Déjame amarte ❞ (Sogo Osaka┆lectora) [IDOLiSH7]

18. Reencuentro [💐]

Aún tenía muchísimas dudas en su mente, de carácter negativo, creía que Sogo iba a encararla por estar en el concierto, así que se estaba preparando para responder sus posibles preguntas y no corromperse al verlo enfurecido como aquella vez. Llegó rápidamente al edificio, saludó con gentileza al conserje y subió al elevador, movía sus piernas con nerviosismo y mordía su labio para apaciguar la ansiedad que le estaba consumiendo, solo veía escenarios catastróficos por la visita de su amado, se esperaba alguna discusión e incluso gritos, pero tenía el respaldo de que su estadía en el concierto era netamente por trabajo aunque haya disfrutado de él.

Cuando llegó al piso correspondiente a su departamento, sacó las llaves de su bolsillo, pero el sonido del elevador abriéndose, unos pasos apresurados y gemidos de cansancio la alarmaron, volteó instintivamente y finalmente lo vio, era su amado, tenía el mismo traje que llevaba puesto en el escenario, sus mejillas estaban rosadas por la agitación, inhalaba y exhalaba con desesperación en búsqueda de regular su respiración, incluso se notaban unas gotas de sudor recorrer su frente, la chica se imaginó lo acalorado que estaba con ese traje producido.

Este a penas la vio trató de recuperar la compostura lo antes posible, la miró a los ojos después de mucho tiempo, su corazón se aceleró y las mariposas que creía extintas en su estómago, volvieron con más energía que nunca, estaba más sonrojado, esta vez por apreciar la belleza de su amada nuevamente, en ese momento se dio cuenta de lo mucho que extrañaba su presencia. Enderezó su columna y quitó el sudor de la frente con su mano - lamento que me veas así - comentó apenado - pero te vi entrar al edificio a lo lejos y corrí creyendo que iba a alcanzarte antes - la chica se acercó lo suficiente para ver su rostro con más detalle, pero no tanto como para incomodarlo o perturbar su espacio personal - tranquilo - a pesar de no saber como reaccionar ante tantas cosas en pocos minutos, se mantuvo serena y amable - entremos, puedo ofrecerte un vaso de agua y me comentas lo que me dijiste en el chat... - las últimas palabras se fueron acallando, eso generó un silencio incómodo entre ambos, el peliblanco rascó su nuca y solo asintió con la cabeza.

La muchacha introdujo las llaves en la puerta y abrió, dejó entrar a su amado y cerró la puerta tras de él con suavidad - siéntate donde gustes - agradecía tener su departamento limpio y ordenado. Sogo se sentó en el sofá, trataba de no mirarla a los ojos por la vergüenza que sentía, ahora que la rabia y la decepción no reinaban en sus pensamientos, se sentía un completo idiota por dejarse llevar por sus impulsos y haberla tratado mal en su momento. Ella por su lado quitó su abrigo y lo colgó en una de las sillas, luego sacó un vaso de uno de los cajones de la cocina y lo puso bajo el grifo para llenarlo de agua - si deseas puedo preparar té, debes tener calor ahora pero en un rato seguramente sentirás de nuevo el frío y puedes resfriarte con los cambios de temperatura - dijo mientras cerraba el grifo de la cocina.

- gracias por preocuparte, pero por ahora el agua está bien... si me disculpas me quitaré esto - dicho eso se sacó el blazer blanco con patrones y brillos morados, le estaba agobiando, lo dobló y lo dejó a su lado. La chica no tuvo problemas, asintió y le entregó el vaso con agua - gracias por tu amabilidad - dijo mientras recibía aquel objeto, aún sin volver a mirarla a los ojos, ella se percató de ese gesto y sintió algo de tristeza, ya había confirmado que Sogo no venía con intenciones de discutir o gritarle algo y eso le quitó un peso de encima, pero su semblante preocupado y su casi nulo contacto visual con ella encendían las alarmas dentro suyo.

Ella tomó asiento a su lado, manteniendo una distancia prudente, intentó buscar su mirada pero los ojos ajenos se abstenían a ceder - entonces... ¿qué es lo que te trae por acá? - su pregunta pudo sonar seria y algo borde, pero su tono de voz dulce y sereno demostraban que simplemente estaba algo ansiosa por saber el por qué de la inesperada visita de su amado. Este reaccionó de inmediato, antes de responder bebió un sorbo de agua - para empezar quisiera disculparme por aparecer de la nada después de... todo lo que pasó - comentó lo último muy avergonzado, su rostro melancólico era cada vez más notorio, y su mirada estaba fija al suelo, nunca había notado los patrones de éste y lo linda que era la alfombra - no te preocupes... - respondió la chica casi sin palabras.