Sueños

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Capítulo dedicado a Stephanylopez517

Estaba parada en un mini jardin empapandome con la lluvia, a unos metros hay una casa de dos pisos, pintada de color crema con algunas piedras cubriendo algunas paredes.
Rodeada de los árboles de un bosque, sentía que la casa me llamaba, por algún motivo era familiar.
Caminé hacia la puerta y escuche una risa infantil
-ven mi niña hermosa , vamos a comer-
- no mami vamo a juga po favo-
Me acerqué a la ventana de donde  se observaba la luz prendida, en eso escuchó pasos detrás de mi.
Un hombre alto, de cabello rubio, con cara borrosa.
Se acercaba a la puerta, decidí seguirlo, por algún motivo no noto mi presencia.
Él entró y cerró la puerta, está me atravesó.
Quedé sorprendida que estaba pasando!!!.
Camino hacia una sala, ahí estaba la mujer delgada, pelirroja, al igual que él hombre su rostro no se veía.
-papiiiii!!!!- la niña fue corriendo a abrazar a él hombre.
-mi princesa!!!- la cargo y la lleno de besos en el rostro
Cuando la bajo puede ver mejor a la niña, tenía un bonito vestido de color azul cielo, le llegaba hasta las rodillas, con algunos asientos en tonos rosas pastel, de manga corta.
Unos zapatitos negros de charol, peinada de dos copitas con unos niñitos rosas.
Su rostro apenas era visible, era de piel blanca como la nieve, de cabello rojo como el fuego.
Con una sonrisa encantadora, y unos ojos azules hermosos.
Era lo que más podía distinguir.
-vamos a comer mis amores- dijo la mujer, caminaron hacia el comedor, y se sentaron, de la nada todo cambio.
Ahora estábamos en una habitación, pintada de color lila, muebles y muñecas, en eso entran dos chicas una pelirroja, y una rubia.
La rubia parecía ser la más grande de las niñas, pero tenía una mirada sería, en cambio la pelirroja tenía una mirada risueña.
-¿donde está la niña más bonita?- hablo la peliroja.
Parecía que la quería demasiado, en cambio la rubia contrajo el rostro en claro desacuerdo .
el cabello de la niña cambio de repente, a un rosa chillón
-mira, está feliz!!- decía la pelirroja
- deja de hacer eso!!!- grito la rubia
Al escuchar el grito la niña empezó a llorar y su cabello se volvió gris.

Volvió a cambiar todo, estábamos en un coche él hombre la mujer y la niña que hiba atrás conmigo a su lado que veía todo.
De pronto escuchamos un claxon de un camion, unas luces nos cegaron, veía que todo daba vueltas y termine parada alado del auto que estaba volcado fuera de la carretera.
La niña empezó a llorar y la mujer con poco movimiento logro llegar a ella, volteó a ver al hombre el no se movía y parecía no respirar, su corazón latía más rápido, sintió como este se escogía y dolía a igual manera, escuchaba como los pedazos de este caían.
El había muerto, soltó fuertes lágrimas, me acerqué a el y quise ayudarlo pero sólo lo atravese.
La mujer abrazo como pudo a la niña, en eso un hombre llegó de algún lado, tenía el cabello castaño, y era lo único que podía ver, pues su rostro estaba borroso.
-¿se encuentran bien?- dijo tratando de mantener la calma
-ayude a mi niña, ayude a mi pequeña Marie, ella es especial- decía con los últimos alientos de vida que le quedaba.
El hombre tomo a la niña, con cabellos negros.
-cuidarla con su vida, mi pequeña Isabella Marie....- dijo para después cerró los ojos y no moverse más.
Todo empezaba a verse borroso y el llanto de la niña lleno de angustia fue lo último que vio antes de despertar gritando.

Bill que se encontraba de regreso a su habitación escuchó el grito de su amiga, y entró rápidamente a su habitación pensando que le había pasado algo.
Al entrar la vio sentada en la cama sudorosa y con lágrimas en el rostro, su cabello estaba de color azul opaco y sin vida.
Inmediatamente la atrajo hacia su pecho cuando se sentó junto a ella, y empezó a tratar de tranquilizarla.

-ya paso, ya tranquila aquí estoy- me decía Bill, que en algún momento entró al cuarto y ahora me estaba abrazando.
Que había soñado, ¿que estaba pasando?, quienes eran esas personas? ¿yo era esa niña?, ¿mis padres murieron en un accidente?.
-¿que paso?- me pregunto cuando estaba un poco más calmada
Lloré más, y después como pude le connte lo que había visto. El acaricio mi cabello hasta que mencione el accidente y que esa niña era yo.
El me apretó más contra él.
-¿entonces...  soñaste con...... la muerte.... de tus padres?- dijo pausadamente
- no se si eran ellos, no recuerdo nada, no se ni como eran.
Sólo recuerdo que el abuelo, el padre de mi tío Remus, siempre me cuido, me quiso y nunca pregunté por mis padres, hace unos 5 años el murió, me quedé en la casa y mi tío Remus me siguió cuidando-
No mencione su pequeño problema, hasta donde sabía el aún no estaba enterado
-y nunca has pensado en pregu tarde a Remus alomejor el sabe algo-
-Lo haré después ahorita no quiero saber eso- mi voz sono más rota de lo que planee
-tranquila, después lo haces, ahora duerme otro rato-
Me volví a acostar  y cuando el vio que ya estaba acomodada se dio la vuelta para salir.
-podrías quedarte un rato aquí- dije tímidamente, se giró y sonrió
-claro, estaré aquí hasta que te duermas- dijo para sentarse a un lado y abrazarme nuevamente, pude sentir el olor de su perfume.
-gracias-
- no tienes por que agradecer, duerme-
Cerré  los ojos, él empezó a acariciar mi cabello y pronto caí dormida.

Desperté cuando sentí que alguien me estaba moviendo.
-Marie, no quería despertarte, pero en unos minutos hay una reunión de la orden- dijo Bill con una sonrisa tímida
-ahora bajo- dije medio cansada, aunque había dormido mucho, o eso creía, realmente no sabía ni que hora era.
-gracias..... por... todo- lo abrace y después salió me cambie de ropa y fui a lavarme la cara, cuando me vi en el espejo, mi cabello estaba de color azul opaco, tenía unas grandes ojeras y mis ojos estaban más oscuros de lo normal.
Hice lo que pude para pode cambiar el tono de cabello pero este no cedió.

Al llegar al comedor la mayoría se encontraba  ahí, todos se me quedaron viendo, pues sabía que mi aspecto no era el mejor.
Sentí un brazo pasar por mis hombros y el duelo de ese brazo era ni más ni menos que de Bill, que me llevo junto con él a sentarme en el extremo de la mesa donde se encontraba su madre que al verme me sonrió y me abrazo.
Nadie comento o dijo algo de mi aspecto.
Al ver la mesa a más detalle vi a todos los vampiros, los metamorfos, y los demás miembros de la orden. Al poco tiempo lo llegaron Dumbledore, Minerva y Snape.

Mi vida mágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora