Giorno es... ¿Una chica?

S2: Parte 7

Nota: En este AU, durante la pelea en el Coliseo, Giorno intercambió cuerpo con Diavolo/Doppio, por eso nadie notó que Gio era mujer. El resto de los cambios fueron Abbacchio/Bruno, Trish/Mista, Narancia/Un gato callejero (que es lo que le salvó la vida).

¿Me lo acabo de inventar para llenar huecos argumentales? Sí. ¿Acepto quejas? No.

Trish, Fugo y Giorno se encontraban revisando la montaña de regalos que rubio había recibido por su cumpleaños durante el fin de semana en que él y Narancia habían pasado en el bosque, de vacaciones (Giorno había querido darles la semana completa, pero la carga de trabajo no lo había permitido). Para todos esa cantidad de atención aún era desconcertante, pero desde que Giorno había tomado el poder, en los cumpleaños recibían presentes de desconocidos que quería caer en la gracia del Don o sus allegados.

Hace no mucho, cierto pelinegro también estaba ayudando, pero se había ido en medio de un berrinche, bastante molesto de que su novio no le permitiera quemar los regalos de personas que "obviamente se querían acostar con él" porque "hacerlo sería una falta de educación".

Giorno tenía que admitir que Narancia no estaba del todo equivocado; no en cuanto a las medidas q tomar al respecto, pues desde su punto de vista, quemar cosas era un poco radical, sino a las intenciones tras los regalos: Algunos de ellos, como las cajas de chocolate en forma de corazón y las rosas rojas eran bastante elocuentes por cuenta propia. Otros traían notas con invitaciones a citas o insinuaciones sobre "una encantadora hija soltera de su edad con la que seguramente se entendería de maravilla". Giorno no entendía cual era el sentido de eso, considerando que Fugo y Narancia no intentaban ser sutiles respecto a su relación. Incluso en los eventos más formales, donde tragarse a besos o sentarse en las piernas del otro (a lo que para ese punto el resto la pandilla ya se había acostumbrado a presenciar) no iba con la etiqueta, el más bajito tendía a recargar la cabeza en el hombro de su novio -siendo otro detalle que no se podía pasar por alto el que ambos siempre usaban el término "mi novio" con orgullo-, a lo que Fugo respondía rodeando su cintura con un brazo.

En fin, tal vez alguna de esas personas pensaba (ingenuamente) que podía competir contra Narancia. O simplemente no les habían llegado las noticias.

Pero la razón por la que estaban revisando los regalos no era para identificar a la posible competencia de Narancia (y solo para aclarar, ni siquiera contaban para competencia, pues Fugo solo tenía ojos para su indomesticable novio), sino verdaderas amenazas, como venenos, bombas u objetos afectados por algún stand.

Hasta el momento, Gold Experience ya había detectado seis paquetes cuya apertura hubiera llevado a la muerte de quien tuviera las manos sobre ellos. Esos estaban apartados en una caja, encima de la cual Fugo había pegado un cartel con letras grandes y rojas que decían "ABRIR PARA SUICIDIO RÁPIDO" (texto sugerido por Narancia antes de su dramática salida). Cuando terminaran, Abbacchio se encargaría de rastrear a sus remitentes... Y el resto, sería tarea de La Squadra. Si querían su tercer aumento, se lo iban a tener que ganar.

—¿Podemos hacer una pausa? Muero de hambre.— Comentó Trish. Llevaban cinco horas revisando regalos y apenas iban por la mitad.

—Me parece bien.— Concedió Giorno, mientras retraía a su stand.

Los tres salieron de la oficina, pero mientras Trish y Giorno se encaminaron a la cocina, Fugo dobló en el pasillo que dirigía a las escaleras del segundo piso, donde se encontraban las habitaciones.

—¿Qué apostamos a que en cinco minutos él y Narancia van a estar chupándose la cara de nuevo?— Preguntó Trish, sonriendo de medio lado. Giorno pareció meditarlo unos segundos, antes de encogerse de hombros.