Beso

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Había pasado una semana, y las clases de la nueva maestra de DCAO, se volvieron de lo más comentadas, y no precisamente por ser de la mejores clases.
Si no por la prohibición del uso de la varita durante la clase.
Como planea que aprendan a defenderse si no utilizan la práctica.
Era algo absurdo pero ella decía que no había motivo para utilizarla, que ellos estaban seguros y que no tenían por que utilizarla. Vieja loca, estúpida ciega, aaaaaah no puede ser saca lo peor de mi y no eh estado más de dos horas seguidas junto a ella.
También me enteré de que Harry estaba castigado por enfrentarse a la profesora.
Estaba caminando por la orilla del bosque tenía planeado buscar ayuda de los unicornios para una clase que tenía planeada para la proxima semana.
Escuche algunas hojas ser aplastadas, tome mi varita rápidamente y me dirigí con sigilo hacia el lugar donde creía se originó el ruido.
Al pasar unos 6 árboles salte al escuchar su voz detrás de mi.
-¿Que te trae por aquí?- dijo en un  tono de voz que era tranquilo.
-estoy buscando a los unicornios, necesito de su ayuda para una clase-
Dije de manera simple para seguir caminando.
-¿podemos hablar sobre nosotros?- su voz se escuchaba con cierto anhelo
- no hay un nosotros Edward, eso lo dejaste claro hace dos años-
-permiteme que te expliqué, por favor- dice suplicante
- yo.....-
-Edward que bueno que te encuentro, Esme me mando, debemos ir a el sur a buscar a otro clan en lo que ellos viajan a el norte- dijo Tania con una sonrisa coqueta
Sólo me di la vuelta y continúe caminando.
-Bella, espera- trato de detenerme Edward
en eso se escuchó como Giny gritaba mi nombre
-Marieee!!!!-
Corrí hacia ella
-¿sucede algo?-
-Hermione me pidió que te buscará, dijo algo sobre que Harry no quería ir a la enfermería y que nadie más usted podría saber-
-vamos-
Nos alejamos de ahí, y no mire hacia atrás.

Después de ver con mis propios ojos lo que hizo ese remedo de bruja, no podía ser verdad, maldita sea.
Si estos eran su castigo por contradecirla no quiero imaginarme que haría si hicieran algo más grave.
Poner a Harry a escribir  la frase "no debo decir mentiras" con su propia entre para que está se quedara grabada en su piel.
Por Dios ni que estuviéramos  en la edad media, estos malditos castigos no podían seguir así, tenía que hacer algo.
Trate de curarlo pero esa cicatriz parecía no querer irse así de simple, tenía que ser curada sin magia o puede que....
Baje a buscar a él profesor Snape para ver si tenía algo con lo que pudiera ayudar a curar la herida.
Aunque de manera un tanto osca al inicio me contestó cuando me interrogó para quien era vi como su mirada cambio, y sin más me dio la poción y me dijo que si necesitaba más sólo le dijera.

No había visto a Bill desde hace 2 semanas que regrese a Hogwarts, no habíamos coincidido en Hugsmeage, recibí su carta el día de hoy en la mañana, nos veríamos en las tres escobas, al medio día.
Quería despejarme un rato aunque apenas habíamos empezado las cosas no hiban bien.
No había visto a ninguno de los Cullen por aquí, ni a Jacob. Supongo merodeaban por el bosque pero tampoco había oído nada por parte de la orden aún.
Al llegar a las 3 escobas, no vi ninguna cabellera roja por lo que supuse aún no llegaba, me siento en una mesa cerca de la ventana con una cerveza de mantequilla que pedí en la barra.
Ya eh tomadomedia cerveza cuando Bill llega.
-hola- dice antes de sentarse y sonreirme
Pasamos platicando un buen rato y después de 4 cervezas de mantequilla por mi parte siento que si sigo así pudo acabar en el suelo.
Aunque no es tan fuerte, el hecho de no tomar puede que influya mucho para que en estos momentos sienta que estoy demasiado feliz.
Damos un recorrido por el pueblo y compramos dulces, caminábamos rumbo a la casa de los gritos entre historias de como le ah ido en el trabajo en Gringots.
Al llegar a la cerca estamos uno al alado del otro, ambos volteamos al mismo tiempo y puedo ver sus ojos unos hermosos ojos, y mi mirada se desvía a sus labios.
No soy consciente del momento en que ambos empezamos a acercarnos, siento su respiración en mis labios, y el corta la distancia, sus labios son suaves, cálidos, que tienen sabor a menta probablemente de los dulces que hace poco comimos, el mueve sus labios de manera lenta, esperando a que yo le siga el beso.
Y eso mismo es lo que hago, el beso empieza a volverse apasionada y es cuando nos separamos de golpe, al escuchar ruido cerca del árbol que se encuentra detrás de nosotros no vemos a nadie, y es cuando me soy consciente de lo que acaba de pasar.
Me sonrojo de tal manera que le puedo hacer competencia al cabello pelirrojo de Bill.
Nos quedamos viendo unos segundos
- yo... yo..- empiezo de manera torpe Tratando de decir algo pero un avoz nos interrumpe.
-profesora que bueno que la encuentro, puede ayudarme por favor es un tema muy importante- dice Hermione de manera rápida y pareciera preocupada.
-¿Qué sucede?- me acerco a ella
-nos vemos después- oigo decir a Bill para después verlo bajar la pequeña colina en la que nos encontrábamos.
-bueno de hecho no es tan urgente pero si necesito de su ayuda, y vi lo que pasó, después usted se puso nerviosa y bueno no se si hice bien- dice lo más rápido que puede que apenas soy capaz de entenderla, no digo nada de lo que acaba de pasar e internamente le doy las gracia.
Ella me comento si sabía algo sobre un hechizo para ponérselo a un pergamino, haciendo que este fuera como un tipo contrato, me dijo que había buscado pero aún no encontraba nada útil en la biblioteca, le dije en que libro podía buscar y después de eso regrese al castillo con un gran dilema en la cabeza y miles de preguntas
¿me había gustado ese beso? ¿estaba bien lo que paso? Pero entre todas había una que no sabía ni que pensar al respecto ¿me gustaba Bill?

Lo que ella no sabía esque no sólo Hermione había visto ese beso, si no que cierto vampiro se encontraba en la copa de los árboles, viendo todo.

Habian pasado dos meses y después de curar heridas de múltiples alumnos que sufrieron el mismo castigo, hacia de todo para evitarlo o los "castigaba" yo antes de que ella pudiera hacer algo.
Había implementado decretos, los cuales prohibían hacer cualquier cosa que no fuera estudiar.
A algunos profesores nos había estado supervisando en clases, nos hacía una evaluación para ver si éramos capaces de dar clases, según los criterios del ministerio.
Gracias al cielo mis alumnos coperaban y no hubo problema alguno.
Había hablado por medio de cartas con Bill, no habiamos tocado el tema del beso, y yo ya no pensaba en eso, según me contó en una carta ya no podría venir a Hugsmeade, y algo tenía que ver la maestra de DCAO.
Algunas tardes platicaba con Alice, aveces hiba Jasper otras no, no había visto a su hermano pero no quería preguntar por él era un tema que no quería tocar.
El color de mi cabello seguía igual, sólo que ahora cuando estaba feliz se volvía un brillos gris lleno de vida al contrario de cuando no me sentía bien.

Mi vida mágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora