«A partir de ahora tus alas serán mi libertad»
One shots dedicados a Hawks que tendrá a la lectora como protagonista.
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Inicio: 19/09/21~...
—No comprendo como puedes resistir tanto —dijo haciendo pantalla con las manos tratando de refrescarse un poco.
Había visto a su novio entrenar toda la tarde, el clima era de un calor insoportable, ella sólo se había quedado sentada en una esquina con las piernas cruzadas mientras lo veía. Tampoco era que se quejara mucho de la vista.
—Quiero un helado —pidió con voz desesperada —hace demasiado calor.
—¿Tienes idea de cuánto llevas repitiendo eso? —preguntó tomando un descanso para observarla —Creo que hace un tiempo dijiste que tu estación preferida del año era el verano.
—Sí, pero eso lo dije en invierno, ahora que es verano quiero que sea de nuevo invierno.
—Lo que sea —le restó importancia con una ligera risa, a veces habían cosas que decía su novia que solo ella misma entendía.
—Pero eso no quita las ganas que tengo de un helado.
—A dos calles de aquí hay una heladería, deberías... —fue interrumpido antes de terminar la frase.
—¡Dos calles!, ¿esperas que yo camine dos calles con este calor infernal?
—Solo serán dos calles, (t/n), no hay riesgo de muerte por insolación.
—Sí, lo sé, pero no quiero.
Él volvió a entrenar y ella lo veía de esa manera tan perfecta, pequeñas gotas de sudor se deslizaban por sus trabajados brazos.
—El verano no es del todo malo eh —susurró mientras lo seguía mirando.
—No, no lo es —rio Keigo, quien ya se había dado cuenta de a qué se refería.
—En fin, cambié de opinión y me voy a buscar el helado, vuelvo pronto —se despidió para caminar hacia la puerta.
—¿Huyes? —preguntó en un tono algo grave, sabía el efecto que podía tener en ella.
—Nunca —sonrió cómplice mientras salía del cuarto.
Fue hacia donde él le había indicado, sus pasos cada vez se hacían más lentos. Llegó a la heladería y compró el sabor favorito de ambos, por alguna casualidad bonita del destino compartían su gusto por el mismo sabor de helado. Ya de vuelta al departamento aceleró los pasos lo más que pudo, no pensaba permitir que el helado se le derritiera.
Llegó casi trotando, entró y vio como él ya la esperaba en el sofá, al parecer mientras ella se fue había tomado una ducha. Se sentó a su lado y dijo:
—Encontré nuestro sabor favorito.
—Genial —depositó un beso en su mejilla.
La chica sonrió ante su acción y le entregó una de las cucharas de plástico.
Ambos dieron unas cuantas cucharadas al pote de helado. (t/n) soltó un suspiro que indicaba total alivio para después decir:
—Era todo lo que necesitaba, definitivamente sí.
—Debiste hacer ejercicio conmigo y no tendrías tanto calor.
—Tendría el doble —sentenció.
El alado rio y dio otra cucharada al helado para luego preguntar:
—¿Qué quieres hacer luego?
—Déjame ver —pensó mientras saboreaba otra cucharada de helado bajo la atenta mirada de su novio —quiero ir a ver las estrellas —sonrió.
—Aun falta para la noche.
—Sí, pero ya te lo estoy diciendo.
—Vale, vamos a ver las estrellas entonces —también dio una cucharada al helado —. ¿Y cómo te va con la universidad?
—Se podría decir que bien, una que otra clase atrasada de la que tendré que ponerme al día por los apuntes de alguna persona pero luego de eso muy bien.
—Si eso es estar bien —dijo en tono de duda.
—Claro, podría estar peor. Como el año pasado que estuve cerca de reprobar un semestre por ejemplo.
—¿Estuviste cerca de eso? —la miró con asombro.
—Amo lo que estudio pero sabes que no me agrada para nada el ambiente, iba a reprobar por ausencias — saboreó un poco más del helado.
Keigo recostó su espalda en el respaldo del sofá y ella apoyó su cabeza en su pecho —Sí lo entiendo, al menos te queda muy poco para terminar, y sé que serás excelente en tu profesión.
Ambos se miraron con dulzura para después unirse en un tierno beso. Ambos amaban esos momentos donde todo era absolutamente tranquilo y solo conversaban de manera agradable. Ambos en los pocos meses de relación que tenían se sentían en plena confianza de hablar de lo que sea, ninguno de los dos se aburría estando juntos. Sus existencias se complementaban.
Ya que solo quedaban un par de cucharadas, ambos batallaban por quién sería el que conseguiría ese último poco de helado. Keigo claramente se lo dejaría a ella, pero prefería dar un poco de pelea primero.
—Quiero más —susurró mientras jugaba con los cabellos aún húmedos de Keigo.
—Pero, (t/n) —rio mientas la abrazaba.
—Nunca tengo suficiente de helado, nunca.
—Me he dado cuenta.
—¿De verdad vamos a ver las estrellas por la noche? —preguntó apoyando una de sus manos en su pecho para así poder mirarlo a los ojos.
—Claro, de esa manera daremos fin a la semana.
Se acomodó un poco más en su pecho y cerró los ojos, amaba estar a su lado de esa manera, no eran más que situaciones triviales pero alegraban la vida y el corazón de ambos. Cada momento al lado de el contrario lo valoraban como ninguno.
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N/A: Escribí esto primero en papel y ahora lo termino de transcribir aquí, ya que estaba en el colegio cuando se me ocurrió esto y allí no tenía el teléfono :( ¿Qué les pareció? Lo inspiré en el calor que hacía hoy y las ganas que tenía de un helado. Spoiler: ya pude comerlo :3 Un beso y un abrazo 💞💞
Nota de corrección: encontrar que escribí esto originalmente cuando aún estaba en el colegio y hoy en día ya esté en la facultad me hizo chiquito el corazón.