𝟣𝟤: Luna llena

487 51 157
                                    

CAPÍTULO 12:
Luna llena

La cocina, al igual que la biblioteca, desde tiempo atrás se había convertido en el lugar en el que Kanae y Chifuyu conversaban y pasaban el rato juntos, disfrutando de los alimentos que ambos preparaban y de las diferentes pláticas espontáneas qu...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La cocina, al igual que la biblioteca, desde tiempo atrás se había convertido en el lugar en el que Kanae y Chifuyu conversaban y pasaban el rato juntos, disfrutando de los alimentos que ambos preparaban y de las diferentes pláticas espontáneas que siempre tenían. Sus risas y voces solían hacer eco en las paredes de dichas habitaciones, y casi siempre llegaban a ser escuchadas por el azabache ojimiel que siempre permanecía en sus aposentos. Al principio, Keisuke se sintió extrañado ante el ligero alboroto que ambos hacían, pues él siempre había estado acostumbrado a la soledad y al silencio que reinaba en su castillo; pero desde la llegada de Kanae, las cosas habían cambiado. En las mañanas ella solía hacer ruido a la hora de preparar el desayuno, algunas tardes cuando hacía el aseo, y también cuando pasaba las noches en vela y se encontraba con él. Le había costado aceptarlo, pero se había acostumbrado a la presencia de Kanae; y fue por eso que se desconcertó cuando aquella tarde entró a la cocina y se encontró con el lugar vacío y sumido en el silencio.

La comida no estaba lista, tampoco había té o alguna bebida preparada, todo estaba en su lugar y parecía no haber rastro de la pelirroja y el rubio. En cualquier otro momento habría rechistado y se habría puesto de mal humor, pero Keisuke sabía que la ausencia de Kanae se debía a lo sucedido la noche anterior. Baji soltó un ligero suspiro y colocó sus dedos índice, medio y pulgar sobre su sien, a la vez que cerraba sus ojos. La culpa seguía dentro de su ser, y estaba seguro de que no desaparecería hasta que pudiera enmendar las cosas con Kanae, aunque no estaba del todo seguro sobre cómo hacer aquello. Durante la noche se estuvo cuestionando a sí mismo qué podía hacer o decirle a la pelirroja, pero no encontró la respuesta a quella duda que le dejó despierto la mayor parte de la noche.

El sonido de la puerta siendo abierta le hizo abrir sus ojos y girarse a mirar hacia ella casi al instante. Por la puerta había ingresado Kanae, con una expresión seria en su rostro y su mirada hacia el frente, ignorando por completo la presencia de Keisuke. El azabache se quedó callado, cuestionándose hacia sus adentros qué era lo que podía decir para romper el silencio y la tensión. Kanae, por su lado, se dirigió a la alacena donde tenían guardados los ingredientes para preparar las comidas, y buscó con su mirada algunos productos específicos que ella necesitaba. Hizo una nota mental de las cosas que faltaban, y posteriormente cerró la pequeña puerta. Se giró y miró a Keisuke por un efímero instante, para después encaminarse a la puerta de entrada nuevamente.

—Un momento —la voz del azabache la detuvo. Kanae se giró un poco y lo miró desde su posición—. Necesito hablar contigo.

—Lo lamento, pero debo apurarme —respondió con seriedad—. Chifuyu me acompañará al pueblo y saldremos ya —Keisuke enarcó un poco su ceja—. Puedes hablar conmigo después —tomó la manija de la puerta.

—¿Qué necesitas del pueblo? —se encaminó lentamente a ella—. Cuando el sol se ponga yo podría llevarte —propuso una vez que estuvo a su lado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 15, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Escarlata『 Baji Keisuke 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora