KAIA

La muerte es formal

La muerte se viste de chaqueta y vaqueros cuando se siente elegante,y con un traje para lucir amenazante-

El inframundo se parecía bastante a lo que contaban las leyendas.

El aire era sombrio y tan pesado que podía sentir como si me estuvieran asfixiando,las respiraciones profundas que daba llegaron a ser dolorosas. El ambiente se notaba oscuro,lúgubre,en fin,lo que se esperaría de este lugar.

Mientras Artemisa me guiaba por el puente que conectaba una gran porción de tierra negra e inhospita con el hogar de Hades y Persefone,pude observar cómo lo que se parecían a mujeres grises con alas se precipitaban en picado por los lados del puente que estabamos recorriendo,sin prestarnos la más minima atención.

Cada vez que estas criaturas volvían a resurgir del abismo bajo el puente,lo hacían cargando a una persona entre las largas y afiladas garras que conformaban sus pies. Estas personas,de todos los generos y razas por lo que podia ver,se veian simplemente aterrorizados,la mayoria de ellos se veian azules por el terror. Algunas de estas mujeres,arpias si no me equivocaba,se elevaban a gran velocidad al cielo gris que se elevaba sobre nuestras cabezas y desde allí dejaban caer a sus victimas,que gritaban desagradablemente mientras se presipitaban al abismo. Cuando esto sucedia,la arpia soltaba un sonido,parecido al de uñas pasando por una pizarra,lo que enviaba aún más escalofrios por mi cuerpo del que ya azotaban mis extremidades.

Artemisa al notar mi espanto,soltó mi mano y pasó su brazo por sobre mis hombros y me atrajo a su pecho. El aire juguetón de antes rápidamente se esfumó.

-Mantén tus ojos en el suelo,y concentrate en mis latidos. Ya casi llegamos a las puertas. Solo un poco más.

Asenti con mi cabeza intentando no concentrarse en los sonidos que nos rodeaban.

El puente llegó a su fin una eternidad después. Aunque eso no fue una alegria absoluta debido a que aún se podian escuchar gritos,chillidos y suplicas de aquellos que lograban encontrar su voz pese al terror.

Las puertas estaban entre abiertas ante nosotros. Solo hacía falta un empujón para que se abriera lo suficiente y pudieramos pasar. Sin embargo,cuando Artemis se adelantó para hacerlo,conmigo aún pegada a ella como una garrapata,el puente inmediatamente se derrumbó detrás de nosotras.

Me pareció haber oido un;aquí vamos,de Artemis. Pero lo que sea que dijo fue ahogado por el estruendoso ladrido de un enorme perro frente a nosotras.

-Oye,Cerbero.¿Cómo estas amigo?¿Mucho trabajo?-Artemis,ante mis atonitos ojos,se despegó de mis renuentes brazos para acariciar la barbilla de la cabeza más cercana.

A pesar de lo que cuentan las historias Cerbero,el perro de Hades que cuida que ninguna alma escape del inframundo,no es exactamente ENORME,aunqué si es más grande que el promedio,y se alza sobre nosotras,no es como Cliford* que es lo que esperaba. Sin embargo,si cuenta con tres cabezas,y los tres cuellos exiben un par de collares negros con placas doradas,en cada collar cuelga una patita de metal dorado con algo escrito,de derecha a izquierda se puede observar en sus placas "Cer","Be" y "Ro.

Observo como Artemis acaricia cada cabeza y charla con ellos por un rato. Hasta que la cabeza del medio "Be" decide prestarme atención con sus ojos entrecerrados. ¿Acaba de repasarme con la mirada?

-CerBeRo, les presento a una amiga. Ella es Kaia.

La cabeza de la derecha "Cer",deja una gran lambida cariñosa en la mejilla de Artemis antes de que se muevan hacia mi y comienzen a olfatearme. Ante esto solo atino a quedarme quieta como la piedra.