El principio 2/2

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"Mi respiración se cortó y mi corazón coreo fuerte y alto:Es ella"

Es medianoche cuando la veo. En la puerta del bar con un pantalón negro apretado,una blusa blanca de manga corta muy simple,su cabello recogido en una coleta alta que ,a pesar de su atuendo,la hacían ver sumamente elegante. Miraba alrededor como si estuviera buscando algo o alguien,y aunque por las luces bajas del salón casi que no veía nada,podía ver lo suficiente como para saber que desearía ser aquel ser al que ella buscara. Y por un momento cuando nuestras miradas chocaron por unos segundos,un escalofrío me recorrió entera. No podría decir el color de sus ojos porque no logre visualizar lo suficiente,pero de algo estoy segura y es que esa chica,tendrá toda mi atención a partir de ahora.

-Hey,hey. -Y Maggie entra en escena arruinando mi vista con su presencia.

-Demonios,Maggie.

-¿Qué pasa?-Pregunta confundida por mi ceño fruncido con descontento.

-Acabas de arruinar mi vista.-Le hago saber apartandola no tan suavemente de enfrente de mi,pero la chica misteriosa ya se había ido. Y lo más seguro es que entre tanta gente no la vuelva a ver. Demonios. Y yo que creí que podría llegar a algo esta noche.

Y tal como dije no volví a verla,incluso cuando me recorrí todo el local. Es como si hubiera desaparecido.

Por otro lado cosas bastantes raras y peligrosas me estuvieron sucediendo durante la noche.

1)Cuando fui a la cocina por un pedido de papás fritas un cuchillo de carne misteriosamente casi se ensarta en mi cabeza.

2)Los modelos no paraban de hacer preguntas demasiado personales.

3)Una de las luces del techo explotó justo sobre mi cabeza,¿lo raro?,esa luz ni siquiera tiene corriente.

Por suerte no tuve más daños que unos pocos rasguños.

Luego del último incidente mi jefe decidió enviarme a casa a descansar,cosa que agradecí,porque entre ser acosada por unos modelos de Victoria's Secret y ser casi asesinada por el establecimiento donde trabaje desde los quince,es demasiado.

Lástima que mi desgracia no terminó ahí.

Cuando llegue a casa,totalmente cansada y derrotada,desidi que un baño me vendría bien.

Asique,llené la bañera,lanzé una de mis bombas de baño (que yo misma hago)y me dedico a meterme. Sorpresa la mía cuando apenas tocando el agua siento una pequeña corriente pasar por mi cuerpo. Lo siguiente que se es que estoy viendo mi secador,sin conectar a ninguna corriente eléctrica,en la bañera.

Luego de eso decidí que lo mejor,sería simplemente dormir,esperando que al día siguiente todo fuera mejor.

*-*-*-*-*
E

ra lunes y no tenía trabajo por lo que decidí hacer una de mis cosas favoritas,ir a la biblioteca. Y es que leer a sido mi pasión desde que tengo memoria,mi mamá solía leerme cada vez que podía y a medida que iba creciendo me contagió su amor por la lectura. Lamentablemente ella murió cinco meses después de mi cumpleaños número diecinueve,el día de su propio cumpleaños número cuarenta y nueve. Lo último que me dijo antes de que la muerte se la llevará fue que estaba feliz,ella creía que ya había hecho todo lo que debía hacer en este mundo y aunque me iba a extrañar sabía que algún día nos volveríamos a ver. Luego de esas palabras me pidió que le leyera un libro de poemas. Cosa que gustosa hice,por horas iba a leerle,todos los días desde que tuvieron que internarla le leía un libro distinto. Pero esta vez se sentía diferente,se sentía como una despedida. Ese día,esos poemas,las palabras y letras en esas páginas cobraron vida para mi,cada poema parecía hablarme directamente como si hubieran sido creados para esta ocasión,sólo para ella y yo.
Y aquel último poema,que con tanta tristeza recite ,que con lágrimas acabé,supuso el fin de su vida. En cuanto levanté la vista temerosa de algo que ya sabía,me encontré con mi madre,sus ojos cerrados y una ligera sonrisa en sus labios. Parecía en paz,calmada y casi feliz. Razón por la cual dejé escapar una pequeña sonrisa también,contenta de saber que incluso en la muerte ella era feliz.

Con un sobresalto salgo de mis recuerdos,y continúo mi camino por la calle una vez el semáforo me dio el pase con su luz verde.

Iba casi llegando a la otra acera,sólo faltaban unos pasos,cuando siento un ensordecedor bocinazo y gritos. Me quedé desconcertada por un momento,sin saber que pasaba hasta que pude darme cuenta que ya ni siquiera estaba parada cerca de la acera,sino que estaba tendida en el suelo con el caliente asfalto presionando contra mi espalda dejandome saber que iba a dejar marcas rojas y feas en mi espalda. Lo siguiente que me di cuenta fue de un gran peso en mis piernas y lo que pareciera un pedazo de vidrio en mi cuello.

Enseguida pude oír el sonido de las sirenas acercándose,pero si la oscuridad que me comenzó a rodear me dio una pista,no iban a llegar a tiempo. Asique simplemente me dejé llevar y cerre mis ojos. Parece que mi propósito en este mundo,cualquiera que fuera,ya se cumplió. Halla voy, mamá.

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