La mañana tan temida y esperada ha llegado, me pongo unos jeans vaqueros, una camiseta blanca de manga corta y unas preciosas botas de combate negras a juego con mi chaqueta vaquera y me dirijo al lugar de encuentro.
.- Hola, venía al escape room.- saludo al hombre de recepción.
.- Identificación por favor.- le entrego mi carnet de identidad, el cual me devuelve tras ponerme una pegatina con mi nombre en el pecho.- Tiene que dejar el móvil.-
.- Oh, claro.- digo nerviosa.
.- Tercera planta.- me indica.
.- Gracias.-
Subo en el ascensor y busco la sala indicada, al entrar veo que ya hay gente esperando.
.- Hola.- saludo nerviosa dirigiéndome a la ventanilla de la recepcionista mientras noto una mirada puesta en mi.- Disculpe vengo al escape room.-
.- Por favor siéntense, les atenderemos enseguida.- me responden de dentro lo que parece ser una mujer, pues la ventana está cerrada y no la puedo ver.
.- Vale, gracias.- me dirijo al sofá donde se encuentra una chica joven de tez morena.
.- Hola soy Mikel, Mike.-me extiende su mano señalando su cartel con la otra.
.- Megan.- le correspondo al saludo.
Un chico con gafas se sienta en el reposabrazos del sofá en el que estoy y permanecemos todos en silencio, me dedico a observar a las personas a mi alrededor, frente a mi se encuentra Mike, un hombre algo regordete con barba canosa, a su izquierda una mujer pelirroja, diría que tiene mi edad más o menos, en el sillón contiguo un hombre de piel morena, trajeado, demasiado elegante para un juego de escape pero quién soy yo para juzgar, a mi lado derecho una muchacha de pelo rizado que parece querer que la trague el sofá.
Observo al hombre de traje que mira la cicatriz de su mano, parece darse cuenta y me mira.
.- Un accidente de coche.- me susurra enseñando la cicatriz.
.- ¿Y puedes jugar a videojuegos?- le pregunta el chico de gafas a mi izquierda.
.- No, no tío y es una pena no poder así que me acuesto con tías para matar el tiempo.- y perdió el encanto que tenía.
.- Ya.- dice el chico.
.- Sí.- le sigue el de traje. Noto como la chica a mi lado intenta no reírse.
.- Em... perdona, hola.- dice la pelirroja.- ¿Nos conocemos de algo?-
.- No, creo que no.- responde la chica a mi lado.
.- ¿En serio? Me suenas muchísimo, no sales en la tele o algo así ¿Verdad?- la chica niega y escuchamos la puerta abrirse.
.- Esto va a ser un asco.- medio susurra un chico rubio que acaba de entrar.- Hola.- saluda.- ¿La lista de asistencia?-
.- Claro, no te molestes, está muy distraída ¿Qué tal? Soy Mike.-
.- Ben.- responde al saludo y ambos se ponen a hablar sobre la caja que recibimos.
.- En la página web de este sitio los juegos tenían muy buena pinta ¿No creéis?- comenta el hombre.
.- Si, son como videojuegos llevados a la vida real.- comenta el chico de gafas acercándose de nuevo a nosotros.
.- Oh, entonces ya habías hecho esto antes.- le dice el hombre de traje.
.- Am, sí unas... noventa y tres veces, en los escapes más importantes, la habitación del pánico, enigma, el sótano, evasión...-el chico sigue nombrando uno tras otro mientras nos miramos entre nosotros.- ¿Y vosotros qué?-
.- Vaya debes de ser muy bueno ¿Ee?- le dice con media sonrisa el hombre trajeado.
.- Sí, no se me da mal.- sonríe.
.- No mola.- se burla.
.- ¿Sabes? Mi sobrino es como tú, se funde toda su paga en los escape rooms, estoy aquí por él, me apuntó él y al parecer este está considerado como uno de los mejores del país en un chat o algo así.- comenta Mike.
.- A mi me lo ha regalado un cliente rico que es un bicho raro, no podía negarme.- alardea el hombre del traje que parece ser que se llama Jason.
.- Pagar para que me encierren en una sala nunca me ha atraído mucho.- comenta la pelirroja, Amanda.
.- ¿Y como es que estas aquí?- pregunto.
.- Diez mil dólares.- me responde.
.- Sí, sí, también vengo por eso, para mi es un pastizal.- comenta Mike en favor de la chica.-Conduzco un tráiler de dieciocho ruedas desde que me lesioné y he leído que ya hay coches sin conductor, dicen que la industria del automóvil será la primera en automatizarse así que solo intento ser un poco hormiguita antes de que los robots vengan a por mi.-
.- Menuda putada tío.- le dice Jason.
.- Esa es mi vida.-
.- ¿Y qué hay de ti?- lo miro.- ¿También vienes por el dinero?-
.- Em... no, mi... mi amiga me hizo prometerle que me alejaría del trabajo por unos días y... tras recibir una caja anónima con el cubo... aquí estoy.-
.- Una amante del trabajo.- se burla Jason.
.- Soy organizadora de eventos y me gusta ver a las personas felices con mi trabajo y esfuerzo.-
.- Ey no te juzgo encanto.- decido no decir nada más.
.- Este escape debe de ser la leche si hay un premio en metálico, en la web pone que nadie ha sido capaz de salir a tiempo, si lo conseguimos nos haremos súper populares, os lo aseguro.- comenta el fanático de los escapes, Danny.
.- Hay alguna norma ¿O...?- pregunta Mike.
.- Solo hay que lograr salir antes de que se agote el tiempo.-
.- ¿Y si no lo consigues?- pregunta Amanda.
.- Entra un tío y te explica las pistas que se te han escapado, te hace sentir como un idiota.-
.- ¿Cuándo empieza el juego?-
.- Buena pregunta.- corroboro lo dicho por la chica a mi lado, Zoey.
.- Estamos esperando al game master para que nos explique la historia, por ejemplo que estamos en un apocalipsis zombi y tenemos que encontrar la cura antes de que nos coman vivos.-
.- Vale ¿Y va a tardar mucho?-
.- Eso no lo sé.- me responde Danny.
.- Pues mientras el game master busca sitio para aparcar me voy a fumar un cigarro.- comenta por primera vez en mucho tiempo el chico rubio, Ben.- Oye... el picaporte se ha salido.-
ESTÁS LEYENDO
ESCAPE ROOM
أدب الهواةSiete personas, sin ninguna relación entre sí, reciben un misterioso paquete. Su interior contiene un mensaje que promete al propietario una oportunidad para alejarse de su vida rutinaria: participar en un "escape room". Esta historia está inspirada...