vingt

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« Piensa en una recompensa. »

Ni más, ni menos. Únicamente esas cuatro palabras podía leer en el papel que el Rey le envió. 

Y se había puesto paranoico

Cualquiera pensaría que una recompensa estaba bien, ¿no? Logró sacar provecho de una situación sin entrar en conflicto bélico, o sea, sin gastar recursos de la nación.

Pero no; ser recompensado era igual a ser reconocido

ÉL NO QUERÍA SER RECONOCIDO. FELIX DEBÍA SERLO. 

Inevitablemente recordó cuando, en la novela, Felix original (no el suyo) se ponía nostálgico al recordar la primera vez que su padre le reconoció, ofreciéndole una recompensa. En ese momento, ese Felix (no el suyo) pidió almorzar al menos una vez a la semana con el Rey; un pedido bastante humilde para la hazaña de mediar los conflictos entre territorios.

Entonces observó a su Lixie

Tan chiquito, tan bonito, mirándole con esos cálidos ojos desde el sofá. 

¿POR QUÉ EL REY NO PODÍA VOLTEAR A VERLO A ÉL?

—Hermano, ¿estás bien? —preguntó Felix, luego de haber visto por un par de minutos a Minho estático, entrando en pánico en su interior. 

—Mnh —asintió, volviendo a sentarse a un lado del menor. 

Sin pensarlo demasiado, apoyó su cabeza en el hombro ajeno y se quedó ahí. Felix no lo alejó, disfrutando ese acercamiento. Al menos hasta que Minho volvió a hablar.

—Sólo necesito buscar la forma de matar a un viejo y que nadie se entere...

Lixie decidió, por motivos legales, que no había escuchado eso. 


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Antes de que pudiera darse cuenta, sirvientas habían acudido a sus aposentos con tal de arreglarlo para una audiencia

Lee maldecía en todos los idiomas habidos y por haber al Rey. Aún no encontraba la manera de salir de eso, pues era un hecho más que apoyaba la idea de que el próximo soberano sería Minho.

Y él sabía que no era así

O AL MENOS, NO DEBERÍA SERLO.

Es consciente de que los demás no lo entienden, pero el heredero legítimo es Felix, él no quería ni codiciaba el trono, era demasiada presión para su transmigrado ser.

Su mente maquinaba en todo momento una forma de mostrarle a los demás que Lixie era digno, pero no se le ocurría nada. Estaba en un callejón sin salida y quería tirarle por el culo la recompensa a "su padre". 

Sobreviviendo como el villano › 𝐋𝐞𝐞 𝐊𝐧𝐨𝐰 𝐡𝐚𝐫𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora