Sobresale entre toda la multitud, su rostro es bello y además camina con tanta actitud que hace que cualquiera que esté en el lugar gire para verla. Es bonita, no voy a negarlo. Pero no es lo suficientemente bella para hacer que mi atención esté al cien con ella.
Buscó por todo el lugar hasta que me encontró. Sonrió y siguió caminando hacia mí.
—Buenos días Tom.
Se sentó frente a mí con tanta seguridad como si el lugar fuera de ella. Sonreí. Retiré las gafas de sol y las coloqué sobre mi cabeza. Necesito actuar con tranquilidad en este momento.
—Buenos días Sofía. ¿Qué tal has estado?
—Demasiado bien. Me he acoplado de maravilla a mi hogar, salí de fiesta hace unos días con Julia, mi amiga de años. Pero no fue nada divertido, así que nos volvimos a casa, pero es que esa música era toda rara, de una artista qué no me gusta para nada, está súper sobrevalorada. Pero ¿Tú qué tal?
—Pues de maravi...
Mi frase quedó inconclusa cuando Sofía volvió a hablar.
—Taylor Swift, esa era la cantante qué estaba en el bar la vez pasada. Su música me desagrada la verdad.
Reí.
Si Amara estuviera aquí y hubiera escuchado eso ya no existiría ni una pizca de Sofía. Creo que Amarra es la fan número uno de Taylor Swift y si escucha que alguien la ataca se moriría. Una vez en el hospital alguien dijo que Lover, su canción favorita de Taylor, era súper fea. Tuve que cargar a Amara para que no le pegara a la mujer que lo había dicho. Fue gracioso. Lloró por la vergüenza y no salió de si cuarto hasta una semana después que la señora fue dada de alta.
Eso me gusta de ella, defiende lo que le gusta con pasión y no deja que nadie más piense que las cosas son aburridas solo porque a ellos no les gusta. Mi Amara es así, es única. Tal vez por eso me enamoré de ella. Bueno, me enamoro de ella a diario por cualquier cosa. Es que es imposible no amarla.
A diferencia de Sofía, a Amara si le interesa a morir como estoy, si ya comí, si atendí a alguien y hacerlo me afectó demasiado. Le preocupa si me enfermo o si no lo hago también. Para ella soy importante, y me encanta serlo.
Necesito verla ya, planeé hacer algo con ella hoy en la tarde, le escribí a sus padres pero no he recibido ninguna respuesta. Vi mi teléfono, mientras Sofía seguía hablando, no, no han contestado.
—O estas ansioso de que el tiempo no pase para este conmigo o es viceversa.
Volví mi atención a la mujer frente a mí.
—¿Disculpa?
Rio.
—Llevas como dos minutos sonriendo y viendo tu teléfono. ¿Estás feliz de verme o quieres irte ya?
Apreté mis labios y suspiré.
—Sofía, creo que necesitamos hablar sobre nosotros.
Se acomodó en su asiento.
—Claro, he esperado desde que llegué para que dijeras esto.
—Se que prometimos que nos casaríamos cuando regresaras.
—¡Sí! He buscado invitaciones, de hecho salí de fiesta ese día con mi amiga para ver el lugar de la despedida, también he buscado algunas playas para la ceremonia.
—Sofía —hablé para llamar su atención—. Para, por favor.
Suspiró.
—Quiero que esto salga bien.
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Mi último latido #2 [ Trilogía latidos ]
RomanceSiempre se ha hablado del amor imposible, del amor no correspondió. Ese amor que te consume en cuerpo y alma . Pero poco se habla de ese amor que si es correspondido pero que no puede llevarse acabo. Pero ¿qué pasa si al final nos atrevemos? ¿Qué p...