~~I Wanna Be Your Slave~~ Fushiguro Megumi.

Inhibition (1)

Desde que Cali había regresado, Itadori, Nobara y Gojo no la habían dejado descansar. Ellos tres junto con un irritado Fushiguro pasaban todo el día junto a la de cabello morado, dejándola por unos momentos cuando esta tenía que atender asuntos importantes de su trabajo.

La pasaban en el departamento de la chica ya que está no podía salir debido a una gran masa de personas que se formaba en la entrada del lugar. Era agobiante para ella estar rodeada de varias personas, teniendo en cuenta que la mayor parte de su tiempo se la pasaba encerrada en su habitación comiendo, jugando o dormida. Seguía con sus terapias con respecto a su baja autoestima y problemas de ansiedad (cosa que solo Itadori sabía), también estaba bajo medicación en algunos días y esto era disfrazado con un "no descanse como debería".

-Estás en el lugar donde me dijiste que podrías sentirte mejor, ¿qué cambió?

-Me siento mejor, es solo que no me siento del todo...recuperada.

-Hablas de tu problema como si fuese una enfermedad... ¿Has hablado con tus amigos con respecto a...?

-A parte de Itadori, no.-Dijo mientras tomaba café.

-Te he dicho que el café empeora tu ansiedad.

-Al punto, Doc.

-La separación de tus padres, la ruptura que tuviste hace años, la muerte de tu madre, tu cambio de vida y tu repentino ascenso...Cali, no tienes que guardarte todas las emociones para ti sola.-Habló el hombre canoso.-Soy tu terapeuta y aún no he conseguido que te expreses como deberías...Dejaremos de trabajar en tu pasado.

-Pero...

-Trabajemos con tus problemas de confianza.

-¿No era eso en lo que trabajábamos?

-Trabajaremos con el amor propio.-Cali lo miro con el ceño fruncido.-No me mires así, si te hiciera una pregunta simple, ¿podrías contestarme?

-Eso creo.

-¿Qué tanto te amabas? No por lo que has logrado o por tus esfuerzos... ¿Te agradas realmente o solo te agradas cuando logras algo?

*

-Fushiguro insistió en venir.-Habló Itadori entrando.

-Eso es mentira.

-No era necesario que vinieran, pero adelante.-Habló Cali desde la sala mientras cerraba su portátil.- ¿Quién es él?

-¿Quién?-Preguntó Itadori.- ¡Ah! Es mi hermano.-Contestó con sencillez, Cali miró a Fushiguro esperando una explicación del porque había un extraño en su hogar, pero este solo alzo sus hombros ya que él tampoco sabía por qué.-Dijo que quería conocerte...y que eras linda, es medio rarito, así que ten cuidado.

-¿Gracias?-Cali miró al hermano de Itadori con una ceja alzada, eran idénticos pero él no daba precisamente un aire de confianza y de ser buena persona.-Itadori, Fushiguro puedo... ¿hablar con ustedes?-Preguntó ella jalándolos a la cocina para poder hablar tranquilamente.

-¿Qué sucede?-Preguntó Itadori.

-Te dije que nadie más podía entrar, además de que ni siquiera me avisaron que estarían aquí.

-Ya te lo dije, Fushiguro insistió en venir a verte, dijo que ayer estabas actuando raro así que estaba preocupado por ti.

-...

-...Se los agradezco, pero no era necesario que...

-Conocer nuevas personas te ayudaría más, Cali.-Habló Itadori.-Has estado encerrada aquí y no puedes socializar mucho... ¡Así que lo traje a él!

-¿Te pareció buena idea traer a un delincuente a mi casa?

-No, no es cualquier delincuente.-Dijo sonriendo.- ¡Es mi hermano!

-...Eso me tranquiliza.

-¿En serio?

-No.-Cali miró por el espacio de la puerta al Itadori malvado mirando su sala con cuidado de no tocar nada. No era feo, debía admitirlo, pero no podía evitar desconfiar de él.- ¿Por qué no sabía de él?

-Ni yo lo sabía.-Habló Itadori.-Lo conocí antes de que llegarás.

-Debió ser una sorpresa para ti, ¿no?-Preguntó Cali mirando a Itadori, quien asintió sonriendo.- ¡Dile que se vaya!-Dijo en un susurro.

-No, él quería conocerte y además no es tan malo...-Habló Itadori sonriendo.-Sé que parece delincuente y que quizá venda órganos de personas en el mercado negro...o que no se baña... ¡Pero dijo que eras linda!

-¿Y eso qué?-Preguntó ella mirándolo con el ceño fruncido.

-Quizá sea buena idea que salgas con alguien.-Animo colocando ambas manos en los hombros de Cali.

-Ella no necesita salir con nadie si nos tiene a nosotros.-Habló de repente Fushiguro.-Ya dijo que no lo quería aquí, así que dile a tu hermano que se vaya.