𝘙𝘦𝘥 ━━━━ 𝘒𝘦𝘪𝘨𝘰 𝘛𝘢𝘬𝘢𝘮𝘪 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴

¿No es correcto? que más da

Hizo unas señas un tanto disimuladas pera al mismo tiempo exageradas para que el alado se quedara justo donde estaba, no le convenía a ninguno de los dos que él se apareciera por más impaciente que pudiera estar.

—¿Me escuchas, _________?— preguntó la mujer girando hacía ella.

—Perfectamente, no tengo que dejar la puerta abierta, tampoco ventanas y mucho menos salir de aquí, tampoco dejar que nadie a demás de usted ingrese. Lo entiendo.

Se lo sabia de memoria ya que lo habían repetido para ella cientos de veces.

—Exacto, ahora debo irme, así que nos vemos mañana o en dos días.

—Sí — afirmó sería, pobre si llegaba a sonreír—. También tengo una pregunta si no le molesta.

—Pregunta— era tan cortante y directa.

—A partir de ahora, ¿sus visitas serán a estas horas. Nocturnas?, antes era de siesta.

—¿Algún problema? No creas que no tengo gente que me informa, _________, se a visto movimientos raros aquí, algunos dicen que es un gran pajaro.

«Y si que es un pájaro»— Pensó

—Yo también lo e visto, no creí que sea nada de cuidado— mintió.

—Solo le aconsejo que ande con cuidado— fue lo último que dijo para después subir a su lujosa camioneta y perderse en el camino.

Cerro la puerta escuchando un aleteo en la ventana, sabía que era así que no tenía por qué alarmarse. Sólo le quedaba suspirar para después preguntar—: ¿Te cuesta esperar?

Sintió como la volteo hacía él y tomó su rostro para así poder besarla a su gusto, ya cuando se separaron dijo—: Si. Me cuesta esperar cuando se trata de ti.

Una risilla por parte de la chica se escucho— ¿Pero y si nos descubren?

—Gritaré mi amor por ti.

—¿De nuevo de poeta?— rió.

El la cargo en sus brazos al estilo nupcial y la llevó hacia su cuarto, se sentaron en una esquina de la cama, ella en medio de sus piernas y el abrazándola de esa manera, hundiendo su cara en su cuello— ________... sé que te pasa algo.

—¿Entiendes cuán complicada es mi situación?

—Lo entiendo, pero sé que esto no es lo que tú quieres, así que permiteme llevarte conmigo— beso su mejilla.

Se perdió en sus propios pensamientos, ella era la torpe de la familia, una muchacha alegre pero en ocasiones torpe. Quién sabe quién habrá sido aquella mente maestra quien dio esta idea:

«Encierrenla en una casa, que viva sola, allí aprenderá por su cuenta y se le quitara su torpeza»

¡Y vaya idea!, a sus padres les pareció buena, una idea sumamente patética y sin sentido les había parecido buena, así que eso hicieron; la llevaron a encerrar a una casa en las afueras de la ciudad para que viera por sí sola.

Pero ahora estaba agradecida a eso, ya que lo que viene después si fue bueno.

Una noche solo miraba por su ventana, el cielo se veía bien desde allí. Pero vio una sombra desde uno de los árboles, sentía su corazón latir debido al susto, fue como un refrejo rojo el cual en el momento no supo que fue.

Pero al acercarse de nuevo a la ventana su sorpresa fue aún mayor. Ahí estaba, un chico rubio y de mirada amarilla, expresión aburrida pero al mismo tiempo interesada. Pero por sobre todo lo que llamó su atención fueron sus alas, ya que, era sabido por todos que los humanos no poseían alas.

—¿Quien eres?, aléjate antes de que te golpee— trato de sonar dura.

—Ya, ya— dijo un par de pasos atras— dime mejor, ¿quién eres tú? Yo soy Keigo Takami.

—Y yo __________, solo dime así no me preguntas el apellido. Ahora dime que son ese par de cosas en tu espalda.

—¿Esto?— movió sus alas— son mis alas claro.

—Pero los humanos no...

—Ah, soy humano pero no convencional. Te explicaré de una manera que entiendas: Yo provengo de otro lugar, algo así como otra dimensión, y allí cosas como mis alas son totalmente normales.

—Y yo soy un hada con patas de caballo— dijo con sarcasmo—, ahora ya, dime: ¿de que hospital psiquiátrico escapaste?

Fue difícil de convencer, nadie se tragarme algo así tan fácilmente pero con el tiempo ella lo comprendió. Pero no fue lo único, poco a poco fueron enamorándose, con algo de culpa en su interior, había algo grande impidiendo su amor, ella solo lo veía por las noches, ya que dicho portal solo se abría por las noches y pocas horas, así que solo se veían en ese tiempo.

Y al parecer ahora comenzaban a sospechar, su situación cada vez se complicaba al igual que sus sentimientos, ambos estaban cada vez más enamorados, debían tomar una decisión ya.

—Puedo llevarte ahora mismo, si tú quieres nos vamos ahora, solo tienes que decir que sí.

—Pero... ¿Y sí me descubren?

—No habrá pista tuya, tu desaparición será perfecta, te buscarán un tormpo y luego lo dejaran, serás un misterio.

Lo pensó por última vez, allí no había nada que la atara, su familia poco importaba, pero Keigo... por él era capaz de muchas cosas, sonrió para mirar hacia él— Entonces iré contigo, ahora mismo, llévame contigo.

Una sonrisa alegre apareció en su rostro, al fin estaría con ella sin restricciones— Esta bien, te mostraré un lugar al cual amarás, __________.

Esa misma noche pasaron el portal juntos, tomados de la mano y emocionados, podrían vivir su amor.

¿Y que si no es correcto esto? ¡Que más da! Lo importante es que se querían lo suficiente.

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N/A: Y ustedes se preguntarán: ¿De donde quito esto?, pues se me ocurrió nada mas :) no se si este bien o mal pero quería hacerlo. ¡Tengan un lindo día! :3