----Cincuenta Sombras de Tripalosky desde la perspectiva de Rusia----
Para emitir un juicio apegado a la realidad, es necesario estudiar las dos caras de la moneda. Los pensamientos y memorias oscuras del señor Koslov quedarán expuestas en las letra...
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Rasgando mi dolor con sus dedos, cantando mi vida con sus palabras, matándome suavemente con su canción... ♪♫♬ ♭
[El día del atentado de Japón en contra de México]
Canadá se soltó del agarre de Ucrania, ambos corrimos detrás de ella, pero fue muy rápida. De pronto escuchamos un segundo disparo, lo que nos dejo atónitos, todos los vecinos cerca estaban alarmados ya.
Salí mucho antes del trance y corrí encontrándome con Japón apuntándole con un arma a Mex, el corazón se me encogio y el alma casi se me sale del cuerpo.
Al instante, mi vista dio hasta donde estaba Canadá y la levante del suelo rápidamente. Ucrania llego por detrás.
Le lance una mirada de confianza y fortaleza, sabía que la pelirroja era la mujer que amaba, pero me tenia que ayudar a mi para proteger al hombre que amo.
La cargo y se retiró de inmediato.
Me acerqué, sabía que Japón no estaba bien mentalmente. [Que ironía que sea yo el que hable de eso].
Vi las fotos en la mesa de reojo.
Mantuve la vista con ella para que dejara de apuntar a México, mi alma descanso un poco cuando me apunto a mí.
Cuando llegaron los policías...
Fue la peor parte...
Pues busco mi mirada en busca de aprobación para ejecutar las ordenes de los oficiales.
Por mas que quise evitar la mirada, no pude, me estaba arriesgando a que le disparase a Mex, y no lo quería poner en peligro.
Y cuando lo hice, me sentí una mierda.
No sé si Japón lo hizo a propósito o porque meramente estaba mal... Sin embargo, ninguna de las dos me quita responsabilidad.
México estuvo muy callado en todo el trayecto, me preocupaba mucho eso.
Y era entendible, pero tenía un mal presentimiento.
Cuando llegamos a la sala de espera, vi a mi hermano roto por que la persona que amaba estaba en peligro.
Nos querían llevar a la comisaria para declarar, pero ya era suficiente, ni Mex, ni Ucrania tenían culpa, no quería que pisaran un lugar como ese.
Claro, la gente con un buen fajo de billetes te da ciertos beneficios.
— Señor Koslov... ¿Qué paso? Vladimir vino por algunas cosas diciéndome que sufrieron un atentado. — habla Hela con voz alterada.
