Crystal Bubbles. 2

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¿Se sentía mal? No, claro que no. Por primera vez pudo sentir como si se sintiera libre. ¿Se arrepentía? Quizá un poco, pero joder, Cali se sentía mejor que nunca al poder decirle lo que por tanto tiempo siempre oculto al pelinegro. ¿Se disculparía? Claro que no, por primera vez pudo sentir aquella sensación de tranquilidad, no iba a disculparse por haber sido honesta.

Muy probablemente eran las 11 de la noche ahora, Cali no había salido de su habitación y se la había pasado fumando sustancias ilegales (marihuana pues). Sabía que Megumi seguía en su hogar, así que no saldría para nada. Sabía que iba a disculparse o quizá la regañaria.

De estaba divirtiendo sola, estaba drogada, un poco alcoholizada y estaba en la tranquilidad de su habitación. Quizá debería pensar en una excusa sobre la situación, conocía a aquella chica, la perra seguramente hablaría públicamente sobre lo sucedido y se haría la víctima para que Cali fuera la mala. No quería pensar en eso por ahora, ni en un posible Megumi listo para darle un sermón.

-Cali.-Llamó el pelinegro.-Por favor, déjame...al menos dime si estas bien.

-Estoy bien ya largate.-Dijo desde su cama mientras sonreía.

-¿Estas drogada?

-¿No?-Preguntó con gracia.

-Abre la maldita puerta.-Dijo intentado abrir su puerta.-Cali, abre la puerta o la tirare.

-Cómo jodes.-Dijo mientras abría la puerta y se hacía a un lado para que entrará.-Ahora dame mi celular, tengo que llamar a...

-Maldición, aquí apesta.

-...Si, ese el punto.-Cali lo miró con el ceño fruncido.-¿Puedes darme mi...?

-¿Desde cuando haces esto?-Pregunto con demasiada preocupación.-Mierda, seguramente fue...

-Pará tu carro, erizo.-Dijo Cali.- No es de tu importancia y deja de ser tan paranoico con Sukuna.

-¿Paranoico yo? Cali, estas drogada y apestas a alcohol, esto no lo hacías...

-Si, si lo hacía desde hace mucho, pero.-Cali salió de su habitación siendo seguida por Megumi.-Nunca lo supiste, eso es diferente.

-¿Por qué?

-No hay justificación, simplemente lo probé, me gustó y ya.-Dijo para después tomar agua.-No hay mucho que explicar.

-Necesitas ayuda.

-No, necesito que te vayas.-Corrigió ella.-No quiero ser mas grosera, pero realmente quiero ver a Sukuna justo ahora y sería incómodo que estuvieras aquí  así que...adios,me disculpare contigo mañana por la mañana...o tal vez no.

-No me iré.-Dijo el pelinegro.- Y no llamaras a Sukuna.

-¿Quién va a impedirlo?-Dijo en una carcajada.- ¿Tú?

-Estas tan drogada que ni siquiera sabes lo que dices.

-No,te equivocas. Sé lo que digo justo ahora.-Dijo Cali sonriendo.-No malinterpretes, te apreció pero...Sukuna es quien me ayuda con estos...momentos especiales.

-¿Por qué te acuestas con él?-Preguntó de la nada.-¿Qué tiene de especial?

-Ya lo dije, Sukuna me hace sentir lo que quizá nadie más pueda hacer.-Explicó mientras se sentaba en la barra, dándole la espalda a Megumi.- Me gusta sentir que lo tengo bajo mis pies y que hará todo lo que le pida...me hizo sentir...querida después de mucho tiempo.

-Él no es bueno para ti.

-¿Y quien lo es?-Preguntó mirando de reojo a Megumi.- Por primera vez puedo sentir que tengo a alguien y que soy todo para él...aunque sea solo para conseguir algo de mi, ambos sacamos provecho. Él obtiene fama y yo obtengo a alguien con quien acostarme y desquitar todo el estrés que tengo.

-No solías ser esta forma.

-Las personas cambian, las drogas cambian a las personas, el dolor cambia a las personas, tu escoge.-Dijo sonriendo.-No me arrepiento de ser de esta forma, por fin pude decirte lo que quería.

-¿Estas contenta con eso?-Preguntó acercándose a ella hasta quedar entre sus piernas, ella asintió.-Deja de verte con él.

-Ya quisieras.-Dijo riendo.-No dejaré de ver a quien me hace sentir tan bien solo porque tu lo pides.

-Sé que puedo ser mejor que él.-dijo en un murmuró.-Sé que puedo hacerte más cosas que él.

-¿Si?-Él asintió.-Muéstrame.

~~I Wanna Be Your Slave~~ Fushiguro Megumi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora