguí protegerla, perdón.- Lo dije casi balbuceando, ni siquiera supe si mi madre ó Chifuyu habían entendido lo que quería decir.

Perdón Hanako, pude hacer más por ti pero no quería entrometerme, perdón.

Nuca debí aceptar que las cosas fueran como tú quisieras.

Mi madre me abrazó y miró a Chifuyu buscando una respuesta, él mismo solo negó, era obvio, el nunca le diría algo que yo debería decirle; solo nos quedamos un rato más ahí.

***
Mi madre me puso una manta justo encima de mis hombros, me tendió la taza con té y también le tendió una a Chifuyu, me miró de pies a cabeza, se sentó en el sillón de el frente y me sonrió.

P U R E  || Baji Keisuke ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora