Déjame amarte ❞ (Sogo Osaka┆lectora) [IDOLiSH7]

7. Dulce como chocolate [💐]

[P.O.V t/n]

Tuve la suerte y la bendición de alcanzar a tomar el metro, además no iba demasiado lleno así que pude irme sentada, saqué mi celular, y por impulso busqué el nuevo contacto que tenía "so-chan" al instante me acurruqué en el chaleco, acomodándolo más sobre mis hombros, era casi como sentir un abrazo reconfortante; tenía muchas ganas de hablarle y decirle que pude sentarme en el metro, pero una parte de mi me decía que iba a parecer muy desesperada, como una fan o algo así, yo deseaba que él me viese como su igual, no como una fan con la que debía mantener la compostura, realmente estaba deseando conocerlo más, saber que hay detrás de esos ojos bonitos. La confianza se da sola, así que opté por guardar el móvil y disfrutar del trayecto a mi hogar.

A penas llegué mi hermano corrió a abrazarme, tras de él estaban mis padres con un semblante preocupado, no solía llegar a estas horas, menos sin aviso, ya era adulta pero todavía se preocupaban como si fuese una niña - ¡estoy bien! no creí que terminaría tan tarde, probablemente llegue a estas horas los próximos días - le dije a mis padres para calmarlos. Fui a mi habitación y dejé mis pertenencias y el chaleco de Sogo sobre la cama, estaba todo muy vacío, quedaba muy poco para mudarme al departamento que pude rentar, muchos de mis muebles y objetos estaban allá, así que solo estaba mi cama y una mesita de noche para dejar el teléfono y algunos lápices. Me senté y saqué de mi mochila el chocolate que había comprado.

- ¡Keitaro! - mi hermano llegó casi al instante, lo invité a sentarse a mi lado sobre la cama -- te tengo algo, seguramente ya sabes que es - sus ojos se iluminaron, y lo hicieron aún más cuando puse el chocolate a su vista -trata de no comerlo tan rápido, puedes guardar algunos trozos para mañana o llevarlo a la escuela - estaba muy feliz y mi sonrisa lo demostraba, mimar a mi hermano me reconfortaba, verlo tan alegre por algo que hago o que le regalo me llena el alma de gozo - espero que me dure hasta mañana - bromeó entre pequeñas risitas - gracias t/n - me abrazó por el cuello, pero duró poco, se soltó para abrir la barra de chocolate frente a mi - ¿quieres? - me ofreció, estaba tentada a aceptar, recordé que no había comido nada durante la tarde, en ese momento mi cuerpo también recordó que no comí y mi estómago hizo algunos ruidos cómicos - solo te sacaré un poco - traté de sacar lo menos posible, era su chocolate, no quería quitarle la mitad y dejarlo con las ganas de más.

Cuando mordí parte de la tableta, abrí mis ojos sorprendida por el sabor, era realmente delicioso, tenía el gusto del cacao mezclado con un toque de caramelo, automáticamente pensé en Tamaki, pues parece que aún no lo ha probado por lo que me dijo Sogo - ¿sabes que uno de los idols con los que trabajo le encanta el pudín de esta marca? siempre olvido el nombre... - mi hermano me interrumpió bastante enérgico - "¡osama pudin!" es delicioso, pero los papás no lo compran mucho, dicen que tiene mucha azúcar - suspiré de alegría al recordar el nombre gracias a mi hermano - ¡ese mismo! y no tenía idea que te gustaba ese pudín... tienes algo en común con un idol, siéntete especial - bromeé - por lo mismo, casi nunca lo como, solo en ocasiones especiales como cuando saco una buena calificación - seguí sorprendida y extrañada ¿cómo nunca supe eso de mi hermano? ¿y cómo nunca vi uno de esos en el refrigerador aunque fuese una vez?

- y no me interesan los idols, es para niñas - reí, pero poco - los idols son para todos los géneros, Keitaro, a todos nos pueden gustar muchas cosas sin importar si somos niños o niñas - solo escuché un quejido de su parte, yo seguí sonriendo, él tenía a penas 10 años, solía caer en los estereotipos sociales ya establecidos, pero siempre estaba yo, su super hermana para enseñarle sobre igualdad, por ejemplo.

Recordé cuando estaba a punto de sacar mi título universitario, y le daba largas charlas de igualdad, justicia y cosas que estimaba moralmente correctas, pero terminaba durmiéndose cuando llegaba a la mitad, por eso siempre se queja cuando lo regaño, lo ve algo aburrido, pero cuando crezca me lo agradecerá - ¿y a tí t/n? ¿tienes algo en común con un idol? - su pregunta era inocente, pero sentí como muchos nervios invadían mi ser, igual que el calor en mis mejillas - ¡no ahora! - busqué las palabras correctas para responder y evité tartamudear lo que más pude - pues... no, verás, aún no conozco bien a los... - noté que mi hermano miraba mi cama, y vio el chaleco de Sogo, entré en pánico, quería quitarlo de ahí pero, si lo hacía generaría más controversias y sospechas de que uno de ellos me hace sentir muy nerviosa.