KAIA

Querido diario;¿Quién eres?

A la oscuridad le gusta la luz,después de todo sin ella no existiría-

Paseandose de un lado a otro por mi habitación,murmullos son todo lo que salen de Artemis.  De vez en cuando detiene su caminata para observar el mapa del mundo humano que desplegó en el momento que aparecimos en mi habitación cuando llegamos del inframundo.

-Solo digo que nos merecemos un descanzo,Artemis. Forzar tu cabeza solo hará que te duela y luego estarás toda irritada y enojada.-Intento convencerla por milesima vez,ya preocupada por el estado de la alfombra que recibe sus furiosos pasos.

-Todavía no entiendo cómo no sabes dónde queda este agujero del infierno.-Su ceño se frunce como si la idea de mi ignorancia fuera molesta.

-¿Acaso te sabes cada ubicación en el Olimpo?-Devuelvo su pulla con un borde en mis palabras. Ignorándome,vuelve a señalar diferentes puntos en el mapa con un marcador negro indeleble. La frustración emanando en oleadas de ella.

Decido simplemente ignorarla mientras me concentro en el trabajo de tejido que estoy haciendo. Todavia no me decido si será una bufanda o una manta.

Luego de casi dos horas y una bufanda y media,Artemis se da por "vencida",lo que en realidad quiere decir que entre Danae,Apolo(que necesitaba a su hermana para conducir su carro y ocultar el sol) y yo logramos apartarla de una diatriba que solo ella escuchaba.

Con una mirada cansada en su rostro se despidió prometiendo volver al otro día para seguir con la busqueda.

Una vez sola en mi habitación,ya habiendo cenado y preparada para la cama,observo con curiosidad el libro sobre la mesita de luz al lado de mi cama.

Decidiendo que una lectura antes de dormir no es una mala idea,apago todas las luces de la habitación(gracias a los dioses por la electricidad) dejo solo la lámpara de mi mesita de noche encendida.

Con mi pijama puesto y mis lentes de montura violeta, abro el libro en la primera página. Esta no contiene más que algunas manchas marrones. Paso la página para ver la siguiente estremeciendome ligeramente ante el sonido que sale de la hoja,rezo porque esta no se rompa mientras delicadamente paso mi mano por la hoja sintiendo su textura rugosa y rígida por los años.

A diferencia de la primer hoja,la segunda esta escrita con una caligrafía elegante y preciosa. Los trazos son finos y no observo manchas en la hoja amarillenta a pesar su rigidez y vejez.

Comenzando a leer me doy cuenta de que parece ser un diario,no tiene fecha ni nombre. Lo que solo sirve para volverme aún más curiosa.

Hace frío. Mucho frio. Mis ropas no ayudan a combatirlo. Tal vez sea porque este viene del alma,no del clima.

Tengo miedo. Miedo de mi misma y los pensamientos que revolotean en mi cabeza. Siento que no deberían estar ahí. Pero de alguna forma son reconfortantes. Me dan un propósito. Una razón para seguir adelante cuando todos me han abandonado.

Tal vez algún dia tenga el valor para hacer algo al respecto con ellos. Por ahora,seguiré conservando mis esperanzas. Es mejor que lo haga,porque si no lo hago este mundo arderá.

Con ese final abrupto,y sin comprender muy bien lo que acabo de leer,me aviento avídamente a leer el resto. Pero el resto de las hojas están en blanco. Dejándome confundida. ¿Quién escribiría en un diario solo una vez?