cinq

1.4K 203 38
                                    

Jisung Kang Hanrakeon definitivamente era otro cuando entraba en confianza, Lee Minho podía dar fe de ello. 

Luego de aquel día donde, desde el fondo de su corazón le expresó su nula intención de dañarlo, la relación amistosa que ambos mantenían fue estrechándose bastante. 


— ¡Te juro que no fuiste el único que la pasó mal esa noche! 

— ¿Ah, sí?

—Hubieses visto mi cara cuando comenzaste a ahogarte, ¡creí que me matarían en ese preciso instante! Rogué a todos los dioses que por favor, no murieras. 

—Wao, ¿supongo que debería agradecerte el que siga vivo?

— ¡No! —rió escandalosamente, tirándose hacia atrás en su ahora cama —Pero es que en serio, ¿Quién es alérgico al Romero?

Minho no pudo evitar reír junto a él, encogiéndose de hombros. 

—Para tu mala suerte, yo. 

— ¡Ya! ¿Pero no fue una reacción demasiado intensa? Por un momento juré que te habíamos perdido. 

"Es probable que realmente lo hayan hecho, sí" no pudo evitar pensar Minho. 

— ¿Qué te digo? La mala hierba nunca muere. 

Jisung frunció el entrecejo, estirando sus labios en desacuerdo. 

—Para ser alguien que se llama a sí mismo mala hierba, no eres tan malo, ¿sabes? 

Enderezándose en la cama, observó a Minho sentado en aquel escritorio que se había vuelto su puesto recurrente. 

En el tiempo que llevaba allí, Jisung se había percatado de dos cosas. 

La primera, el Reino de Greyfell era malditamente rico, pero su gastronomía dejaba mucho que desear en cuanto a sazón. Y segundo, el Príncipe Minho no era tan malo como los rumores lo hacían ver. 

Al menos todo ese tiempo con él, en ningún momento sintió el asfixiante instinto de luchar por su vida. 

Es más, era la persona con la cual más rápido había logrado soltarse, relajarse. Y eso era mucho que decir cuando se trataba de una persona esencialmente introvertida. 

— ¿Eso crees?

Jisung rió, pues aún cuando Minho llevaba parte de su papeleo a su habitación para "seguir siendo productivo" (según él), todavía le prestaba atención. 

No cualquiera haría eso, en especial tratándose de un preso político. 

Dejando el tema de lado, Jisung se recostó en la cama, jugando con sus piecitos y viendo directamente el perfecto perfil de Lee Minho. 

—Mnh,  ¿Qué estás leyendo? —preguntó. 

Resultaba ser bastante curioso cuando se sentía bienvenido. 

—Informes de preparativos... 

Faltaba aproximadamente medio mes para que el banquete de debutantes se realizara en el Palacio Real. Lo cual significaba problemas para nuestro protagonista. 

Originalmente el banquete de ese año se cancelaría gracias a la Guerra contra Hanrakeon, lo que haría que el debut de Felix se retrasara un año, pero ahora...

La mesa de diálogo estaba a nada de suceder, y los preparativos para el banquete de debut seguían en marcha. 

Demasiadas cosas estaban cambiando, Hanrakeon seguía en pie y Felix conocería al amor de su vida un año antes. 

Sobreviviendo como el villano › 𝐋𝐞𝐞 𝐊𝐧𝐨𝐰 𝐡𝐚𝐫𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora