Capítulo 4

665 115 34
                                    

. •. Conversación. •.
. .
.•.

❄︎

Parece que mi presencia le ha tomado por sorpresa. Me percato de como me escanea rápidamente. Tiene la boca medio abierta aun atónito. Parpadea varias veces antes de hablar.

- Señor Koslov – murmura con la voz rasposa. Noto que ha estado masticando, seguro algo le paso directo por el esófago.

Reprimo una sonrisa burlona y lo observo. Viste un suéter café sin mangas, debajo de este una camisa blanca, haciendo que resalte el hermoso color de su piel, sus ojos son exageradamente grades, puedo verme a través de ellos.

Por su expresión seguro se pregunta el porque estoy aquí. No le voy a decir que solo vine a verlo. Rápido Rusia, piensa en una buena excusa.

-— Estaba pasando por este sitio, y... necesito algunas cosas. Realmente es un placer verlo otra vez, joven Ríos –

Su rostro ahora es difícil de describir, segundos después veo como sus mejillas se tornan de un carmesí ligero y me observa atento... Físicamente esta enfrente de mi, pero su mente ha viajado a otro lugar.

-— México – reacciona segundos después y parpadea varias veces – Me llamo México. ¿En qué puedo ayudarle? –

Se logra recomponer. Bien, ¿qué le puedo pedir? Se supone que he venido aquí y consumir producto, no a visitar a un chico que solo he visto una vez.

El foco se me prende. Bingo.

Necesito algunas cosas para el cuarto.

—- En muchas cosas... Pero – respondo y pienso un segundo más – Necesito dos: Bridas, bridas para cables –

He descuidado mucho la habitación, y creo saber con quién necesitare usarla.

- Tenemos variedad de medidas. ¿le gustaría que se las muestre? – me dice atendiéndome amablemente, como un cliente cualquiera. Me agrada.

- Me encantaría. Le acompaño joven Ríos – sonrío y lo sigo por donde va. Camina muy tembloroso. ¿Habrá comido bien?

- Se encuentran en el pasillo de electricidad, el pasillo número ocho para ser exactos – me dice y me ve de reojo efímeramente. Yo asiento sonriendo.

- Lo sigo – le extiendo la mano invitándole a seguir.

Ahora que lo veo por detrás, me doy cuenta de que le llevo poco mas de tres cabezas. Sus rulos se acomodan mientras camina apresurado, alentó mi paso para seguirle el ritmo y que no se sienta presionado.

- ¿Ha venido aquí por negocios y esas cosas? – me pregunta.

Creo que aquí no hay problema con responder sincero.

Detrás De Las Sombras ||RSMX|| 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora