𝖮𝟪: La maldición

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CAPÍTULO 8:
La maldición

La biblioteca se había convertido en el lugar favorito de Kanae

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La biblioteca se había convertido en el lugar favorito de Kanae. Tras hacer una que otra tarea del hogar, decidía tomar un descanso y perderse entre las páginas de los antiguos libros que tenía a su disposición, sumergiéndose en diferentes mundos que le ayudaban a despejar su mente y le hacían sentir que, dentro de su abatimiento, aún existían pequeñas cosas que provocaban sentimientos en ella. Desde que era una infante, la lectura se había convertido en una de las mejores maneras en que podía escapar de la realidad, y era por esa misma razón, que cada que su padre tenía la oportunidad, se pasaba por la biblioteca del pueblo y compraba un nuevo libro para la pelirroja. Aquello no cambió ni con el pasar de los años.

Generalmente siempre se encontraba sola en la biblioteca, pero había algunas veces en las que Baji igualmente se encontraba en el lugar, ensimismado en sus asuntos, e intercambiando una que otra palabra con Kanae de vez en cuando; o había otras ocasiones, como lo era aquel día, en las que Chifuyu se dedicaba a leer junto a la pelirroja, quien siempre agradecería su compañía, pues le hacía sentir cómoda y hacía más amena su lectura.

—Kanae, ¿sabes qué significa esta palabra? —preguntó el rubio, señalando una palabra del libro que leía.

Kanae no podía decir que conocía del todo a Chifuyu. A pesar de que el rubio no era tan reservado como lo era el azabache, había muchas cosas que no sabía de él. Chifuyu, por el contrario, sabía mucho sobre la vida de Kanae, pues siempre solía verse muy interesado por ella. En diversas ocasiones él le preguntaba sobre su familia, intentando no incomodar, claro está; y algunas veces también le preguntaba sobre ella misma, llegando a saber detalles importantes y preciados para Kanae como lo eran las anécdotas de su infancia y adolescencia junto a su familia, las cuales ella con gusto relataba; pero ¿ella qué sabía sobre Chifuyu?

—Efímero —leyó la joven—. Es algo que dura muy poco, algo que es momentáneo y fugaz.

—Oh... —murmuró—. No entiendo para qué utilizan palabras tan complicadas en los libros... ¿por qué escribir efímero en lugar de momentáneo? —la queja del rubio hizo reír un poco a Kanae.

—Así todo sería muy aburrido, Chifuyu. La mejor parte de leer es aprender cosas nuevas —le sonrió.

—Lo dices porque tú has leído mucho durante toda tu vida —bufó—. Hace bastante tiempo no tomaba un libro entre mis manos, casi olvidaba cómo leer...

—¿Qué solías hacer aquí antes de que yo llegara? —lo miró con interés.

—Casi nada —ella enarcó una ceja, esperando a que continuase—. La mayor parte del día estaba en mi habitación encerrado. Tiempo atrás Baji-san me aterraba, y prefería no salir hasta que fuera de noche, que era cuando él dejaba el castillo —cerró el libro y lo colocó sobre su regazo.

—¿Baji-san salía por las noches? —inquirió, sorprendida, recordando que unas noches atrás lo había visto fuera del castillo. Chifuyu asintió—. ¿A dónde iba? —él se removió un poco en el sofá.

Escarlata『 Baji Keisuke 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora