trente

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Toda su vida a Seungmin Kimster le habían enseñado que debía cumplir el papel de apoyo a Su Alteza, el Primer Príncipe.

Toda su vida Seungmin Kimster escuchó que debía ser bien portado, calmado, dócil. 

Toda su vida le dijeron a Seungmin Kimster que debía ser sumiso. 

Toda su vida, Seungmin Kimster creyó que sería el pasivo en la relación con Minho Lee Greyfell. 

¿¡Y ahora Minho le salía con que "no se le daba estar arriba"!?


Definitivamente ese fue un golpe no sólo a su orgullo, si no a su forma de ver las cosas. O sea, sí, Minho reconoció que era Seungmin su tipo, y también ha notado su mirada antes, así que probablemente no tenía nada malo en apariencia, pero lo otro...

Un nuevo mundo se abrió para Kimster, sintiendo cómo su interior se removía. ¿Qué era eso? ¿Ese sentimiento? ¿El fuego que crecía en su interior...?

Cuando llegó a la habitación de huéspedes en la que se estaba quedando, aún anonadado e igual de expuesto que como había salido de la alcoba del príncipe, supo la respuesta.

En un espejo de cuerpo completo, pudiendo observarse gracias a la luz de la luna que entraba, observó cómo había crecido para emular lo mejor a un delicado compañero, alguien frágil, alguien deseable. Repentinamente esa imagen ya no tenía sentido, su abdomen plano no significaba nada. 

Redescubriendo su silueta al dejar caer la traslúcida bata que cubría su cuerpo, y aprovechándose de la privacidad e intimidad de la soledad, se acercó más al espejo, quedando frente a frente con su reflejo.

Su mirada recayó en su marcada clavícula, su mandíbula, cómo a pesar de que no debía practicar esgrima lo hizo, manteniendo la musculatura justa para no ser desagradable en sus brazos. Pero lo que más centró su atención, fue el ancho de su espalda.

¿No tenían Minho y él, espaldas de un tamaño similar?
Incluso podría llegar a superarlo

Sorprendido ante su propio pensamiento, deslizó la yema de sus dedos desde el centro de su abdomen hacia arriba, palpando la firmeza que lo diferenciaba de una mujer: su abdomen si bien era plano, estaba rígido; su pecho dictaba de los senos esponjosos de una fémina, firmes como pectorales; las venas en sus brazos, ahora marcadas al estar ejerciendo fuerza en sí mismo, lo llevaban a la cúspide del pensamiento.

Sus hombros eran anchos, un poco huesudos pero bien formados, no tonificados. 

Seungmin redescubrió su ser, recuperando algo que hacía tiempo habían intentado robarle, intentado ocultarle.

Su naturaleza masculina

—Puedo dominar a Minho —concluyó, manteniéndose la mirada a través del espejo. 

El Príncipe lo había despojado a la fuerza de su rol, arrojándolo a un vacío tan profundo donde se reencontró con su naturaleza.

No era necesario mantener un perfil sumiso, mucho menos pasivo. Seungmin quería sostener entre sus brazos a Minho, y para eso, tenía que cambiar. 

Minho estaba loco si creía que se rendiría tan fácilmente. 


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⏰ Última actualización: May 27 ⏰

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Sobreviviendo como el villano › 𝐋𝐞𝐞 𝐊𝐧𝐨𝐰 𝐡𝐚𝐫𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora