Divorcio - Drarry

оди́ннадцать

El dulce matrimonio se encontraba flotando entre las nubes de ensueño con su futuro viaje a Italia.

Habían hablado con Ron, tras un gigantesco y exagerado sermón por parte del pelirrojo obligándolos a repetir sus votos de matrimonio de Draco y Harry para finalmente aceptar en cuidar de Alnair y Oberón con ayuda de la señora Scamander. Blaise era quién lo había pensado más, ya que tendría una enorme avalancha de gritos, correteos, llantos que lo llevarían a la locura porque estaba bien sabido que Alnair y Benroy eran una pareja explosiva estando juntos.

Por su puesto, antes de irse a Italia, tendrían que celebrar el primer cumpleaños de Oberón y así partir sin preocupaciones. Su pequeño había crecido tanto en todo ese tiempo, incluso aún más de lo que Alnair había crecido a su edad.

Harry planeó una sencilla celebración con familiares y amigos cercanos, pero cuando pilló a Draco hablando con una asesora de fiestas infantiles supo que Oberón tendría la fiesta del año o del siglo. Discutieron un poco por el tema, pero al final el pelinegro cedió, rendido con la excusa de que, sus hijos tendrían una hermosa infancia.

*****

El gran día había llegado y los primeros invitados aparecieron en la casa (adornada con globos y cascabeles) tomando al bebé con un traje de dragón bebé.

— ¡Oh, mira que enorme estás! — Sonrió el pelirrojo pellizcando las mejillas del bebé con cariño. — ¡Feliz cumpleaños, Obbie!

— ¡Feliz cumpleaños, Oberón! — Añadió su acompañante.

Harry y Draco se alegraron de ver primero a Blaise y Ron en su hogar junto a Benroy, quién cargaba una bolsa de regalo brincando y corriendo junto a Alnair hasta detenerse frente a sus padres.

— ¡Este es para estrellita! ¡Este es para estrellita! — Gritaba tratando de alcanzar al bebé en brazos de su papi. Ron se agachó lo suficiente para que el pequeño Benroy abrazara al bebé con delicadeza y le entregara su regalo. — ¡Feliz cumpleaños!

Oberón observó la bolsa colorida tratando de tomarla entre sus manitas viéndose cautivado por los colores brillantes.

— Gracias — Sonrió Harry.

— Somos familia y en días como estos, en especial de nuestro Obbie, vendremos siempre —Añadió Blaise.

Los padres del bebé agradecieron de nuevo mientras que un pequeño Alnair medio vestido tomaba la mano de Benroy para mostrarle que había pasado el nivel de su videojuego favorito.

— ¡Alnair! ¡Vístete primero! — Gritó el pelinegro.

— Voy a verlo — Dijo el rubio siguiendo al par de niños.

— Deberías ponerle su regalo — Sugirió Ron.

— Si que te va a encantar— se carcajeo el moreno.

Harry tomó el regalo ya casi destrozado por Oberón y sacó de la bolsa, un mameluco con estampado de Ironman. Por supuesto, el bebé le importó menos cuando tenía el papel colorido entre sus manos, babeando exageradamente por querer meterlo a su boca.

— Es un chiste ¿No?

— Deja que lo vea, Draco — Rio Ron.

Si ya la temática de la fiesta era de los Avengers, que Oberón usara un traje de Ironman sería el colmo, pero aun así se lo pusieron, aunque se veía adorable y gracioso en él.

Ron y Harry se encargaron de la comida para los invitados mientras que su jardín estaba siendo invadido por personas acomodando arreglos de globos, figuras de los Avengers y las mesas, sillas, manteles, todo para que se viera muy hermoso para el cumpleaños del bebé.