La maldición de todo ser vivo,es su corazón. Y la maldición de todo corazón es estar vivo-
-Hace calor.
-Mmh.
-Siento que me derrito.
-Mmh.
-Tengo sed.
-Mmh.
-Okey. Ya basta. ¿Qué sucede?
Con las manos planas sobre la mesa entre nosotras enfrento a Artemis. Esta simplemente me ignora como los las últimas horas optando por observar los alrededores en su lugar.
Habiamos llegado a Yemen hace cuatro horas después de que Artemis me arrastrara fuera del invernadero bruscamente,su mano callosa envolviendo mi muñeca y separandome de las ninfas,dando a su vez miradas fulminantes a estas. El aire tenso y electrizante me dijo que lo mejor podria ser no comentar y simplemente seguir con la corriente.
Desde entonces sus ojos no han dejado pasar de blanco a su color normal,generalmente acompañado de un gruñido o dos.
Al principio pensé que su mal humor se debía a que tuvimos que esperar a que los turistas que rodeaban el "Pozo del infierno" se fueran,por lo que decidimos esperar cerca de alli en un pequeño pueblo hasta el anochecer.
Ahora,practicamente tirada sobre la mesa de un bar donde decidimos perder las horas que nos quedan por delante,no puedo evitar sentirme irritada por la actitud de Artemis.
-¿Qué sucede?
-¿De qué hablas?-Pregunta obviamente haciendose la desentendida.
-Sabes de que hablo. No me has hablado desde que llegamos,tus ojos no dejan de cambiar de color,y estas bebiendo más que camionero recién pagado.
-Primero;Intento concentrarme en nuestra misión. Segundo;Mis ojos están bien. Tercero;La cerveza humana no podría causar algún efecto en mi aunque quisiera. Y cuarto;ya debemos irnos.
Con eso se levanta de la mesa,deja algunos billetes sobre esta y se va. Dejándome más confundida y frustrada que antes.
Suspirando algo cansada,y ya pensando en lo que me espera cuando vuelva a casa después de esto,me dispongo a seguirla.
Obviamente Artemis ya no estaba por ningún lado a la vista,por lo que intentando ser discreta,me escondo en un callejón cercano para seguidamente transportarme hasta el "Pozo del infierno",donde,como supuse,Artemis ya estaba preparándose para entrar.
-Muy lindo,Artemisa. Dejarme allí atrás sola,muy maduro.
-Llegaste,¿no?-Responde de vuelta sin siquiera mirarme. Sus ojos se anclan en el agujero de treinta metros ante nosotras.-Tendremos que lanzarnos.
-¿Qué?-Practicamente grito de incredulidad.-¿Qué quieres decir con lanzarnos?
-Esta cosa es profunda,más de lo que los humanos creen. No llega al centro de la Tierra,pero su profundidad es demasiada y tardaremos mucho si bajamos a rapel.
-¿Así que tu sugerencia es que literalmente saltemos a nuestra muerte?
-No moriremos.-Explica como si debiera ser obvio.
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KAIA
FantasyUna nueva diosa llega para revolucionar el Olimpo. Y a cierta diosa de la caza. Este libro es protagonizado por una pareja LGBTQ+ si no te gustan estos temas,ruego no la leas. Pero si es lo contrario Bienvenid@ y que disfrutes con lo que tanto amor...