Déjame amarte ❞ (Sogo Osaka┆lectora) [IDOLiSH7]

9. No es lo que esperaba [💐]

No había pasado nada fuera de lo común, la jornada laboral iba con tranquilidad; se dispuso a beber un poco de agua de los dispensadores del pasillo del estudio, se había alejado de su único amigo y compañero quién tuvo que atender una urgencia, estaba completamente sola en aquel lugar, con el vaso plástico en las manos listo para ser bebido, sin embargo su paz fue interrumpida por alguien quién tenía la misma idea que la muchacha.

Era un hombre de unos 30 años aproximadamente, cabello castaño claro, rostro delicado y vestimenta semi elegante, llevaba un par de gafas sobre su nariz y un distintivo piercing en la oreja derecha. De igual manera, sacó un vaso plástico, pero no lo llenó de agua.

- debes ser la nueva de la que todos hablan - comentó en seco, sobresaltando a la única chica que estaba allí - no sabía que todos hablaban de mi - tuvo un presentimiento que le decía que desconfiara de él, y estaba dispuesta a seguirlo, respondió con un tono bastante serio - siempre es llamativo ver novatos por acá, más sin son mujeres - solo le había dicho algunas palabras, y fueron suficientes para colmar toda su paciencia, detestaba los comentarios sexistas que sus compañeros, hasta su propio jefe decían sobre ella - ¿hay algún problema que sea mujer? - estaba bastante a la defensiva, cosa que sorprendió al hombre - tranquila - dijo sin más - solo me llama la atención que una mujer esté a cargo de un reportaje importante - estrujó el vaso plástico con su mano, alarmándola.

- yo no vine a hacer vida social, estoy para trabajar, así que si me discul- - iba a irse, pero sus movimientos se detuvieron por un fuerte agarre en su mano, trató zafarse, pero cada vez que lo intentaba, la fuerza aplicada por el hombre dañaba aquella zona - no creería que una mujer tan bella como tú, tenga ese carácter ¿qué harás? ¿acostarte con uno de esos idols? el jefe se arrepentirá de haberte elegido, solo eres una zorra roba trabajos, como todas las mujeres inútiles de acá - claramente estaba resentido, ser partícipe de un reportaje importante para la empresa no era nada fácil, y al ver que t/n pudo lograrlo por encima de él, le tenía mucha rabia acumulada - ¡suéltame! - por un segundo sintió alivio por ser finalmente soltada, pero duró poco, en un abrir y cerrar de ojos fue acorralada por aquel hombre mayor, puso ambos brazos contra la pared y a los costados de su cabeza, su mirada irradiaba ira, tenía muchas ganas de golpearla ahí mismo, pero se estaba aguantando para prevenir ser visto por alguien.

- créeme chiquita, todas las mujeres de acá son unas putas que se acuestan con los idols para ganar dinero, fama, y estoy seguro que no eres la excepción... no te imaginas lo injusto que es para mi, trabajar muchísimos años para que el jefe ni siquiera me note, y tú llegas y automáticamente te vuelves su favorita, me das asco - la chica estaba aterrada, trataba de pensar en algún plan para escapar, hacer algo, pero el miedo le tenía paralizada y había invadido todos sus pensamientos y sentidos, quería gritar, quería llorar y lamentarse, pero no iba a darle el gusto a ese hombre de mostrarse débil - injusto es que trates con esos improperios a las mujeres, y si estoy en este proyecto, es porque me lo merezco - el hombre iba a explotar de cólera, estaba decidido a golpearla, pero la muchacha tuvo un subidón de confianza y quitó todos sus temores cuando le cayó la boca.

Levantó la rodilla bruscamente para propinarle en la entrepierna el golpe más fuerte que sus fuerzas le permitían en un momento de estrés y terror absoluto, sonrió victoriosa cuando el hombre reaccionó de inmediato, llevando sus manos a su parte afectada y exclamando de dolor, era libre, no lo pensó dos veces y corrió lo más lejos que pudo.

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Mientras más se alejaba, sus ganas de romper en llanto aumentaban, se sentía libre de desahogar todo lo que sentía debido a ese terrible momento. Vio el baño de mujeres y no dudó en entrar, para su suerte nadie estaba allí, lo primero que hizo fue mirarse al espejo, sus cabellos estaban despeinados y sus ojos cristalizados. Cuando volvió a sentir tranquilidad, una enorme angustia invadió todo su ser - nunca creí... realmente nunca creí que viviría algo así... - durante sus años de universidad jamás había vivido algo parecido, y para ella veía ilógico que algo así pasase en el trabajo que supuestamente tanto le gustaba, sintió todos sus sueños, anhelos y objetivos cristalizarse igual que sus ojos, sintió una gran decepción por su trabajo, la empresa, incluso de ella misma, siempre idealizó sus sueños y vivencias dentro del rubro laboral, nunca pensó que algo así llegaría a ocurrirle, solo imaginaba cosas hermosas, todos sus objetivos y deseos, pero hasta ahora solo había sentido una profunda decepción por todo lo que conllevaba el mundo laboral idealizado en su cabeza.

Entre lágrimas se abrazó a ella misma en búsqueda de consuelo, deseaba ser abrazada y socorrida por alguien, en su mente la única opción que deseaba era Sogo Osaka, el chico de ojos bonitos que la trataba con tanta dulzura - por qué nadie es como tú, So-chan... - su pena estaba convirtiéndose en furia, repudiaba a ese tipo y todos los hombres que pensaban así - no dejaré que nadie me pase a llevar... - susurraba para ella misma - esto no es lo que esperaba... pero aún así nadie me va a pisotear...

Era un manojo de emociones, sentía una profunda desilusión por ver sus sueños cristalizarse y que todo solo fueron ideas fantasiosas de su mente, las lágrimas que salían de sus ojos detonaban la tristeza y el miedo que había sentido, y una gran cólera que crecía dentro suyo llamaba su atención, sin embargo prefirió guardar todas sus sensaciones y reflexiones para cuando estuviese en casa.