[Editado]
Candace
Abrí mis ojos y recordé todo lo ocurrido, mi cuerpo se tensó por el miedo estaba segura de que me levantaría en el auto de algún secuestrador. Por suerte no fue así, solo me encontré con una Margareth preocupada que manejaba como loca.
—Quiero llegar viva —dije con mi voz un poco ronca mientras me sentaba de mejor manera, había estado acostada en el asiento trasero. Ella se volteó al verme y su expresión cambio totalmente—. ¡Ve hacia la carretera! —Ella se giró rápidamente.
—Oh, por Neptuno. Estás viva.
—Estoy tan sorprendida como tú. Presiento que me haz lanzado como si fuese un costal de papa. —Protesté mientras tocaba mi cabeza con un quejido.
—Estaba preocupada, no tenía tiempo para buscarte un asiento de puro algodón forrado de seda. —Bromeó— Además ese golpe no fui yo, te diste fuerte contra el pavimento. Ya estamos llegando al hospital, te dejé dormir y según recuerdo una vez vi en uno de esos programas que no debías dormir.
— ¡No! —exclamé exageradamente—. ¿Estás loca? Solo fue un asma, estaba nerviosa, ya se me ha pasado.
—Estás pálida y tienes un golpe en tu cabeza, no quiero que si mueres me culpen así que iremos al hospital, caramelo. —Aseguró con decisión. Reí por el sobrenombre, y ella alzó una ceja hacia mí. Suspiré dramáticamente.
— ¿No habrá forma de hacerte cambiar de opinión?
— ¿Tienes por ahí un cupón para una cena con Ian Somerhalder? —Negué—. Entonces no hay nada que puedas hacer.
Y así fue como fuimos al hospital local, obviamente dijeron que no había sido nada grave, que solo me había dado un buen golpe y que mi cráneo estaba hecho de acero, me recetaron una pequeña bomba en caso de algún ataque de asma y algunos analgésicos para mi dolor de cabeza.
En estos momentos estaba frente al espejo del baño de Marja mientras me observaba la venda que estaba en mi cabeza tapando el golpe, ¿Qué tan grande era? Ya me había dado una ducha y me había sentido mucho mejor, di un largo suspiro y salí del baño preparada para las preguntas, Margareth estaba sentada en la cama.
—Ahora explícame cómo es eso de que te estaban siguiendo.
—Olvida eso —dije un poco tensa recordando la escena—, mi mente me tendió una trampa.
—Candace, tú realmente sonabas muy asustada. ¿Qué fue lo que sucedió? Además, ¿Por qué te viniste tan repentinamente?
—No fue nada, solo me asusté. Y me vine porque no me sentí cómoda, lo que me hace recordar ¿Qué te dijo mi madre cuando la llamaste? ¿Se creyó que dormía? —Su expresión cambió—. ¿Va a matarme?
—Probablemente, ha dicho que te quiere mañana temprano en casa, y no sonaba muy contenta. Harás que me odie a mí también, siempre ha creído que te llevaré al lado negro o algo así —Sonreí—. Debiste haberla llamado.
—Cuando salí de ahí quería estar sola, luego solo te llamé a ti y ahora ni sé dónde boté mi celular.
— ¿Por qué estaba tu vestido mojado? —preguntó curiosa.
—Me lo mojé metiendo los pies en la piscina —Aseguré, ella asintió lentamente.
Ella bajó a la cocina en busca de cosas para comer, según ella teníamos muchas cosas sobre las que debíamos hablar y no podía hacerlo con el estómago vacío.

ESTÁS LEYENDO
Celarium [Editando muy lentamente]
FantasyBilogía Celarium. Libro 1. [Romance, fantasía] Celarium es una ciudad calmada, y sólo tiene una regla: Cuando tengas 19 debes casarte para poder obtener tu poder. Si tuvieras que elegir entre casarte con quien no quieres o ser apartada de tu famil...