Escarlata『 Baji Keisuke 』

𝖮𝟥: Plan fallido

El aire fresco que entraba por la ventana, chocaba contra el rostro de Kanae, haciendo que sus cabellos se revolotearan al compás del viento. Sus orbes azules estaban fijos en el oscuro bosque que se encontraba a las orillas del castillo, siendo iluminado solamente por la tenue luz de aquella luna menguante que acompañaba a las estrellas. Soltaba suspiros de frustración de vez en cuando, se sentía nerviosa ante la idea de escapar y caminar por entre las penumbras, pero prefería eso a quedarse un segundo más en el castillo; y por eso mismo, ya había ideado un pequeño plan para escapar, simplemente esperaba que todo saliera acorde a su plan.

—Bien. Ya es hora— se dijo a sí misma con decisión.

Tomó la larga cortina roja que había zafado el azabache el día anterior, y la estiró un poco para asegurarse de que fuera resistente; después de confirmar esto, se acercó a su cama para quitar una de las sábanas que estaba sobre el colchón. Ató fuertemente el extremo de la sábana con el extremo de la cortina, haciendo un nudo lo suficientemente resistente para que pudiese aguantar su peso; y como resultado, obtuvo una cuerda improvisada que posteriormente amarró a una de las patas de la gran cama en donde durmió. Tomó la cortina junto con una parte de la sábana entre sus brazos, y se acercó a la ventana para posteriormente dejarla caer.

Se asomó nuevamente por la ventana y observó la cortina. No había llegado hasta el suelo—. Sabía que no sería suficiente— musitó por lo bajo.

Prefirió no pensar en la posibilidad de sufrir una caída, y caminó hacia la mesita de noche que estaba a un lado de la cama, en donde reposaba una lámpara de queroseno que en la tarde le había pedido a Chifuyu, con la excusa de que su habitación estaba muy oscura y necesitaba un poco de iluminación; afortunadamente, el rubio le creyó, y con amabilidad le entregó una pequeña lámpara que en definitiva le serviría a la ojiazul. Tocó un poco el vidrio para asegurarse de que no se encontrara hirviendo, y agradeció por lo bajo que solamente estuviera un poco caliente. Colocó el asa de la lámpara en su boca, y con sus dientes lo mordió fuertemente para que no se cayera, y fue hasta ese momento en el que se sintió lista para salir.

Con cuidado se sentó en la orilla de la ventana, evitando mirar hacia abajo, y a la vez tomó entre sus manos la cortina, afirmando fuertemente su agarre, pues su vida pendía de aquella tela. En su mente contó hasta 3, y después se impulsó hacia adelante, haciendo que su cuerpo quedara suspendido en el aire. Cerró sus ojos con fuerza al sentir que se resbalaba repentinamente, pero con rapidez colocó sus pies en el muro frente a ella, y se tranquilizó al haberse estabilizado. Dio un vistazo hacia el suelo, y sin pensarlo más tiempo, comenzó a bajar por la pared, sin dejar de sostener con firmeza la cortina.

Demoró apenas 1 minuto para poder llegar al final de la cortina, la cual, no había sido suficiente para llegar al suelo. Miró hacia abajo y mordió con fuerza el asa que aún mantenía en su boca, frustrada al ver la altura en la que aún se encontraba. No era lo suficientemente alto como para terminar con su vida si saltaba, pero sí lo suficiente para sufrir una lesión debido a la fuerza con la que caería. Apretó por última vez la cortina, y después de implorar que nada malo le sucediera, se soltó de su agarre, para comenzar a caer con rapidez. Todo su peso cayó en su pie derecho, haciendo que soltara un gemido de dolor al sentir aquella torcedura que le provocó la caída. La lámpara cayó de sus labios, y la anatomía de Kanae se desplomó en el césped, el cual estaba frío y un poco mojado por el sereno de la noche.