Hurt me and tell me I'm yours.

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Cali llevaba casi una hora esperando a Fushiguro. Intentó que Nobara e Itadori no notarán que tenía planeado irse, pero no había funcionado. Terminó llamando a Cali para que lo esperará un tiempo más, ella acepto esperarlo después de todo, no tenía nada que hacer.

Espero por al menos dos horas, eran las 4:00 de la mañana y ahora en serio tenía sueño. En todo ese tiempo estuvo pensando en teñirse nuevamente el cabello, quizá negro, quizá blanco o quizá rubio o gris. También observo una pareja que estaba a unos metros de ella, parecían enamorados pero de un manera extraña. "Lastímame y dime que soy tuya" Había escuchado a la chica perfectamente.

No era nadie para juzgar los gustos de los demás. No podía negar que también a ella le atraían ese tipo de relaciones desde hace ya algún tiempo. No, no las relaciones tóxicas. Se refería a las relaciones íntimas en donde predomina un poco el masoquismo. Curiosidad de ella al saber que se sentía.

Miró nuevamente a la puerta esta vez encontrándose al pelinegro algo exaltado y respirando agitadamente.

-Fuera pensamientos pecaminosos.-Dijo ella mientras sacudía su cabeza y se levantaba para que pudiera verla.-Al diablo, está más bueno ahora.-Dijo en un susurro mientras mordía su lengua.

-Lamento la demora.-Se disculpó una vez llego a ella.-Debes estar cansada, llevaré tus cosas.

-No es necesario.-Cali tomó una de sus dos maletas y no pudo evitar mirar las manos de ex novio. Grandes con largos y finos dedos, sus venas estaban sobresaltas.

-¿Estás bien?-Se sobresaltó al escucharlo.-Debes estar muy cansada.

-No del todo.-Dijo en un murmuro mientras colocaba su mano derecha en su cabeza.-Solo necesito comer algo.

-Podría invitar yo.-Cali lo miró de reojo.-Te hice esperar demasiado y probablemente ni siquiera dormiste en el vuelo.-Dijo hablando bajo.- ¿Algo en especial?

-...-Los pensamientos obscenos inundaron la mente de Cali, impidiendo que pudiera hablar ya que si lo hacía, muy probablemente contestaría un "Tú".-En absoluto...lo que sea está bien.

-No creo que hayan muchas cosas abiertas aún.-Dijo mirando al frente.-Quizá pueda prepararte algo, si no te molesta.

A Cali casi se le salía el corazón. ¿La estaba invitando a su casa? ¿Así como así? Podría ser su ex pero... ¿quién en su santo juicio se negaría a Fushiguro?

*

-Lamento el desastre.-Habló Fushiguro dejando entrar a Cali.

- ¿Desastre?-Todo estaba ordenado y limpio.- ¿Dónde?

-No he tenido mucho tiempo para estar aquí, quizá haya polvo.-Dijo dejando las maletas de la chica en el salón.-Puedes usar una habitación para descasar mientras preparo algo, te llamaré cuando esté listo.

-...-Cali miró a Fushiguro extrañada y algo incómoda.

-Subes las escaleras y en la primera puerta de la derecha puedes entrar.-Dijo mientras caminaba a la cocina.

Cali suspiró y tomo una de las maletas para dirigirse a la habitación indicada. Casi como si el pelinegro quisiese molestarla, notó que era su habitación. El aroma de Fushiguro estaba impregnado en el lugar, haciendo que Cali se pusiera nerviosa, incómoda y emocionada a la vez.

Por otro lado, Fushiguro miraba por la ventana de la cocina mientras intentaba cubrir su fuerte sonrojo con su mano. Intentaba mantenerse distante o al menos cordial, pero verla ahí cerca de él y ahora sabiendo que estaba en su habitación lo hacía poner nervioso.

Pasado una media hora y al notar que Cali no bajaba a pesar de llamarla, decidió subir. Y abrir la puerta. Como si nada. Sin tocar.

-¡Megumi!-Exclamó ella mientras cubría sus pechos con sus manos. No, no llevaba sujetador.

~~I Wanna Be Your Slave~~ Fushiguro Megumi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora