Capítulo 11. Llanto Contenido

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No se explicar en que momento, caí al vacío, sintiendo que la caída hiba a matarme, solo se que aún me faltaban cosas que entender, aún faltaba la última gota, para poder ser el omega que soy.

Habían pasado varios días, donde había convivido con aquellos hermanos varias veces, eran gente que a pesar de ser de una buena posición, eran amables y de buen trato, estaba en marcha aquel negocio, me iría bien, pero una noche de nuevo, comencé a desesperar por el.

Mi lobo necesitaba a aquel alfa, que juró protegerlo y amarlo, dejar de sentir su aroma en mi habitación, su abandono fue demasiado para el, sentía como poco a poco se hiba apagando, llevándome sin duda a un estado de desesperación, necesitaba de él, soltaba mi aroma por toda la casa, quizá queriendo atraerlo.

Había pasado noches de soledad, ahora sin duda necesitaba sus brazos fuertes, llegó a la casa, era media noche y estaba desesperado porque me cubriera con su aroma, en respuesta, caminó hacia mi, acercó su cara a mi cuello - no crees que estas siendo demasiado descarado, guarda ese aroma, creo que esta siendo demasiado hostigoso, puedes prepararme el baño, vengo muerto.

Lulú salió de la oscuridad - amo Emil, yo lo prepararé para usted - estaba siendo amable, ella no ignoró las lágrimas contenidas en mis ojos.

- No Lulú, ve a dormir, deja que lo prepare el, tiene manos suficientes para hacerlo - ella negaba en respuesta.

- Por favor amo, lo haré yo!.

- Qué no!!, anda Yuuri - corrí para hacerlo, aun preparaba la tina, cuando el entró - solo te recuerdo que Lulú, es mi nana, está en esta casa para servirme a mi, no a ti.

- No es así, ella solo es un apoyo para mi.

- Apoyo?, hacer la comida y lavar los platos es lo único en lo que te ocupas, incluso para eso necesitas ayuda?, por Dios Yuuri, pensé que eras más inteligente.

- Porqué me odias?, porqué me maltratas tanto?, porqué te volviste un idiota?.

- Odiarte?, cómo podría odiar a mi esposo?.

- Tu no me ves así, desde hace mucho, me rechazas a cada paso, incluso ahora me pides que esconda mi aroma, por ser para ti hostigoso, qué sigue Emil?.

- Es solo que me haces enojar!!, es solo que me pides un imposible - me jalo hacia el, estaba a medio vestir, podia ver su torso desnudo, me jaló al espejo - fíjate en tu reflejo Yuuri, te hace falta realidad, y dejar de soñar, estas gordo, pareces una señora dejada, tu cabello, peinalo, eres como una casa abandonada, pronto saldrán arañas de tu cabeza, y ese aroma, hueles a lavanda, pero ahora es como un aromatizante de oferta.

- No seas tan cruel - mi voz temblaba, el se quitaba la ropa que le quedaba.

- Mírame Yuuri y mírate a ti, se realista, quieres más de lo que puedes aspirar - caminé tras de él, era un necio tonto, lo sé, se había metido en la bañera, ignorandome monumentalmente.

- Yo.. Te extraño, tu abandono comienza a ser demasiado para mi, no me rechaces, yo bajaré de peso, seré más culto, lo juro.

- Ten dignidad Yuuri,

- Pero yo aún te amo, yo aún deseo estar contigo.

- Mírate!! - me tomó del brazo, comenzaba a lastimarme, había comenzado a llorar - vives con depresión todo el tiempo, das flojera y llegas a ser molesto, pero aún así sigues insistiendo, ya no te deseo Yuuri, hace mucho que dejé de verte como un omega, eres ahora solo mi aburrido esposo.

- Si soy tan poco, entonces divorciemonos - el comenzó a reír, como si hubiera dicho un chiste, me empujó a la bañera con el.

Caí de rodillas, metí las manos sintiendo que me había cortado el brazo, por la fricción de la caída.

- Divorcio, no seas iluso, no eres nada, eres solo un omega tonto, y soso, yo decidiré cuando esto se acaba, yo seré quien va a dejarte cuando yo quiera, no tu - era la primera vez que era violento, pero no conocía que hay varios tipos de violencia, y sus palabras dolorosas y crueles, eran violencia pasiva, psicológica, que puede ser incluso más letal.

Mi cabeza comenzó a dolerme, el brazo también, estaba totalmente mojado, en la tina del agua llena de jabón, gotas de agua con sangre caían de mi cabeza, tenía una herida en mi frente, era lamentable.

Tomé ropa limpia, ante sus ojos, me vestí y dandome cuenta que mi brazo sangraba, tomé una venda y apreté la herida, necesitaba huir, esta vez no me vería llorar.

Tomé las prendas para aquel omega, no se porque los primeros en los que pensé fueron aquellos hermanos, no teníamos ninguna relación tan cercana, no eramos más que un par de extraños, jugando a ser socios, esta vez no quería ir con Michele, esta vez no quería ni siquiera los brazos de Lulú,

Quería huir de mi mismo y de mi soledad, di pasos fuertes, era estúpido mi comportamiento, era más de media noche, el me vio tomar mis cosas e irme, se levantó de la cama - dónde vas? - preguntó, no necesitaba nada, quería huir - dondé carajos vas?, contéstame!!.

Estaba siendo patético, mi cabeza sangraba, mi brazo también, no tenía donde ir, no tenía rumbo, solo salí corriendo, lo necesitaba, oi sus pasos tras de mí, corrí hacia la calle, buscando un taxi, hice señas a uno en cuanto lo vi.

Me subí a el, sintiendome roto, esas palabras, donde me decía que ya no me deseaba, que ya no me veía como omega, retumbaban en mi cabeza, ya lo sabía, siempre lo supe, solo me negaba a verlo, pero porqué ser tan cruel, y decírmelo tan directamente?.

El taxista tosió antes de preguntarme la dirección, era tonto, lo sabía, pero di la dirección de aquella empresa, me bajé allí siendo las 2 de la mañana, la calle estaba sólida, no había ni un alma cerca, aquel hombre me dejó en el destino, mirándome como un lunático, tenía razón.

La empresa estaba apagada por completo, me senté en cuclillas al lado de una caseta telefónica, realmente no tenía donde ir, realmente estaba solo, siempre lo había estado.

Escuché una puerta abrirse y un par de voces murmurar - señor Nikiforov, que tenga una buena noche - me asusté, me quede quieto creyendo que así no llamaría la atención de nadie.

Me equivoqué, aquel hombre platinado estaba frente a mí, abría sus ojos azules, sorprendió al verme - Yuuri??, qué haces aquí??.

- Yo... - no tenía excusas para estar frente a él - yo... Terminé el trabajo de tu hermano.... - mi voz se me quebraba, no me mires que soy lamentable.

Un Corazón En Pausa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora