Kageyama fue detenido antes de poder llegar al gimnasio por una de sus compañeras, la omega sin verlo a los ojos le extendió un sobre. No era extraño ver a algunos omegas intentar llamar la atención de los alfas con esos detalles, no simbolizaban el cortejo, pero hacían ver a los alfas que estaban disponibles ya sea para tener una relación romántica o para pasar el celo juntos.
Sin embargo, Tobio rechazó el detalle de la omega sin tomar la carta porque si lo hacía podía darle esperanza a la chica de que en algún futuro podrían tener algo. Tampoco le dijo que tenía pareja porque no era algo que a la chica le incumbiera.
Siguió su camino hasta llegar a los vestidores, donde se cambió rápido y fue al gimnasio donde algunos de sus senpais ya estaban estirando un poco.
— ¡Ah, Kageyama–kun! —el azabache hizo una reverencia y se acercó a donde su entrenador y maestro estaban
— Entrenador Ukai, Takeda–sensei —saludo el menor de todos
— Kageyama–kun, tu hermana habló a la escuela para comunicar sobre tu ausencia de una semana. No creí que esa fuera la razón por la que decidieras negarte unir a la manada —comenta Takeda haciendo sonrojar al pequeño setter
Tobio provenía de una familia tradicional, por lo que ser parte de una manada en la preparatoria no era algo que fuera bien o mal visto, pero al tener ya una pareja a su abuela no le parecía correcto que para formar parte de la manada tuvieran que marcarlo en su celo mucho menos tener relaciones sexuales con otros.
Por eso, para su abuela era mejor que lo hablara con su pareja, antes de decidir ser parte de una manada. Y como el celo de Kageyama no estaban próximos, quería hablar de esos temas con la mayor calma posible.
— Aunque mi familia sea tradicional no me siento cómodo al saber que tengo que tener relaciones con otros. —dice en voz baja, no le gustaba hablar de esos temas con los alfas adultos, tampoco se sentía cómodo hablando de su intimidad rodeado de todos los chicos
— Está bien. Ve con los demás a calentar —dice el entrenador al ver como todos ya estaban reunidos
El azabache menor asintió y fue a donde los demás chicos estaban.
Y así dieron como iniciada la práctica vespertina.
Kageyama estaba cantando una canción en su mente mientras ayudaba a limpiar el gimnasio una vez que la práctica acabó. Observó de reojo a Yamaguchi y mordió su labio inferior con duda. No hablaban a menos que fuera por algo relacionado al voleibol o las materias, así que no sabía cómo debía de iniciar una conversación con el omega, aparte de que sabía que el tema que quería tratar era uno muy íntimo que no quería incomodar a su compañero.
Él sabía de sus problemas de comunicación, estaba trabajando en ellas, pero aún no se sentía seguro de hablar con otros chicos, ya que ellos en muchas ocasiones salían despavoridos y no sabía la razón o no quería asimilarla. ¿Su sonrisa no debía de dar tanto miedo verdad? Su pareja siempre sonreía cuando él lo hacía porque según se la contagiaba.
Kageyama gruñó al oler como los crisantemos opacaban el aroma de las fresas.
— Que maldito —se queja, la risa de su senpai lo asusto, no se había dado cuenta que estaba ahí.
Kinoshita estaba a su lado recogiendo la red. Kageyama sintió sus mejillas enrojecer. No interactuaba tanto con el beta, pero sin lugar a dudas no quería que pensara que hablaba de él.
— Kinoshita–senpai, yo no. . . —su voz se negó en seguir saliendo, observó como el castaño claro negaba con la cabeza
— Observe tu rostro sereno cuando mirabas a Yamaguchi y luego como fruncías el ceño por el aroma de Tsukishima. Sé que no me lo estabas diciendo a mí —lo tranquiliza y Kageyama no evita soltar un suspiro de alivio
— Perdón, senpai. ¡Senpai! Usted. . . ¿Usted piensa que mi sonrisa da miedo? —la pregunta confunde un poco al beta de segundo
Kageyama se decepciono al verlo asentir. Entonces debía de resolver el tema de su sonrisa antes de querer entablar una conversación con Yamaguchi.
Le dio una última mirada a su compañero omega y siguió con su labor de recoger los balones. Sin saber que a sus espaldas estaba el beta cubriéndose la boca y con los ojos abiertos como plato dándose la falsa conclusión de su desanimo es que por sonreír podía asustar al omega que estaba enamorado.
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El Alfa del Rey
FanficKageyama Tobio es un estudiante de primer año que tiene un aroma a tomillo, pero dice que ese no es su aroma. ¿Qué pasaría cuando los miembros del club de volleyball se enteren que el aroma que Kageyama posee no es suyo? ¿De qué Alfa es el aroma?